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—¿Acaba de mudar su caparazón para asumir su forma adulta? —preguntó Lotus débilmente, emocionada por ver la transformación de Rae, pero demasiado débil para levantarse e inspeccionarla adecuadamente.
—Así es. Rae, acércate, sabes que Lotus quiere mirarte mejor —Karl se rió.
La Araña de la Matanza despidió a los Gólems y luego los volvió a llamar, revelando cuerpos drásticamente cambiados.
Para un Élite, la progresión era suave. El comienzo del Rango de Comandante estaba solo un poco por encima del tope del Rango Ascendido, pero para bestias como Rae, era una fase completamente diferente en su ciclo de vida.
Su poder como Ascendido Juvenil estaba muy por debajo de lo que podía manejar como adulta, y las arañas reflejaban eso. Habían pasado de estar hechas de ramas tejidas a estar cubiertas de pequeñas hojas, que rápidamente cambiaban de su verde natural a blanco y gris con manchas rojas, para adaptarse mejor al campo de batalla.
