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Chapter 5 - Episodio 5: Una buena amistad.

Pasó un mes desde la intensa batalla contra Vapelunar, Natkit y Nokstradamos. El mundo había comenzado a recuperar su equilibrio, y la vida de Victor y sus amigos volvía lentamente a la normalidad.

En un día soleado de verano, un resplandeciente portal se abrió en una tranquila plaza del centro de la ciudad. De él, emergieron dos jóvenes, una chica llamada Milex y su amigo Jarry, ambos de 18 años. La confusión y la curiosidad se reflejaban en sus rostros mientras miraban alrededor, tratando de entender dónde estaban y cómo habían llegado allí.

Milex, con su cabello largo y oscuro, llevaba una mochila llena de suministros, mientras que Jarry, un chico alto y delgado con una expresión decidida, sostenía un pequeño dispositivo que parecía haber sido el causante de su inesperado viaje.

"¿Dónde estamos?" preguntó Milex, mirando a Jarry con preocupación.

"No lo sé," respondió Jarry, observando el dispositivo en sus manos. "Algo salió mal. Este portal no debería habernos llevado aquí."

A medida que exploraban el lugar, comenzaron a notar las diferencias en el entorno. La arquitectura, la tecnología y la gente eran ligeramente diferentes a lo que conocían. Se dieron cuenta de que estaban en un mundo paralelo, uno muy distinto al suyo.

Milex y Jarry caminaban por la ciudad, sintiéndose como extraños en un lugar familiar y desconocido a la vez. Todo parecía ligeramente fuera de lugar, desde las señales de tráfico hasta las conversaciones que captaban al pasar. Aunque las personas eran humanas, había algo en la atmósfera que les recordaba constantemente que no estaban en su propio mundo.

Mientras avanzaban, intentaban absorber todo a su alrededor. Las tiendas, los vehículos y la arquitectura urbana eran similares pero diferentes a lo que estaban acostumbrados. La tecnología parecía un poco más avanzada, y había una sensación de energía vibrante en el aire.

"No puedo creer que estemos en un mundo paralelo," murmuró Jarry, observando a una familia que pasaba. "Es como si estuviéramos en una versión alterna de nuestro hogar."

Milex asintió, perdida en sus pensamientos. "Sí, todo es tan... extraño. Pero al mismo tiempo, me siento como si pudiéramos encontrar respuestas aquí. Tal vez alguien más haya pasado por lo mismo."

Después de eso ellos salieron del lugar un poco incómodos, Milex y Jarry, aún desconocidos en este nuevo mundo, caminaban por las calles de la ciudad, maravillándose de la reconstrucción y del espíritu comunitario que reinaba. Aunque no conocían a Victor ni a los héroes que habían salvado la ciudad, sentían una profunda admiración por ellos al leer las noticias y ver los resultados de sus esfuerzos.

Mientras exploraban, pasaron junto a un parque donde la gente se reunía para celebrar un festival comunitario en honor a los héroes. La música llenaba el aire, y las risas de los niños jugando resonaban por todas partes. Milex y Jarry decidieron unirse a la festividad para conocer más sobre la historia de este mundo.

Se acercaron a un puesto de información donde un voluntario estaba repartiendo folletos sobre la batalla y la reconstrucción. Milex tomó uno y comenzó a leer en voz alta: "Después de la gran batalla que devastó parte de la ciudad, los héroes se unieron para no solo reconstruir, sino mejorar nuestra comunidad. Victor y sus aliados han sido fundamentales en este esfuerzo, trabajando incansablemente para asegurar que la paz y la prosperidad reinen nuevamente."

Jarry miró a su alrededor, impresionado. "Es increíble ver cómo han superado tanto en tan poco tiempo. Tal vez podamos aprender algo aquí."

Mientras exploraban el festival, Milex y Jarry se encontraron con una serie de murales que narraban la historia de la batalla y la posterior reconstrucción. Cada imagen mostraba a los héroes en acción, trabajando juntos para salvar la ciudad y luego reconstruirla. Había murales dedicados a Victor, mostrando su valentía y liderazgo. Este mural se compone de fotos de héroes caído, etc.

Una anciana, que estaba sentada cerca de los murales, los vio observando con interés y se acercó a ellos. "¿Es su primera vez en nuestra ciudad?" les preguntó amablemente.

Milex asintió. "Sí, llegamos hace poco y estamos tratando de entender todo lo que ha pasado aquí."

