La tensión en el aire era palpable. Liu Fang miraba a Lian con una mezcla de confusión y pesar. La determinación que había sentido al hablar de redención y cambio se desvaneció ante la verdad cruda de su propia realidad.Lian: (con frustración) ¿Es eso todo lo que tienes para ofrecer? ¿Escapar de tu pasado y esconderte aquí, en un pueblo olvidado?Liu Fang: (con voz quebrada) No lo entiendes. Solo quiero una vida tranquila. No quiero más conflictos, más guerras. Estoy cansado de la lucha y del sufrimiento que he causado.Lian lo miró fijamente, sus ojos brillando con una mezcla de incredulidad y desilusión. Ella había esperado encontrar a alguien que estuviera listo para enfrentarse a sus demonios, para luchar por un futuro mejor. Pero en su lugar, estaba viendo a un hombre que se había rendido.Lian: (fría) ¿Eso es todo? ¿Dejar que el pasado te consuma porque no quieres luchar? No puedes simplemente ignorar lo que hiciste, Liu Fang. Las sombras no se desvanecen solo porque decidas cerrar los ojos.Liu Fang sintió que el peso de sus decisiones caía sobre él como una losa. Había tratado de escapar de su historia, de lo que había sido, pero ahora se daba cuenta de que era imposible.Liu Fang: (con determinación, pero también resignación) No estoy escapando, Lian. Solo estoy eligiendo un camino diferente. Ya no quiero ser el tirano, no quiero seguir la senda de la guerra. Solo quiero vivir en paz, aunque eso significa dejar atrás todo lo que fui.La respuesta de Liu Fang dejó a Lian en silencio. Ella sabía lo que era vivir bajo el peso de las decisiones, pero el miedo a enfrentar su pasado también la llenaba de confusión.Lian: (en voz baja) A veces, no tenemos la opción de elegir paz. A veces, el pasado nos encuentra, incluso si tratamos de escondernos de él.Un Camino sin RetornoLiu Fang sintió que su corazón se hundía. Aunque quería creer que había dejado atrás sus viejas ambiciones, sabía que su historia aún no había terminado. La paz era un sueño lejano, y el destino parecía estar preparándole una confrontación inevitable.Liu Fang: (con tristeza) Quizás... quizás no pueda escapar de lo que fui. Pero no quiero volver a ese camino. No quiero que otros sufran por mis decisiones.Lian lo observó, su corazón dividido entre la comprensión y la frustración.Lian: (con un suspiro) Elige lo que quieras, Liu Fang. Pero no creas que esto ha terminado. El pasado tiene una forma de regresar, y no siempre con buenas intenciones.La Partida de LianCon una mirada de tristeza, Lian se dio la vuelta y se alejó, dejando a Liu Fang solo en el claro. La conversación había dejado una profunda marca en su alma. ¿Había tomado la decisión correcta? ¿Realmente podía ignorar lo que había sido y vivir en paz?El silencio del bosque lo envolvió, y mientras contemplaba las sombras de los árboles, Liu Fang sintió que la lucha por su propio ser apenas comenzaba.La Vida en el Pueblo de CenizasDías después de la inesperada visita de Lian, la vida en el pueblo de Cenizas continuó. Liu Fang intentó sumergirse en las tareas cotidianas, en la tranquilidad que había deseado tanto, pero había un vacío en su corazón. El eco de la conversación con Lian lo perseguía.Mientras Bai Wei, Yue Lan y Yan Ling se sumergían en la vida del pueblo, Liu Fang comenzó a darse cuenta de que la paz no solo era un refugio de las batallas, sino también una lucha interna.Los Ecos del PasadoLas noches se convirtieron en un campo de batalla personal, donde los recuerdos de su antiguo yo luchaban contra su deseo de redención. Se despertaba en medio de la noche, sudoroso, atormentado por visiones de sus antiguas conquistas y de aquellos a quienes había perdido.Aunque había querido una vida pacífica, su pasado seguía regresando, susurros en la oscuridad que le recordaban lo que había hecho, lo que había perdido, y lo que aún podía perder.El Dilema de Liu FangLiu Fang sabía que debía enfrentar su pasado, no solo por sí mismo, sino por aquellos que aún podrían ser afectados por sus decisiones. La tranquilidad que había anhelado no era simplemente una elección, era una batalla que debía librar.El miedo a lo que Lian había mencionado, la posibilidad de que sus antiguos generales volvieran a encontrarlo, lo mantenía alerta. Sabía que debía prepararse, no solo para su propia lucha, sino para lo que pudiera venir.Un Nuevo AmanecerMientras el sol se alzaba en el horizonte, Liu Fang se armó de determinación. La vida que había deseado estaba más cerca de lo que pensaba, pero también requería valor para enfrentarse a lo que había sido. Tal vez, solo tal vez, podría encontrar una forma de reconciliar su pasado con el presente.
El camino hacia la paz sería complicado, lleno de decisiones difíciles. Pero Liu Fang estaba dispuesto a enfrentarlo. No podía cambiar lo que había hecho, pero podía decidir cómo iba a vivir a partir de ahora. La vida en el pueblo de Cenizas podría ser el nuevo comienzo que tanto anhelaba, siempre que estuviera listo para luchar por ello.