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—Rae dice que el portal todavía está cerca. ¿Deberíamos ponernos en marcha y ver si podemos llegar allí? No sé qué le pasó a la ciudad, pero creo que estamos en una Prueba, y sigue siendo el objetivo —susurró Karl.
Hubo algunas miradas compartidas de preocupación, pero después de un momento, tanto Alice como Corbin le hicieron señas para que los guiara fuera de la habitación y a través de la ciudad hacia donde él pensaba que debería estar el portal.
Sus disfraces no eran perfectos, pero se mezclaban bien con los lugareños, quienes tenían un sentido de la moda muy ecléctico, con la única regla aparente de que la ropa debía ser negra con cabello blanco.
No hablaron mientras se movían por las calles de la ciudad, dirigiéndose hacia el centro del pueblo, donde todos podían ver pronto el resplandor del inmenso portal. Había más y más gente dirigiéndose hacia allá a cada minuto, como si hubiera algún tipo de gran evento, y Lotus estaba emocionada.