La anciana sonrió. "Esta ciudad ha pasado por mucho, pero hemos salido más fuertes. Los héroes, especialmente Victor, han sido una inspiración para todos nosotros. Si quieren saber más, pueden hablar con la gente aquí. Todos tienen una historia que contar sobre cómo hemos reconstruido nuestras vidas."

Con esas palabras en mente, Milex y Jarry continuaron explorando, decididos a aprender tanto como pudieran sobre este nuevo mundo y sus héroes. Aunque no conocían a Victor personalmente, sentían una conexión con él y con la comunidad que había ayudado a salvar.

Mientras Milex y Jarry continuaban explorando, notaron que algunos murales habían sido vandalizados. Pintadas y garabatos cubrían partes de las imágenes, y un grupo de jóvenes se reía mientras añadían más desfiguros.

"Eso es una falta de respeto," comentó Milex, disgustada por el acto de vandalismo.

Uno de los jóvenes se giró hacia ellos y se rió. "¿De verdad les importa? No saben lo que hizo Victor. No es el héroe que creen."

Intrigados, Milex y Jarry se acercaron a la anciana que les había hablado antes. "¿Qué quiso decir ese joven?" preguntó Jarry.

La anciana suspiró, su expresión se volvió más seria. "Victor ha hecho muchas cosas buenas por esta ciudad, pero también ha tenido que tomar decisiones muy difíciles. Durante las batallas, muchas vidas se perdieron. Algunos lo ven como un héroe, pero otros lo ven como un genocida."

Milex y Jarry se miraron, sorprendidos. "¿Por qué lo llamarían genocida?" preguntó Milex.

"Hubo una batalla muy intensa," explicó la anciana. "Victor y sus aliados tuvieron que enfrentarse a fuerzas que amenazaban con destruirlo todo. En el proceso, muchas personas inocentes murieron. La gente aún debate si fue un sacrificio necesario o una tragedia evitable. Algunos jóvenes que perdieron a sus familias en esos conflictos no pueden perdonarlo."

Jarry asintió lentamente, entendiendo la complejidad de la situación. "Es difícil juzgar sin conocer toda la historia."

"Exactamente," dijo la anciana. "Victor ha hecho todo lo posible para ayudar a la gente y reconstruir, pero las heridas de la guerra son profundas. Para entender realmente lo que sucedió, necesitarán escuchar diferentes perspectivas."

Con una nueva comprensión de la controversia que rodeaba a Victor, Milex y Jarry decidieron seguir investigando. Había más en la historia de lo que habían imaginado, y estaban decididos a descubrir la verdad sobre Victor y las decisiones que había tomado, tanto buenas como malas.

La anciana miró a Milex y Jarry con ojos llenos de tristeza y resignación. "Victor fue un genocida," dijo con voz temblorosa. "Durante las batallas, sus decisiones llevaron a la muerte de miles de personas inocentes. Para algunos, es un héroe que salvó al mundo de un mal mayor, pero para otros, es el responsable de una gran tragedia."

Milex frunció el ceño, tratando de comprender. "¿Por qué lo hizo?" preguntó.

La anciana suspiró profundamente. "Fue una época oscura. Las amenazas que enfrentábamos eran terribles, y Victor creyó que no tenía otra opción. Se vio obligado a tomar decisiones difíciles, sacrificando a muchos para salvar a muchos más. Pero esas decisiones han dejado cicatrices profundas en nuestra sociedad."

Jarry asintió lentamente, procesando la información. "Entonces, ¿cómo lo ve la gente ahora?"

"Es complicado," respondió la anciana. "Algunos lo veneran como un salvador, mientras que otros lo condenan como un monstruo. La verdad es que no hay una respuesta sencilla. Victor hizo lo que creyó necesario, pero las consecuencias de sus acciones siguen afectándonos hasta hoy."

Milex y Jarry se miraron, comprendiendo que la historia de Victor era mucho más compleja de lo que habían imaginado. A medida que continuaban su camino, sabían que debían seguir buscando la verdad y escuchar todas las voces para entender plenamente el legado de Victor y las repercusiones de sus actos.

Mientras tanto, Victor caminaba por las calles de San Salvador, su nueva ciudad natal. Aunque intentaba llevar una vida normal, el peso de su pasado siempre estaba presente. Las miradas de la gente a veces eran de admiración, a veces de desconfianza. Había quienes lo reconocían y otros que simplemente lo veían como un hombre más.

