En ese momento, Huo Qi se apresuró junto con Huo Zheng al escuchar esos fuertes gritos, lo que les recibió no era lo que esperaban.
¿Su relación se estaba desarrollando un poco demasiado rápido? ¿No pueden calmarse y avanzar paso a paso?
—Huo Qi, ¿cómo puedes dejar salir a mis bebés así y encima dejarlos sin supervisión? ¿Qué te pasa? —Su tono era frío e intimidante, no podías decir que era el mismo hombre que estaba consolando a Su Wei Wei anteriormente.
—Lo siento, maestro... —Huo Qi se apresuró a disculparse, no esperaba que Su Wei Wei saliera de la mansión.
—¿Qué esperas? Apresúrate... Y ve a la sala ancestral para recibir tu disciplina... —Él caminó de regreso a la mansión con ella en sus brazos.
—¡Tienes que recibir tu castigo con diligencia! —Huo Zheng murmulló sarcásticamente antes de alejarse mientras que Huo Qi se apresuró hacia el extremo más lejano del complejo donde estaba su casa para encerrarlos.