Una vez que los magos de Witry se fueron, los jóvenes Jinetes de Dracos salieron del edificio con sonrisas entusiasmadas en sus rostros. Seis de los diez habían alcanzado el Rango de Comandante, y Karl sabía que todos volverían con al menos una o dos piezas nuevas de equipo.
La mazmorra era una excelente fuente de recursos para el Rango de Comandante, con algunos objetos Ascendidos siendo posibles de los Ogros en el camino hacia los jefes, junto con las monedas.
Ese era el intercambio. Tenían que pagar para entrar, pero obtenían algo a cambio que podría o no haber sido más valioso que lo que pagaron. Realísticamente, la experiencia sola ya valía bastante, ya que la mazmorra era un ambiente controlado, donde podías enviar a luchadores específicos sin sorpresas.