Victor pasó por un mercado bullicioso, donde los vendedores ofrecían sus productos y las personas conversaban animadamente. Intentaba centrarse en las pequeñas cosas cotidianas: el aroma del café recién hecho, el sonido de los niños jugando, el calor del sol en su rostro.

Sin embargo, cada tanto, sus pensamientos volvían a las batallas y a las decisiones que había tenido que tomar. La carga de haber sido responsable de tantas vidas le pesaba, y aunque intentaba seguir adelante, sabía que nunca podría olvidar.

Al llegar a un pequeño parque, Victor se detuvo y se sentó en un banco, observando a la gente pasar. Un grupo de niños jugaba al fútbol, riendo y gritando. Una joven pareja caminaba de la mano, disfrutando de la tarde. En esos momentos, Victor encontraba un poco de paz, recordando por qué había luchado y lo que había sacrificado.

En medio de su contemplación, una voz familiar lo sacó de sus pensamientos. "Victor," dijo, y al levantar la vista, vio a Rigor acercándose. "¿Cómo estás?"

Victor sonrió débilmente. "He estado mejor, pero sigo adelante."

Rigor asintió, comprendiendo. "Hay algo que debes saber," dijo, tomando asiento junto a él. "Han llegado dos nuevos individuos a nuestro mundo. Se llaman Milex y Jarry. Parecen confundidos y desorientados. Creo que podrías ayudarlos a entender este lugar y, quizás, a encontrar su propósito aquí."

Victor asintió lentamente. "Lo haré," respondió, sabiendo que, aunque su pasado era un campo minado de dolor y arrepentimiento, tenía la oportunidad de hacer algo bueno en el presente. Se levantó del banco con una nueva determinación, listo para enfrentar el futuro y, tal vez, encontrar una forma de redimirse.

Mientras tanto, Milex y Jarry se encontraban caminando juntos por la ciudad, tratando de adaptarse a este nuevo mundo. De repente, un ladrón apareció de la nada y le arrebató las pertenencias a una chica. Antes de que nadie pudiera reaccionar, el ladrón la apuñaló, dejándola sin vida en el suelo. La gente alrededor se quedó paralizada, observando en shock, sin hacer nada para intervenir.

Milex, asustada y temblando, se quedó petrificada ante la escena. Sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a balbucear, intentando encontrar una explicación para lo que acababa de presenciar. "Quizás la chica era la mala... quizás él se estaba defendiendo...", murmuró, su voz temblorosa y llena de confusión.

Jarry, al ver el estado de Milex, la sacudió suavemente pero con firmeza. "Cálmate, Milex," le dijo, tratando de mantener la calma en medio del caos. Pero ella seguía en shock, tratando de justificar lo injustificable, su mente buscando desesperadamente una lógica en el horror que acababan de presenciar.

Molesto y desesperado por la situación, Jarry levantó la mano y le dio un pequeño golpe en la cabeza, intentando sacarla de su estado de pánico. "Despierta, Milex," dijo con firmeza. El golpe la hizo reaccionar, y cuando levantó la cabeza, las lágrimas comenzaron a caer libremente por sus mejillas.

Jarry la tomó de los hombros y la sacudió un poco más fuerte, tratando de hacerla volver a la realidad. "¡Reacciona!" le gritó, su voz llena de desesperación. Finalmente, Milex rompió en llanto, el miedo y la confusión desbordándose en sollozos mientras Jarry la abrazaba, tratando de consolarla.

Él miraba hacia adelante, irritado y frustrado por la impotencia de la situación. La injusticia de lo que había presenciado y la falta de reacción de las personas a su alrededor lo llenaban de rabia. "Esto no puede ser nuestro nuevo hogar," pensó, mientras mantenía a Milex cerca, decidido a protegerla de cualquier amenaza que pudiera surgir en este extraño y a veces cruel mundo.

Referencia:

Jarry y Milex, con el corazón lleno de determinación, corrieron tras el ladrón, decididos a hacer justicia. El ladrón, al ver que se acercaban, apuró el paso, doblando una esquina y perdiéndose en la siguiente cuadra. Mientras corrían, Milex y Jarry no se percataron de que Victor había visto todo lo sucedido a través de las noticias y, utilizando su técnica de Usagi Instantáneo, se había teletransportado al lugar.

