Había pasado un año Assath, en su casa, se dedicaba a revisar documentos antiguos y realizar estudios sobre técnicas arcanas y viajes temporales. Su espacio de trabajo estaba lleno de pergaminos, libros antiguos y artefactos misteriosos, y mientras trabajaba, su mente se centraba en cómo mejorar sus habilidades y prepararse para futuros desafíos. A pesar de la intensidad de su trabajo, mantenía una actitud de calma y concentración.
Mientras tanto, en el pueblo de Valeria, Lulu asistía a una escuela pública, destacándose por su actitud positiva y resiliente. A pesar de las dificultades que enfrentaba en su vida diaria, siempre encontraba maneras de mantener el ánimo y motivar a quienes la rodeaban. Su sonrisa contagiosa y su actitud optimista le ganaban el cariño de sus compañeros y profesores. En la escuela, Lulu se destacaba en sus estudios, utilizando su energía positiva para superar obstáculos y ayudar a los demás a hacer lo mismo.
El contraste entre la vida de Assath, inmersa en estudios y preparativos para el futuro, y la de Lulu, disfrutando de su vida cotidiana con una actitud positiva, destacaba la diversidad de enfoques y desafíos en sus respectivos mundos.
Lulu, tras un día positivo en la universidad, se sentó frente a su computadora con una sonrisa. Abrió su navegador y comenzó a explorar diferentes sitios en Internet. Navegó por redes sociales, leyó noticias y buscó contenido que la inspirara y mantuviera su ánimo elevado. Se sumergió en artículos sobre temas que le interesaban, desde novedades en ciencia hasta historias motivacionales.
De repente, un artículo en particular llamó su atención: "Historias de héroes y sus luchas a lo largo del tiempo". Intrigada, hizo clic en el enlace y comenzó a leer sobre figuras históricas y personajes míticos que habían superado adversidades y habían dejado su huella en el mundo. Aunque no sabía cómo, sentía que había una conexión especial con las historias de perseverancia y coraje.
Alpaca, Shyki y Fran, estudiantes que solían desorientarse y ser poco organizados en sus estudios, estaban sorprendidos cuando sus maestros les asignaron un proyecto sobre la importancia de héroes y villanos en la historia y en la sociedad. La tarea consistía en explorar cómo estos personajes influencian las narrativas culturales y cómo sus acciones pueden afectar tanto a la historia como a la moralidad.
Desconcertados por la tarea, comenzaron a investigar y a debatir entre ellos. A medida que profundizaban en el tema, comenzaron a entender cómo los héroes, con sus virtudes y sacrificios, pueden inspirar a las personas y traer esperanza, mientras que los villanos, a través de sus acciones y motivaciones, pueden servir como advertencias sobre lo que se debe evitar.
Conforme avanzaban en el proyecto, se dieron cuenta de que el estudio de héroes y villanos no solo era una manera de mejorar sus calificaciones, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los valores y principios que moldean el comportamiento humano. Esta nueva perspectiva los motivó a organizarse mejor y a involucrarse más en su aprendizaje, encontrando un propósito en la exploración de estos temas.
Victor llegó al parque, donde se sentó en una banca mientras pensaba en lo que su esposa le había pedido. A lo lejos, observó a los cinco jóvenes, que se encontraban en una conversación animada sobre sus estudios y proyectos. Lulu, Assath, Alpaca, Shyki y Fran notaron su presencia, ya que su aura de maldad era palpable.
Assath, con su capacidad para percibir energías, sintió algo inquietante en el aire y se acercó cautelosa. Lulu, intrigada por la actitud del desconocido, decidió seguirla. Alpaca, Shyki y Fran, impulsados por la curiosidad, también se unieron al grupo.
Victor, al notar la presencia de los jóvenes, se giró lentamente. Con una expresión de sorpresa y preocupación, les dirigió unas palabras.
-¿Parece que me han seguido? -dijo Victor, intentando disimular su malestar. Su intención era simplemente realizar un encargo para su esposa, pero la presencia de estos jóvenes le había perturbado.
Assath, con una mirada seria, preguntó:
-¿Estás bien? Hay algo extraño en tu energía.
Victor, reconociendo la habilidad de Assath, sonrió levemente.
-Solo estoy aquí para hacer un recado. No se preocupen por mí.
Lulu, siempre positiva, trató de aliviar el ambiente.
-¿Necesitas ayuda con algo? Estamos aquí para ayudar.
Victor, al ver la amabilidad y la preocupación en sus rostros, se sintió momentáneamente conmovido.
-Gracias, pero solo necesito un poco de tiempo para mí. A veces, todos necesitamos un respiro.
