"Yo soy albañil."
"Yo, leñador."
"Cazador."
No pude ocultar mi sonrisa. Parecía que mi suerte estaba mejor con la civilización '???' que con la 'neutra'. A pesar de todas las incógnitas y misterios, las cosas empezaban a verse más prometedoras.
"Perfecto. Tú, ve con los demás a cortar madera. Tú, necesitamos empezar a construir la primera casa cuanto antes, no podemos dejar que pasen tres meses sin tenerla lista. Eres el experto, así que dejo la guía en tus manos. Y tú… ayuda a los demás o explora la zona, pero no te alejes demasiado. Este lugar no me da buena espina y no quiero que nadie corra peligro."
Les di instrucciones a los tres hombres, quienes, con su actitud apática, siguieron mis órdenes sin mucho entusiasmo.
Todavía no lograba asimilar por completo que estas personas eran como aldeanos sacados de cuentos de terror. ¿Cómo estaba tan seguro? Al leer sobre ellos, me acordé de la descripción de un libro cuya portada estaba copiando justo antes de aparecer aquí. Quizás fue eso lo que causó este error cósmico, o tal vez el verdadero error soy yo. De cualquier manera, debía dejar ese pensamiento atrás. Era momento de concentrarme en el trabajo… aunque no tenía idea de qué más hacer.
No sabía nada de supervivencia, de la vida medieval o de dar órdenes. Me acerqué al albañil, que estudiaba el terreno para la construcción de la casa. A poca distancia, otros estaban montando las tiendas de campaña: tres provenientes del carro tirado por el burro y dos del carro tirado por el pony, sumando un total de cinco.
Me ofrecí a ayudar, no quería quedarme sin hacer nada. Sabía que sería difícil, pero mi futuro dependía de ello. Aunque intenté involucrarme, me di cuenta de que, en realidad, ellos sabían mucho más que yo. Pronto, comprendí que algunas de mis decisiones no eran las mejores y les di la libertad de actuar según su experiencia. Alguien se encargó de cuidar a los animales, soltándolos de los carros, algo que había olvidado por completo.
...
La noche cayó, y habíamos logrado montar tres de las tiendas, suficientes para pasar la primera noche. Sin embargo, el trabajo no terminó allí. Algunos se quedaron encendiendo el fuego, mientras los demás guardábamos suministros dentro de una de las tiendas. Materiales como los de construcción se dejaron en cajas fuera, pero los alimentos y otros objetos sensibles al clima fueron almacenados con cuidado.
La cena fue sencilla: parte de las provisiones del carro y algunas bayas recolectadas durante el día. Aunque el tiempo fue breve, pude aprender un poco más sobre las personas que me acompañaban: sus nombres, de dónde venían y algo de sus oficios.
Al llegar la hora de dormir… surgió un gran problema. Organizamos turnos de vigilia, aunque sabía que los riesgos eran mínimos en esta etapa inicial. Aun así, este lugar seguía provocándome una sensación de opresión. Saber que estaba relacionado con una civilización desconocida y recordar a los aldeanos de Drácula no me daba mucha tranquilidad.
Dormir fue complicado. No solo por la falta de una cama cómoda, sino por el frío, que, aunque mitigado por las pieles y cobertores, seguía presente. Y luego estaba la ansiedad… la constante sensación de estar en una situación surrealista. No logré dormirme hasta altas horas de la noche, mientras mis compañeros no parecían tener problemas para conciliar el sueño.
Cuando amaneció, yo aún seguía dormido, recuperando el sueño perdido. Al despertar, me di cuenta de que era el único que quedaba en la tienda. Salí vi a todos ya ocupados en distintas tareas. La vergüenza me invadió.
Esa misma mañana enfrenté el segundo mayor problema desde que llegué aquí: el baño. No teníamos nada remotamente parecido a un sanitario, y el miedo a ser visto no me permitía relajarme lo suficiente para hacerlo. La idea de ir al bosque tampoco me resultaba atractiva, no solo por los peligros naturales, sino por los horrores sobrenaturales que podrían acechar allí.
A pesar de la incomodidad, pregunté cómo manejaban ese tipo de necesidades. Me señalaron un lugar apartado, lo suficientemente alejado del campamento para mantener la privacidad, pero no tanto como para perderlo de vista. Armado con una de las palas del campamento, me dispuse a cavar un hoyo. Sin duda, no era lo más agradable cuando las ganas apremiaban.
Tardé más de lo que hubiera querido por lo incómodo de la situación, y la higiene posterior fue todo menos sencilla. Así es la realidad para los que quisieron fundar su propio imperio; no todo es gloria. Después de tapar el agujero, regresé al campamento con la intención de hablar sobre los problemas que debíamos resolver de inmediato.
