—A Yan, no me siento bien... Me duele un poco aquí abajo la barriga —Su Wei Wei, que había estado tumbada en el sofá, murmuraba preocupada mientras se presionaba el vientre, mostrándole que, recientemente, se había sentido indispuesta y estaba experimentando dolores abdominales sin motivo aparente.
Había sido cuidadosa con todo lo que comía y no recordaba haber ingerido algo que pudiera alterar su estómago, pero de nuevo, no era su estómago el que le dolía sino su abdomen.
—¿De qué te estás quejando? ¡Levántate y prepara la comida para el almuerzo! ¿Quieres que toda la familia se muera de hambre? —un tono grave resonó desde lo alto de las escaleras, mientras la figura descendía las escaleras que bajaban al salón.
Su Wei Wei levantó apresuradamente la cabeza mirando hacia las escaleras mientras se levantaba de golpe, la persona que bajaba no era otra que su suegra.
—Madre —saludó humildemente mientras inclinaba su cabeza respetuosamente, pero aquella mujer la miró con desprecio, era evidente cuánto la despreciaba sólo con ver la cara que le ponía.
Tras estar en prisión durante quince años, fue liberada y Huo Yan le propuso matrimonio, se sintió afortunada de que aquel hombre la hubiera esperado todos esos años y se sintió agradecida por aceptar su propuesta.
Y cuando él le propuso, ella aceptó inmediatamente y comenzaron a vivir juntos, incluso fueron al registro civil y registraron su matrimonio.
Ha pasado cinco meses desde que fue liberada y él nunca le permite salir o ir a cualquier lugar fuera de la mansión sin su permiso, así que ha estado permaneciendo en la mansión todo ese tiempo.
—No me llames madre... Date prisa, tengo hambre ¿O tengo que pegarte para que escuches? —murmuraba fríamente mientras bajaba las escaleras y caminaba con aire indiferente hacia el salón donde estaba de pie Su Wei Wei.
Se acercó y la empujó rudamente alejándola del sofá como si ensuciara sus muebles.
Su Wei Wei fue tomada desprevenida y tropezó hacia atrás, golpeando la mesa detrás de ella lo que le ayudó a estabilizar su postura; sabía que su suegra no le gustaba pero era mejor comparado con cómo la trató su propia madre.
—A Yan —Le llamó suavemente para que él convenciera a su madre y le permitiera descansar, él estaba revisando unos archivos en otro lado del salón. Realmente se sentía mal y no podía hacer nada.
—Simplemente haz lo que mamá te está diciendo, sabes cómo es ella —Huo Yan ni siquiera se volvió para mirarla, y esta siempre había sido la excusa que le daba cada vez que su madre la trataba mal. Siempre encontraba justificaciones para su madre y su familia.
—¿Qué estás fingiendo ahí tirada? Levántate de una vez... —Zhou Zan, la madre de Huo Yan, gritaba enojada señalándola con el dedo índice en señal de ira.
Huo Yan se levantó y se acercó con paso tranquilo hacia donde yacía Su Wei Wei, pero cuando su mirada se posó en sus ojos, estaban cerrados, y parecía haber perdido el conocimiento, se alarmó ligeramente.
—Madre, ¿el almuerzo está listo? Tengo hambre... —Una voz burlona resonó por las escaleras, era Huo Shi, la hermana de Huo Yan.
—¡Caramba! Ella está ahí abajo fingiendo estar enferma mientras mi niña tiene hambre. ¿Qué clase de nuera es esta? Ni siquiera sé por qué tengo que soportarla... —Zhou Zan estaba furiosa y arremetía insultos contra ella mientras Huo Shi se acercaba a su madre.
Huo Yan le dio unas palmadas tratando de despertarla, pero no hubo respuesta; lo intentó de nuevo pellizcándole el cuerpo por completo pero no hubo reacción alguna.
—La llevaré al hospital... —Huo Yan la levantó y caminó hacia el aparcamiento donde la colocó dentro de uno de los coches y dejó que el chófer los llevara al hospital.
—¿Qué clase de ser tan delicado es esta? ¿No puedes encontrar una nuera normal para mí? ¡No vuelvas con ella! —Zhou Zan seguía enfadada y nunca le había gustado Su Wei Wei.
—Madre, cálmate... Deja que los sirvientes nos preparen algo ahora, tengo hambre... —Huo Shi murmuraba suavemente, era de la misma edad que Su Wei Wei, pero aún no se había casado y seguía viviendo en su casa materna.
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Tras un viaje de veinte minutos, llegaron al Hospital Huo y la admitieron inmediatamente.
—Hola Maestro Huo Yan, hemos hecho los análisis de sangre y muestran que está embarazada de cuatro meses... —El Doctor Zhu se acercó con los informes.