Con una ligera inclinación de cabeza, Victor se levantó y se dirigió al mercado para completar su encargo. Los jóvenes se quedaron en el parque, reflexionando sobre el encuentro y la extraña energía que había sentido. La experiencia les dejó una impresión duradera, recordándoles que incluso en su vida cotidiana, podrían encontrar personas y situaciones que desafían sus percepciones.
Victor salió del parque, alejándose con paso firme. A medida que se distanciaba, su poder emanaba con una intensidad abrumadora que parecía afectar el entorno a su alrededor. La energía que desprendía era tan poderosa que el aire mismo parecía vibrar con su presencia.
Lulu, Assath, Alpaca, Shyki y Fran se quedaron estupefactos, sintiendo el cambio en el ambiente. La sensación era tan intensa que les resultaba difícil respirar. La energía que antes parecía contenerse ahora se expandía, y el peso de su poder era palpable.
-¿Qué está pasando? -preguntó Lulu, mirando a los demás con preocupación.
Assath, intentando comprender la magnitud de la energía, dijo:
-Lo que acabamos de sentir... no es normal. Es como si estuviera extendiéndose por todo el mundo.
Alpaca, Shyki y Fran, aún intentando asimilar la situación, intercambiaron miradas de incertidumbre. La atmósfera a su alrededor estaba cargada con una presión que parecía incesante, y el impacto de la energía era tan fuerte que resultaba casi doloroso.
Victor, por su parte, continuó su camino sin mirar atrás. Sabía que su presencia era perturbadora, pero tenía un propósito claro: cumplir con su encargo para su esposa y luego regresar a su vida cotidiana. Sin embargo, el peso de su poder y las emociones que llevaba consigo eran una carga constante.
A medida que se alejaba, la intensidad de la energía comenzó a disminuir gradualmente, pero la impresión que había dejado en los jóvenes era innegable. La experiencia había sido un recordatorio de la fuerza y la complejidad que a veces se escondían detrás de las apariencias, y les había dejado una sensación profunda de respeto y cautela hacia las fuerzas que no comprendían completamente.
Victor se deslizó por el aire a una velocidad asombrosa, atravesando el espacio a una velocidad que hacía que el viento a su alrededor se convirtiera en una estela de presión y turbulencia. Su destino era El Salvador, un lugar al que se dirigía con determinación.
Lulu y Assath, conscientes de la magnitud del poder que acababan de presenciar, decidieron tomar medidas drásticas. Se dirigieron rápidamente a un centro de transporte en el que esperaban encontrar vehículos adecuados para seguir a Victor. En un alarde de rapidez y coordinación, aseguraron un vehículo volador, un moderno dron con capacidad para altas velocidades.
Mientras tanto, Alpaca, Shyki y Fran también estaban en busca de un medio para alcanzar a Victor. Buscaban en estaciones de transporte y lugares cercanos, tratando de encontrar algo que pudiera igualar la velocidad del poder de Victor. Finalmente, encontraron una nave rápida en un centro de alquiler cercano, adecuada para su misión.
Con los medios de transporte asegurados, Lulu y Assath despegaron en su dron, mientras que Alpaca, Shyki y Fran abordaron su nave. Ambos grupos se dirigieron hacia El Salvador, sus vehículos cortando el aire con gran rapidez y determinación, tratando de no perder la estela de Victor mientras este continuaba su vuelo hacia su destino.
El paisaje se extendía a gran velocidad bajo ellos, y la distancia se reducía mientras avanzaban, cada grupo enfocado en alcanzar a Victor y descubrir el propósito detrás de su inesperada visita.
Victor aterrizó con firmeza en el suelo de El Salvador, justo frente a su hogar. Su presencia era tan abrumadora que el aire a su alrededor parecía temblar. La magnitud de su poder ahora no solo envolvía el planeta, sino que se extendía a través del multiverso y el universo, creando una sensación palpable de energía que resonaba en todo el espacio.
Mientras Victor caminaba hacia su casa, su aura de poder emanaba una mezcla de determinación y desesperación. Cada paso parecía hacer vibrar el suelo, y la energía que irradiaba se sentía como una presión constante, casi como si el mismo espacio estuviera resistiendo su presencia.
En ese momento, Lulu, Assath, Alpaca, Shyki y Fran, aún en sus respectivos vehículos, llegaron a la ciudad y comenzaron a buscar a Victor. Sus medios de transporte se ajustaron a la velocidad de la búsqueda, moviéndose rápidamente hacia la dirección que Victor había tomado.
Lulu y Assath, al ver la intensidad del poder que Victor estaba emitiendo, intercambiaron miradas preocupadas. Sabían que estaban a punto de enfrentarse a algo mucho más grande de lo que habían anticipado. Decidieron que su enfoque debería ser abordar la situación con cautela y entender el propósito detrás de este poder abrumador.