Llamé a todos para una reunión y planteé la urgencia de obtener agua, ya que no podíamos malgastar lo que teníamos en tareas como la que acababa de hacer. El leñador, el cazador y el pescador partieron a explorar en busca de la fuente de agua más cercana, mientras los demás nos quedamos trabajando en el campamento. El albañil detuvo la construcción de la casa por precaución, en caso de que tuviéramos que movernos. Los demás nos enfocamos en tareas inmediatas, como clasificar recursos, reunir leña para el fuego y recolectar cualquier alimento o material útil a la vista.
Tomé un hacha y me preparé para trabajar como leñador por primera vez en mi vida. Nunca había talado un árbol; lo más cerca que había estado era partir troncos ya cortados. Observé a mis compañeros, quienes, aunque no eran expertos como el leñador que salió a explorar, sabían más que yo. La distribución de los árboles era curiosa: en las afueras del bosque, los troncos no eran muy gruesos, quizás del ancho de una cabeza, pero al adentrarse un poco, la variedad aumentaba y algunos eran realmente imponentes.
El retroceso del hacha con cada golpe me obligaba a detenerme un instante entre uno y otro. El maldito árbol no era fácil de cortar, y claramente mi falta de habilidad era la principal razón. Mis compañeros trabajaban al doble de mi velocidad. Lograr derribar un solo árbol me dejó exhausto, y eso era solo el comienzo; aún quedaba partirlo en trozos más pequeños o arrastrarlo hasta el campamento.
Volví al campamento agotado, sintiendo con claridad la diferencia entre mis subordinados y yo. No estaba preparado ni acostumbrado para una vida como esta. Ahora comprendía mejor por qué a nosotros, los extranjeros, se nos otorgaban beneficios adicionales; sin ellos, la mayoría no lograría superar los desafíos de este nuevo mundo.
Ahora que estoy tomándome un descanso, creo que es buen momento para reflexionar una vez más sobre las reglas de este lugar.
El "nivel", como tal, es algo que solo afecta a los extranjeros, y se manifiesta como una forma de representar la asimilación de nuestra clase con nosotros mismos. A diferencia de los nativos, nosotros podemos elevarnos y avanzar fácilmente hacia nuevas evoluciones o combinaciones de clases, mientras que para ellos es más difícil, o mejor dicho, dificultad normal.
Verán, algunas clases siguen líneas evolutivas, pasando de un punto A a un punto C, con B en el medio. También existen bifurcaciones que te permiten tomar distintos caminos. El tema con las clases es interesante: hay clases de mayor nivel a las que, si tienes los medios adecuados, puedes acceder directamente, saltándote las anteriores. Sin embargo, esto implica perder los beneficios acumulados de las clases anteriores.
Por ejemplo, imagina a dos personas: el sujeto 1 elige la clase A, mientras que el sujeto 2 opta por la clase C, saltándose las clases A y B. El sujeto 2 obtiene una habilidad inicial más poderosa y puede entrenar en una clase fuerte desde el principio, dándole una ventaja temprana. El sujeto 1, en cambio, comienza con una clase débil y habilidades menos impresionantes, pero con el tiempo avanza a la clase B, acumulando los beneficios de las clases A y B, volviéndose más fuerte a largo plazo.
Ahí está el dilema. A corto plazo, el sujeto 2 tiene la ventaja, pero a largo plazo, el sujeto 1 puede superar a su rival gracias a las habilidades combinadas. Sin embargo, tomar una línea evolutiva directa también tiene su precio: para el sujeto 1, mejorar la clase C será tres veces más difícil que lo que le costó al sujeto 2.
Las características raciales funcionan, algunas de modo similar y otras de manera diferente. También pueden evolucionar y tienen sus propias líneas evolutivas, pero no mejoran con el nivel. Cada rasgo racial tiene métodos únicos para mejorar. Por eso no adquirí el rasgo [Aldeano Transilvano] porque no ofrecía beneficios inmediatos para mí como individuo, aunque sí podía ser útil aplicado en mi gente para liderarlo mejor. Además, no sabía cómo mejorarlo.
...
Habían pasado seis horas cuando nuestros exploradores regresaron sanos y salvos, lo cual fue un alivio. Les ofrecimos agua y algo de comida mientras esperábamos noticias.
"Líder, encontramos un pequeño caudal de agua no muy lejos, aproximadamente a una hora o una hora y media de caminata. Está dentro del bosque, pero la mayor parte del trayecto es terreno despejado."
"¿Qué tan grande es?" Pregunté.
"Es un río poco profundo, un adulto podría cruzarlo sin ahogarse. Nos servirá, pero si enfrentamos una sequía prolongada, no podremos depender únicamente de él."
"Bueno, ¿creen que es adecuado construir nuestra base aquí?" Pregunté al grupo.
"Mover todo consumirá tiempo y energía, y si planeamos construir más estructuras, yo sugeriría quedarnos donde estamos, pero dirigir las futuras construcciones hacia el río," respondió el albañil.
"Podemos usar los carros para transportar agua," comentó la tejedora.
