Me dirijo hacia la puerta de salida del departamento, giró la perilla y dejó que Haruki salga primero. Antes de cerrar, veo el reloj al fondo que marca las 7:45; ya es un poco tarde. Cierro la puerta con llave, y mientras volteo y camino hacia las escaleras, le digo a Haruki:— Tenemos que apresurarnos, hermana, solo tenemos 15 minutos para llegar al auditorio. Ella, con cara asombrada, me agarra de la mano y me dice:— Se nos ha hecho tarde, te dije que si no te apurabas llegaríamos tarde, tonto. Tendremos que correr un poco. (Levantando los brazos de forma despreocupada)— Realmente no tengo ganas de correr para llegar a una ceremonia que muy probablemente empieza retrasada. ¿Qué tal si tú te adelantas y yo...?Antes de acabar, me arrastra con ella corriendo. Bajamos las escaleras del complejo, creo que es mal momento para vivir en un séptimo piso.— Oye, espera. ¿Qué tal si me sueltas y te adelantas de igual forma? Yo n...Con una expresión seria, aún sin soltarme de la mano y sin dejar de correr, me dice:— Claro que no. Si te dejo aquí, se nos hará tarde a ambos. No pienso dejarte fuera de esto, así que no disminuyas la velocidad.Rayos, ella es muy terca cuando se tiene un compromiso. Pensándolo bien, no veo a ningún estudiante cerca caminando o corriendo por esta amplia calle. Es muy raro, aunque supongo que si nos apuramos llegaremos a tiempo. Es una ventaja para todos los estudiantes que los grupos de complejos tengan un camino que conecte con la academia. Es la segunda vez que vengo por este camino, el cual es bastante amplio como para que todos los residentes del grupo de complejos vayan al mismo tiempo a la academia. A los costados, delimitando el camino, hay una serie de cerezos floreciendo en todo su esplendor. ¿Así que ya estamos en esa época del año, en el calendario del dragón? No soy mucho de apreciar este tipo de escenarios, pero supongo que se ve bien.Al fondo, y cada vez más cerca, se logra ver la academia, o debería decir los planteles, ya que de hecho toda la academia es enorme. A pesar de estar viviendo aquí desde hace un par de meses, aún no la recorrió por completo. Es tan grande que se puede considerar del tamaño de un territorio feudal.Por lo que sé, la escuela es algo así como un santuario donde no está permitida la guerra ni conflictos de ese estilo. Esto es porque en la cima de la academia gobierna una Diosa. Pero realmente no presté atención cuando nos dijeron esto la primera vez. La primera vez que llegué aquí me dolió la cabeza por tanta información que recibimos por parte de un profesor. Todo esto es nuevo para nosotros; espero acostumbrarme pronto a este lugar.— Hermano, ya casi llegamos, ¡lo hemos conseguido! —menciona con una expresión de alegría.— Tienes razón, pero ya suelta mi mano. Ya me está empezando a doler el brazo.Ella me suelta la mano y, haciendo un puchero mientras seguimos corriendo, me dice:— Es tu culpa, tonto. Si no lo hacía así, te habrías quedado atrás. ¡Mira al frente, un estudiante! —señala con su dedo a un estudiante—. Es el primero que encontramos y tiene el mismo uniforme que yo.Miro hacia la dirección de su dedo y, aunque aún lejos, alcanzó a ver a una chica con características que nunca había visto: orejas sobre su cabeza como si fuera un gato, e incluso tiene... ¿una cola delgada? Con incredulidad le pregunto a mi hermana:— Oye, ¿eso no es una cola de animal?— ¿Que ya se te olvidó? Recuerda que estamos en la academia de cadetes. Todas las razas del mundo vienen aquí a aprender. Eso nos lo explicó el profesor Yukimura el mes pasado.Cierto, creo que ese profesor dijo algo sobre las diferentes razas. Pero no es tiempo de pensar en eso, hemos llegado. Lo primero que se ve al llegar a la institución es la puerta enorme que da entrada al auditorio, una entrada muy ostentosa, diría yo, de aproximadamente 6 metros de alto y 5 de ancho, hecha de madera y enmarcada en algo brillante de color amarillo. No sé qué es, pero lo importante es que giró mi cabeza hacia Haruki, y antes de poder decir algo, ella grita:— ¡¿Qué es esto?! ¿Por qué la puerta está cerrada? Se supone que todavía no son las 8:00.Enojada, voltea a todos lados buscando a alguien para ayudarnos, hasta que ve a un grupo de cuatro guardias custodiando la entrada en un costado. Llevaban un uniforme similar al mío, pero totalmente negro, con una boina negra en la cabeza. Haruki se dirige hacia ellos un poco más calmada.