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—Hey, ya es hora de cerrar. ¿Estás segura de que estarás bien yendo sola? ¿Quieres que te acompañe hasta tu alojamiento? —preguntó el beta mayor mientras cerraba la tienda detrás de él.
Se sentía como un buen gesto, pero Rika todavía no confiaba en Daniel para que la protegiera. Necesitaba trabajar con él un poco más antes de poder confiar.
Su silencio fue suficiente como respuesta, y Daniel se vio decepcionado y dolido por su falta de respuesta.
—¡No me mires así! No estoy interesado en ti ni intento ligar contigo tampoco. Solo pensé que debía ofrecer hacerlo debido a lo que pasó hace dos días. Fuiste secuestrada, ¿verdad? —La desconfianza de Rika se hizo aún más evidente en el momento en que escuchó esas palabras.