Así se decidió cómo resolveríamos el problema del agua. Reanudamos la construcción de la primera casa y la instalación de las demás tiendas de campaña. Aunque teníamos cinco tiendas para tres personas cada una y solo éramos nueve, aún podíamos usarlas como almacenes temporales. Estas tiendas eran bastante buenas: resistentes tanto al daño como al clima, un artículo que cualquier imperio o persona en general desearía tener. Sin embargo, tenían una desventaja significativa: todas las tiendas entregadas a los participantes de [Funda tu Imperio] tenían una vida útil exacta de un año. Después de eso, desaparecerían sin dejar rastro.
Esa es una de las razones por las que quiero comenzar la construcción cuanto antes. La primera casa es esencial, y debemos tenerla lista antes de tres meses, ya que habrá un evento que la requerirá. Entre los recursos que obtuvimos de las cajas (aunque no todo estaba en cajas; también había,pero en menor medida, bolsas de piel, vasijas y algunos objetos envueltos en tela), teníamos suficiente material para construir una casa decente. Sin embargo, tras discutirlo, decidimos que lo mejor sería utilizar la menor cantidad posible de esos recursos y aprovechar los materiales naturales disponibles, reservando los otros para cuando queramos construir una casa más decente en el futuro.
...
Mi vida era dura, pero no tenía muchas opciones. Las noches eran difíciles de sobrellevar y, al levantarme, debía trabajar. Bueno, no era estrictamente obligatorio; podría quedarme sentado observando a los demás, pero eso sería una estupidez.
Todo era nuevo, pero al mismo tiempo sencillo. Fácilmente se volvería repetitivo para algunos. Quizás lo único que me ayudó a adaptarme fue el agotamiento diario, que me permitió acostumbrarme a tener un ritmo de sueño más regular en las noches.
Lo que realmente fue un evento destacable ocurrió al tercer día de estar aquí. Mientras daba órdenes, conseguí algo que había estado esperando: mi primera clase en la civilización '???', aunque no era exactamente lo que esperaba.
[Clase agregada al registro: "Esclavo"]
Cunado lo vi me sorprendi, si , de hecho, muchos imperios tienen sistemas de esclavitudo similares, asi que no era algo realmente sorprendente, pero que lo consiguiera antes que cualquier clase de trabajo normal era lo sorprendente. Esta civilizacion era oscura.
De todas formas, con esta clase podía llenar ese vacío que tenía pendiente. No era la elección más agradable: convertirme en un esclavo. Sin embargo, gracias a ciertos vacíos legales, técnicamente sería esclavo de mí mismo, solo yo podría darme órdenes o revocar mi estatus. A diferencia de otras clases, la de esclavo no es fácil de cambiar, pero no tenía nada que perder. Era una habilidad más, y si en el futuro obtenía otra clase, siempre podría cambiarla.
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[Lyricus]
Raza: [Ninguno]
Clase: [Trabajador (2/100)], [Esclavo], [Líder (2/100)], [Amo de Esclavos(1/100)]
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Habilidades:
- Maestro de todos los oficios (Común)
- Pequeño Líder (Común) [5/5]
- Amo Inferior (Plata) [3/3] [0/2]
- Resistencia al Cansancio (Diamante)
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Clasificación/Título: [Ninguno]
Región/Territorio: [Tierra Desconocida]
Civilización: [???] [Neutro]
Dominio: Pequeño Campamento
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"¡Diamante!" grité emocionado, y luego recordé algo importante que no habia considerado.
Verán, como mencioné antes, si tienes una habilidad que ya has desarrollado en este mundo, la obtendrás automáticamente. Pero si la adquieres por medio de una clase, el nivel será aleatorio. Esto es cierto la mayoría de las veces, pero con una particularidad interesante. Hay probabilidades de obtener una habilidad entre los primeros cuatro niveles (de "Común" a "Oro"), sin embargo, si tienes suerte, puedes empezar con una habilidad de un nivel superior, aunque es muy raro.
Existen 301 cupos especiales: 1 habilidad de nivel mítico, 50 de nivel legendario y 250 de nivel héroe. Estos cupos son exclusivos para cada habilidad. Si tienes la fortuna de estar en ese pequeño grupo, serás uno de los pocos en el mundo con una habilidad de nivel superior. Aunque, con millones de personas, no esperaba tener suerte, quizas una pequeña ilusión en mi corazon, pero murio después de haber recibido solo habilidades comunes.
Pero luego están las habilidades de nivel diamante. Hay un total de 1000 cupos por habilidad, aunque no son exactamente 1000 personas en el mundo; son 1000 personas por cada civilización. En mi caso, pertenecía a la civilización '???', una totalmente nueva, en la que yo era el único miembro. Esto me colocaba automáticamente dentro de esos 1000 cupos.
Estaba extasiado. Esto significaba que si conseguía otras clases en el futuro, podría tener la misma ventaja. Aunque no estoy seguro si esto aplica solo para la primera clase o también para las futuras.
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[Resistencia al Cansancio (Diamante): Reducción del cansancio en un 25%]
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