—El maestro no quiere ver tu estado fantasmal, Sheng'er. ¿No dijiste que querías protegerla con tu vida? —El anciano se secó las lágrimas mientras se sonaba la nariz con fuerza.
—Sí, Sheng'er la protegerá con la vida de Sheng'er. Esta vez, Sheng'er la llevará a otro lugar, el lugar al que esa persona no podrá llegar jamás. —Él estaba decidido.
Vivir y presenciar su sufrimiento mientras él estaba impotente para ayudarla era su peor pesadilla.
—Puedo ver que ella no es la misma de antes. Sheng'er, piénsalo bien; parece haber cambiado. —El anciano luchaba por despertar la cordura de su discípulo. Casi sufre un ataque al corazón cuando escuchó la despiadada decisión de su discípulo.
—Sí, ha cambiado. Es más hermosa que antes. —Zhang Qingsheng asintió con una luz de intoxicación en sus ojos violeta-rojo oscuros.
—¡Zhang! ¡Qing! ¡Sheng! Si no dejas de actuar así, ¡arrojaré a esa chica en la Grieta del Abismo Silente! —El anciano provocó y amenazó a Zhang Qingsheng deliberadamente.