[Dentro del pequeño mundo de la Vieja Pulsera]
—Es fácil, entonces. Solo tenemos que esperar hasta que la suerte del loto blanco podrido se acabe y ver si el cielo todavía tiene alguna excusa para proteger a este tipo de persona. Yo la mataré por ti, Xuexue —Shui Yin la abrazó sobre su regazo. Puso su barbilla sobre la cabeza de ella.
—No es tan fácil. Hasta el día en que morí en mi vida anterior, nunca había visto a nadie superarla. Su suerte es infinita —Xiu Wanxue suspiró.
—Puedo perdonarla si se convierte en una mejor persona porque pronto dejaré esta secta.
—Sin embargo, A'Yin, en esta vida, no permitiré que ella lastime a mis seres queridos. No olvidaré lo que me hizo. No le daré ninguna oportunidad para lastimarme a mí y a mis seres queridos. Aunque tenga que luchar con el cielo, con ella y los hombres a su alrededor, nunca retrocederé ni cederé si se atreve a lastimarte a ti o al Tío Ru y a mí —Xiu Wanxue declaró solemnemente.