Mientras tanto, Alpaca, Shyki y Fran estaban igualmente impactados por la magnitud del poder. Sin embargo, su curiosidad y el deseo de entender lo que estaba ocurriendo los impulsaron a seguir adelante. Sabían que lo que estaban presenciando era algo que podría cambiar su percepción de la realidad.
Victor, ya en la puerta de su casa, tomó un momento para respirar profundamente. La familiaridad del lugar le ofrecía un breve respiro, aunque su mente estaba ocupada con pensamientos y sentimientos encontrados. Mientras abría la puerta y entraba en la casa, su aura de poder comenzó a estabilizarse, permitiendo que la energía se disipara gradualmente, pero su presencia aún era intensa y abrumadora.
En el exterior, los cinco jóvenes continuaron su búsqueda, ajustando sus estrategias para abordar la situación de la manera más efectiva posible, sabiendo que se enfrentaban a un desafío que trascendía su comprensión habitual.
Victor entró a la casa, sintiendo una mezcla de alivio y tensión al estar rodeado por su familia. María y Luci estaban en la sala de estar, preparando un ambiente acogedor para pasar el tiempo en familia. Su hijo José jugaba alegremente en una esquina de la sala, mientras el bebé en camino aún no mostraba signos de movimiento.
Con una sonrisa cansada, Victor se acercó a María y Luci, entregándoles las compras que había traído. María recibió una bolsa con productos que había solicitado, y Luci recibió una caja con los artículos que había pedido. Ambas esposas lo miraron con cariño y gratitud, apreciando el esfuerzo de Victor a pesar de su estado evidente de agotamiento.
Victor luego se dirigió hacia José, sacando un pequeño juguete de su bolsa. El niño, al ver el juguete, dejó escapar una sonrisa radiante y corrió hacia él emocionado. Victor se arrodilló para entregarle el juguete, disfrutando de la felicidad que esto le brindaba a su hijo.
Mientras todos se reunían en la sala, comenzaron a charlar sobre los eventos recientes y la vida en general. El ambiente en la casa estaba lleno de calidez y amor, proporcionando a Victor un breve respiro de la pesada carga que llevaba. La conversación giraba en torno a los planes para el futuro, los pequeños logros cotidianos y las esperanzas para la llegada del nuevo miembro de la familia.
María y Luci se turnaron para hablar sobre sus propias experiencias y cómo estaban manejando la vida con el nuevo embarazo, mientras Victor escuchaba atentamente, apoyando y participando en la conversación.
Aunque el poder de Victor seguía presente en el fondo, en ese momento, lo que más importaba era estar con su familia y disfrutar de esos momentos simples de conexión y afecto. El día transcurría en una atmósfera de normalidad y tranquilidad, brindando a Victor un merecido respiro de sus preocupaciones y conflictos externos.
Assath, Lulu, y los tres chicos avanzaban por la zona rural de El Salvador, atravesando campos y pequeñas aldeas en busca de Victor. Aunque la búsqueda no era fácil, su determinación y el sentido de urgencia los mantenían motivados.
Assath, con su habilidad para rastrear y su experiencia en situaciones críticas, guiaba al grupo. Lulu, que había mantenido un contacto constante con los chicos, intentaba mantenerse optimista, mientras que Alpaca, Shyki y Fran contribuían con su energía y entusiasmo, a pesar de su falta de experiencia.
La zona rural estaba llena de paisajes naturales, con colinas onduladas y campos verdes extendiéndose hasta donde alcanzaba la vista. Las carreteras eran estrechas y serpenteantes, lo que hacía que el viaje fuera desafiante. Los chicos discutían entre ellos, tratando de establecer la mejor estrategia para encontrar a Victor.
Lulu, mientras miraba el horizonte, dijo: "Si Victor ha estado aquí, debe haber dejado alguna señal. Tal vez podamos encontrar algo que nos indique su presencia."
Assath asintió y agregó: "Estamos buscando una fuente de energía muy poderosa. Si está cerca, deberíamos ser capaces de detectarla, aunque no sabemos cómo puede estar disimulada."
Fran, mirando a su alrededor con cautela, comentó: "Este lugar es grande. ¿Qué tal si intentamos dividirnos en grupos y buscar en diferentes direcciones? Podría aumentar nuestras posibilidades de encontrarlo."
Después de discutirlo, decidieron dividirse en grupos. Assath y Lulu se dirigieron hacia el oeste, mientras que Alpaca, Shyki y Fran se dirigieron al este. Se mantendrían en contacto por radio, coordinando sus esfuerzos mientras buscaban señales de Victor.
Mientras tanto, Victor continuaba en su hogar, disfrutando del tiempo con su familia, sin saber que su presencia estaba siendo buscada. Su poder seguía resonando a nivel cósmico, pero en ese momento estaba concentrado en el bienestar de sus seres queridos.
Fin.