Incluso antes de que Rika abriese los ojos, podía sentir el ambiente estéril del hospital, un lugar con el que se había vuelto demasiado familiar.
La manera en que estas personas se movían a su alrededor y el recuerdo de lo que había ocurrido antes llevó a Rika a concluir dónde había terminado.
Rika no tenía dudas de que Emily había orquestado su llegada aquí, pero el motivo y cómo seguían siendo un misterio.
—Parece que le debo una a Emily ahora. No quería que se molestara y tuviera que cuidarme —pensó.
Rika intentó despertarse, pero sentía como si algo sobre sus sentidos le impidiera poder hacerlo.
Era difícil forzar a través de esa neblina, pero Rika quería estar consciente y lúcida al hablar con el médico.
Lo primero que Rika olió fue el inconfundible aroma de la habitación del hospital. Eso la ayudó a relajarse, y el cuerpo de Rika se hundió contra la cama.