—Xuexue, no olvides venir a celebrar nuestro cumpleaños en el Pabellón Búho Nocturno, en la sala VIP. Ya puse tu vestido en tu habitación —gritó Xiu Wanxia a Xiu Wanxue, quien caminaba hacia la montaña en Pico Luna Brumosa.
—Sí —respondió Xiu Wanxue débilmente sin girar su rostro.
Ella y Xiu Wanxia se conocían bien. Ella a menudo iba a la habitación de Xiu Wanxia, y Xiu Wanxia también iba a su habitación. Las dos eran muy cercanas.
Pero ahora... Xiu Wanxue no le importaba si Xiu Wanxia aún entraba y salía de su habitación porque su hogar era su pequeño mundo. Esa habitación era solo un lugar normal para que ella durmiera.
Esa noche, Xiu Wanxia esperó a que Xiu Wanxue llegara al Pabellón Búho Nocturno. Se vistió de manera sencilla pero elegante. Su vestido transmitía una sensación de comodidad y humildad, pero también era bonito.
Por el contrario, el vestido de Xiu Wanxue era extremadamente exquisito, con muchas joyas y decoraciones complicadas que llamaban la atención.