Brian se despierta con el sonido de la voz de su sistema: "Has dormido en una cama. Has recuperado todo tu chakra y tus dolencias físicas o mentales". Confundido, Brian se da cuenta de que nada de esto es un sueño; había creído que todo era producto de su imaginación.
Levantándose, se dirige al baño y se sorprende al ver que tiene todo lo necesario: una ducha, un inodoro, y hasta artículos de higiene personal. "A veces creo que todo está planeado", reflexiona mientras se mira en el espejo y nota que está desnudo. "Esto no puede suceder otra vez. Si fuera una batalla, estaría bajo tierra. Tengo que tener más cuidado, no puedo ser despistado".
Después de ducharse y cepillarse los dientes, piensa en su nueva identidad: "Tengo un nombre. Tendré que olvidar mi nombre real y llamarme Ryo… Ryo Kuro". Satisfecho con su elección, sale del baño decidido. "Lo primero para un ninja es el desayuno", recuerda cómo el equipo 7 pasó la prueba de los cascabeles con el estómago vacío. "¡Idiotas!".
Se prepara una tostada y un jugo, asombrándose al notar que la comida del refrigerador parece hecha a medida de cómo era en su antiguo mundo. Al terminar su desayuno, se dirige a la biblioteca de su nuevo hogar.
Mientras explora los libros, piensa: "Lo mejor será alejarme de todo. Si me acerco a Nagato, Konan e Yahiko, cambiaré muchas cosas y eso no lo quiero. De todas formas, Jiraiya tendrá que venir con Tsunade y Orochimaru; Hanzo de la Salamandra les dará el título de Sanin".
Ryo se sienta con un libro sobre el chakra y escucha al sistema: "El sistema te recomienda entrenar tu físico y tu chakra". Se levanta y toma el libro. "¿Quieres aprender esto?", pregunta el sistema. "Sí", responde Ryo, y recibe toda la información sobre qué es el chakra, de qué está compuesto, sus utilidades y peligros.
Después de cinco minutos analizando todo, el sistema le dice: "Enhorabuena, has aprendido la habilidad de analizar nivel 1. Cuanto más la uses, mejorará". Ryo sonríe: "Perfecto".
"Necesito aprender control de chakra", decide mientras toma otro libro. El sistema le pregunta si quiere aprender esta habilidad, a lo que Ryo acepta sin dudarlo. La información llega a él rápidamente.
Así comienza a practicar los ejercicios básicos: controla su chakra para caminar sobre los árboles y por el agua; incluso logra agarrar un kunai utilizando su chakra. Aunque está en nivel básico, sabe que esto le ahorrará mucho tiempo en su entrenamiento futuro.
Ryo, decidido a convertirse en un poderoso ninja cazarecompensas, continuó su intenso entrenamiento mientras la batalla entre las aldeas se intensificaba. Con el sistema notificando su progreso, cada día se sentía más fuerte y confiado. Su enfoque en el ejercicio de hoja y las técnicas de calentamiento le permitían no solo aumentar su nivel de chakra, sino también mejorar su agilidad y resistencia.
Un día, mientras corría por su casa subterránea, escuchó un murmullo en el exterior. Sabía que debía ser cauteloso, consciente de esto, decidió incorporar ejercicios de sigilo en su rutina. Practicaba moverse silenciosamente por la casa, asegurándose de que nadie pudiera oír sus pasos.
A medida que pasaban las semanas, Ryo comenzó a experimentar con nuevas técnicas. Se interesó en el uso del chakra para crear ilusiones sencillas. Quería aprender a desorientar a sus oponentes antes de enfrentarlos directamente. Así que dedicó tiempo a meditar y a visualizar los jutsus que quería dominar.
Un Mes Después, Ryo había logrado un avance notable: su nivel de chakra estaba ahora en genin alto, casi alcanzando el nivel chunin. Se sentía más fuerte y capaz de realizar jutsus más complejos. Durante una de sus sesiones de entrenamiento, decidió probar el jutsu Clones de Sombra Ilusorio. Concentrándose intensamente, logró crear tres clones; aunque era un gran paso adelante.
Sin embargo, Ryo sabía que no podía quedarse quieto. Con el deseo de hacerse famoso como cazarecompensas, comenzó a planear cómo capturar a algunos ninjas renombrados para aumentar su reputación. Pensaba en cómo podría utilizar sus habilidades para infiltrarse en las aldeas enemigas y obtener información valiosa.
Mientras tanto, en sus momentos de descanso, reflexionaba sobre su futuro y lo que significaba ser parte de Akatsuki. Sabía que tenía que ser astuto y estratégico; no quería ser solo una marioneta en manos de Zetsu o Madara. Así que empezó a investigar sobre técnicas prohibidas y habilidades ocultas en antiguos pergaminos que había encontrado en su hogar.
Con cada día que pasaba, Ryo se adentraba más profundamente en el camino del ninja solitario, determinado a forjar su propio destino y nunca dejarse controlar por nadie más. La batalla entre las aldeas seguía rugiendo fuera de su escondite subterráneo, pero él estaba decidido a aprovechar la confusión para elevarse por encima del resto.
Cuando la oportunidad se presentara, Ryo saldría al mundo exterior no solo como un cazarecompensas, sino como un ninja formidable con ambiciones aún mayores: convertirse en un maestro del espacio-tiempo y cruzar dimensiones para escapar del control del mundo ninja. Su viaje apenas comenzaba...
Ryo descubrió que el sistema podía ayudarlo aún más en rara formas, en el espacio mental de el, el sistema le dio esto como base para poder entrena sin contenerse. Ryo se encontraba en la cima de una montaña, el viento soplando suavemente a su alrededor. Había pasado meses entrenando, perfeccionando su cuerpo y su mente. Cada mañana, al amanecer, comenzaba con un riguroso entrenamiento físico: ejercicios de resistencia, velocidad y agilidad. Su cuerpo había cambiado drásticamente; los músculos bien definidos y la postura firme eran prueba de su dedicación.
Pero no solo su cuerpo había evolucionado. Ryo había sumergido su mente en la meditación, aprendiendo a calmar sus pensamientos y a escuchar el susurro del chakra fluyendo dentro de él. Había descubierto que la verdadera fuerza no solo provenía de la técnica, sino también del equilibrio interno. Con cada sesión de meditación, sentía que sus habilidades se agudizaban.
Mientras tanto, se dedicaba a estudiar las señales de la mano para los jutsus. Se pasaba horas practicando los sellos con precisión milimétrica. Cada gesto era un paso hacia el dominio total de sus habilidades ninjas. En su mente, podía visualizar el jutsu que deseaba aprender: el parpadeo. No era un simple desplazamiento; era como bailar en el aire, apareciendo y desapareciendo en un abrir y cerrar de ojos.
"Si Shisui pudo hacerlo, ¿por qué no yo?" se decía a sí mismo mientras repetía el jutsu una y otra vez. Sus intentos iniciales eran torpes; aparecía en una esquina y caía descontrolado en otra. Pero con cada repetición, su control aumentaba. La clave estaba en la concentración absoluta y la sincronización perfecta entre su chakra y su cuerpo
Con una nueva perspectiva sobre lo que significaba ser un ninja —no solo fuerza bruta sino también sabiduría— Ryo supo que aún quedaba mucho por aprender y mucho más por explorar en este vasto mundo lleno de secretos antiguos y técnicas olvidadas.