Un par de horas antes.
—Okay, ¿quieres que te haga una trenza?
—Sí, por favor —contestó la princesa con entusiasmo.
—Está bien —Vae se rió entre dientes.
Ella tomó el cepillo y peinó todo el cabello hacia un lado, eligiendo el lado derecho de la princesa. Después de terminar, dejó caer el cepillo y procedió a trenzar todo el cabello en una trenza grande y ordenada.
Fue un poco complicado al principio ya que la princesa tenía el cabello grueso, pero se hizo más fácil hacia el final. —Listo —anunció.
—Es tan bonita. Gracias Vae —Vae observó a la princesa volver la cabeza de lado a lado, admirando el trabajo de Vae.
—No me agradezcas —dijo sonrojada—. Es mi deber. Iré a decirles a los sirvientes que estás lista para comer y traeré tu comida conmigo. Volveré en unos minutos —hizo una reverencia y caminó hacia la puerta.