—Está bien... Detengan a todos hasta que recupere las grabaciones —si fue su trabajo, entonces iban a estar en graves problemas, ¿acaso pensaban que él no recuperaría las grabaciones que fueron eliminadas?
—Está bien... —salió de la mansión solo para encontrar a Huo Qi tomado como rehén por los cuatro guardias, quienes podrían haber hecho todos esos arreglos...
—¡Tienen que dejarnos ir! Si no... ¡Le dispararemos en este instante! —dos de ellos le apuntaron con sus pistolas, mientras los otros dos apuntaron a Huo Qi, con un pequeño error, uno de ellos terminaría muerto.
—Está bien... ¡No disparen! ¡No disparen! —Huo Zheng no estaba tan nervioso, estos no eran rival para él, pero el hecho de que era Huo Qi quien estaba en medio de todo eso...
—¡No les hagas caso, tonto! Haz lo que tengas que hacer, solo necesitas comprar unos hermosos lirios blancos frescos, me encantan esos... —Huo Qi murmuró roncamente mientras miraba a Huo Zheng esperando una señal.