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Restringir los movimientos militares no era para su propio bien sino para evitar crisis causadas por negligencia.
—Madre, ¿qué hago? ¿Qué vamos a hacer? No puedo perder a Huo Shen... No puedo perderlo, Madre... Él es mi única oportunidad para una vida mejor... —Zhan Shan solo podía llorar mientras se arrodillaba en el suelo junto a su madre, al enfrentar las tablas ancestrales, solo podía llorar desconsoladamente.
—¿Cómo puedes desear casarte con un hombre que te trata así? ¿Acaso no lo ves? Zhan Shan, te he dicho varias veces que no escuches a tu abuelo y sus proyecciones sobre ti, ¡a él no le importan las chicas en esta familia! ¡No le importa usarte para los beneficios de la familia! ¿Cuándo aprenderás a escucharme? ¿Por qué no me dijiste que habías vuelto al país? —Ella la abofeteó fuertemente, haciendo que el lado izquierdo de sus labios se partiera y sangrara ligeramente.