Victor, flotando en el aire, observó al ladrón desde lo alto. Con un suspiro, decidió intervenir. Cuando vio que el ladrón se dirigía a un vehículo estacionado, levantó un dedo y, con un simple gesto, hizo explotar el vehículo, dejando al ladrón aturdido y sin posibilidad de escapar en él. En un instante, Victor saltó desde el aire, aterrizando justo frente al ladrón.

Sin darle tiempo a reaccionar, Victor lo agarró de la camisa y lo empujó contra la pared con una fuerza firme pero controlada. Su mirada era de enojo y seriedad, sus ojos ardían con una furia contenida.

"¿Crees que puedes huir después de lo que has hecho?" le dijo Victor, su voz gélida y llena de autoridad. "No permitiré que te salgas con la tuya."

El ladrón, atemorizado, trató de balbucear alguna excusa, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. Milex y Jarry, que habían llegado justo a tiempo para ver la escena, se detuvieron en seco, sorprendidos y aliviados al mismo tiempo. El peligro parecía haber pasado, pero la tensión en el aire aún era palpable.

Victor, sin soltar al ladrón, miró a Jarry y Milex. "¿Están bien?" les preguntó, su tono suavizándose un poco, aunque la seriedad no desaparecía de su rostro.

Milex, aún temblando, asintió lentamente. "Sí, estamos bien," respondió, su voz quebrada por el miedo y la adrenalina.

Jarry, con una expresión de gratitud y respeto, dijo: "Gracias por intervenir. No sabíamos qué hacer."

Victor asintió, volviendo su atención al ladrón. "Este tipo responderá por sus crímenes," dijo, sus ojos brillando con determinación. "Y ustedes, vayan a casa. Es peligroso estar aquí."

Con esas palabras, Victor llevó al ladrón, asegurándose de que sería entregado a las autoridades correspondientes. Milex y Jarry, aún en shock por lo sucedido, se quedaron observando, sabiendo que habían presenciado algo que cambiaría su percepción de justicia y poder para siempre.

Victor, con una expresión de frialdad y determinación, lanzó al ladrón con una fuerza impresionante, proyectándolo hacia el exterior del edificio. En el momento exacto en que el ladrón caía, Victor canalizó toda su energía en un solo golpe, descargando una fuerza de 600 kg directamente en el plexo solar del ladrón. El impacto fue devastador, sacándole todo el aire y dejándolo completamente incapacitado.

El ladrón se desplomó en el suelo, jadeando y sin poder moverse, el dolor en su pecho evidente en cada respiración entrecortada. Victor se acercó, observando la escena con una mirada de satisfacción contenida. Sabía que este golpe había sido suficiente para neutralizar al delincuente sin llegar a extremos fatales.

Milex y Jarry, que observan a Victor y la escena con asombro y una mezcla de temor y admiración. Jamás habían presenciado una demostración de poder tan impresionante y, al mismo tiempo, tan controlada.

Victor se giró hacia ellos, su expresión volviéndose un poco más suave. "Este tipo no volverá a hacer daño a nadie," dijo, su voz firme. "Asegúrense de llamar a la policía para que lo recojan."

Jarry asintió rápidamente, sacando su teléfono para hacer la llamada. Mientras milex dice: "Gracias", dijo con esa sonrisa un poco nerviosa.

Victor asintió, sus ojos reflejando una mezcla de cansancio y determinación. "Es mi deber," respondió simplemente, antes de alejarse, dejando que las autoridades se encargaran del resto.

Victor, con su celular en mano, marcó rápidamente el número de Rigor. Al otro lado de la línea, Rigor respondió con su acostumbrada eficiencia.

"Rigor, necesito que localices a dos chicos, Milex y Jarry," dijo Victor con urgencia. "Están cerca de mí y creo que pueden estar en problemas."

Rigor, desde su oficina en la Academia Historia, empezó a teclear rápidamente en su computadora. "Un momento, Victor. Estoy verificando... Sí, los tengo en el radar. Están justo a tu lado."

Victor miró a su alrededor y vio a Milex y Jarry, ambos con una mezcla de confusión y asombro en sus rostros. En ese momento, Victor comprendió que estos eran los chicos que Rigor había mencionado antes. Sintió una punzada de vergüenza por no haberlo deducido antes.

"Los veo," dijo Victor, apretando los dientes. "Gracias, Rigor. Lo tengo bajo control."