— Señores guardias, ¿por qué está cerrada la puerta?Uno de ellos se acerca y le responde con una voz firme:—La ceremonia empieza a las 8:00 y todos los estudiantes deben estar adentro antes de las 7:50. Una vez pasada la hora de entrada, se debe cerrar la puerta.—No se nos informó de esto antes. ¿Cree que podría hacer una excepción, como con la chica que acaba de entrar?Haruki lo mira de forma desafiante. Es muy astuta, pero tiene razón. ¿Por qué la otra chica gato pudo pasar y nosotros no? Miro a los demás guardias, que se nos quedan viendo. Uno de ellos se dirige al guardia que estaba hablando con mi hermana.— Oye, mira su uniforme. ¿No es el uniforme especial de la clase A?Ellos ven el uniforme de mi hermana y dicen:— Tienes razón, es como el de la chica que acaba de pasar.— ¿Lo ves? Te meterás en problemas si no la dejas ingresar.(Chasqueando la boca, le habla a Haruki)— Está bien, puedes pasar. Sígueme.Al seguirlo, abre una puerta de tamaño normal por la que ingresó la otra chica. Haruki y yo nos acercamos para pasar. Primero pasa Haruki, pero cuando yo iba a pasar, el guardia me detiene, agarrándome del hombro.— Oye, oye, ¿qué tratas de hacer?— Pues... ¿pasar? —le contesto, confundido.— Solo ella puede pasar. Tú no pareces ser de la clase A —me mira enojado.Mi hermana se da cuenta al instante de lo que pasa. Se dirige al guardia y le dice, con semblante enojado:— Él es mi hermano, y si él no pasa, le diré a los profesores que actuaste incorrectamente al no dejarme pasar.— Él no puede pasar. Como guardia, solo puedo dejar pasarla a usted.Otro guardia, un poco diferente a los demás, con una voz calmada y una expresión que parecía no importarle lo que sucedía, le dice:— Solo déjalos pasar. A nadie le importa si él entra o no, pero la chica es diferente; ella debe estar ahí.— Como usted diga, sargento.El tipo me soltó y me dejó pasar. De reojo, volteé para ver al sujeto que dio la orden. Al hacerlo, noto que él me está mirando fijamente. Con una sonrisa despreocupada, levanta la mano como despidiéndose. Me volteo rápidamente. ¿Por qué actúa tan despreocupado? ¿Realmente Haruki es tan importante? Al frente noto que Haruki me ve.— Oye, hermanito, ¿estás bien? ¿Él no te apretó muy fuerte, verdad? Porque de ser así, lo mato —lo dijo con una expresión sombría en la cara.— No te preocupes, hermana, estoy bien. Más importante, ahí adelante están los asientos, vamos.Me sostiene la mano y me dice:— Perdón, hermano, pero en esta ocasión me tendré que sentar en otro lugar. La otra vez me dijeron que me asignarían un lugar. Pero no te preocupes, no porque estemos separados significa que voy a dejar de amarte como hermano.—Está bien, no te preocupes —se lo digo con una mirada vacía.— Prometo esperarte en la salida, hermanito. (Mientras me acomoda mi corbata) No te duermas y presta atención a la ceremonia. Seguramente darán información importante.Después de decirme eso, ella se va por el lado derecho del auditorio y yo sigo caminando recto hacia los lugares designados para mi clase, buscando algún lugar desocupado. De hecho, no hay muchos lugares ocupados en este grupo. ¿Será que no hay muchos estudiantes aquí? O acaso es porque estoy en la clase F. No, viendo bien, solo desde la clase C en adelante están llenos, y son los que están del lado derecho del auditorio.Soltando un suspiro, encuentro mi lugar. Supongo que ocuparé uno de los asientos de atrás. Mirando a los demás, noto que solo hay cinco estudiantes, sin contarme, sentados en este grupo. Tomo una silla y me siento.