Rigor, desde su escritorio, se permitió un pequeño golpe en la frente, consciente de la simpleza de la situación y cómo había pasado desapercibida. "Bien, Victor. Manténlos a salvo y tráelos a la Academia. Pueden ser de gran ayuda."

Victor se acercó a Milex y Jarry, su expresión suavizándose un poco. "Ustedes deben ser Milex y Jarry," dijo, tratando de sonar lo más calmado posible. "Soy Victor. Tenemos mucho que hablar, pero primero, debemos llevarlos a un lugar seguro."

Milex y Jarry intercambiaron miradas antes de asentir. "Gracias," dijo Jarry. "No sabemos exactamente qué está pasando, pero estamos dispuestos a escuchar."

Victor cerró los ojos por un momento, concentrándose en la ubicación exacta de la Academia Historia. Utilizando su técnica de Usagi Instantáneo, sintió la familiar sensación de desplazamiento a través del espacio. En un parpadeo, él, Milex y Jarry se encontraron a la par de las puertas imponentes de la Academia.

La majestuosidad del edificio no pasó desapercibida para los dos jóvenes. Las columnas altas y las puertas ornamentadas les hicieron sentir una mezcla de asombro y aprehensión.

"Bienvenidos a la Academia Historia," dijo Victor, abriendo las puertas y haciéndoles un gesto para que entraran.

Al cruzar el umbral, fueron recibidos por un gran vestíbulo lleno de actividad. Estudiantes y personal se movían de un lado a otro, algunos portando libros antiguos y otros inmersos en conversaciones animadas sobre temas históricos y estratégicos.

Rigor apareció casi de inmediato, avanzando con determinación hacia ellos. "Victor, Milex, Jarry, bienvenidos," dijo, extendiendo una mano firme a cada uno. "Me alegra que hayan llegado sanos y salvos."

Milex y Jarry estrecharon la mano de Rigor, aún asimilando todo lo que estaba sucediendo.

"Hay mucho que discutir," continuó Rigor. "Pero primero, permítanme mostrarles su alojamiento y darles un recorrido por la academia. Luego podremos sentarnos y hablar de por qué están aquí y qué papel podrían jugar en nuestros esfuerzos."

Mientras Rigor guiaba a Milex y Jarry por la Academia, Victor se quedó atrás por un momento, observando a los dos jóvenes. Sabía que su llegada no era casualidad y que sus destinos estaban entrelazados de maneras que aún no comprendían del todo. Con un suspiro, se unió al grupo, listo para enfrentar los desafíos que vendrían.

Victor se quedó un momento observando mientras Rigor se llevaba a Milex y Jarry para darles un recorrido por la Academia. Los recuerdos de sus propios años en la Academia Historia comenzaron a inundar su mente. Recordó las largas horas de entrenamiento, las amistades que había formado, y las pruebas que había superado.

Victor se sentó en una de las bancas afuera de la academia, cerrando los ojos y permitiendo que su mente se adentrara en su subconsciente. Allí, en la oscuridad de su mente, se encontró cara a cara con Evil Victor.

Evil Victor sonrió de manera maliciosa. "¿Qué te trae aquí, Victor? ¿Finalmente has decidido aceptar mi poder por completo?"

Victor frunció el ceño. "No he venido a buscar tu poder, sino respuestas. Tú y yo estamos ligados de una manera que no entiendo del todo. Necesito saber por qué estás aquí, y qué pretendes lograr."

Evil Victor se rió. "¿Por qué estoy aquí? Soy una parte de ti, Victor. La parte que abrazó la oscuridad, que decidió que el fin justifica los medios. Estoy aquí porque tú me creaste, porque tú me necesitas."

Victor negó con la cabeza. "No necesito tu maldad. Quiero proteger a los que amo, no destruirlos."

Evil Victor lo miró con desdén. "Protegerlos, dices. Pero el mundo no es blanco y negro, Victor. A veces, para proteger a los tuyos, necesitas ensuciarte las manos. Y eso es algo que tú todavía no has entendido del todo."

Victor permaneció en silencio por un momento, reflexionando sobre las palabras de Evil Victor. "Puede que tengas razón en que el mundo no es blanco y negro. Pero no significa que deba sucumbir a la oscuridad para proteger a los míos. Encontraré una manera de hacerlo sin perderme a mí mismo en el proceso."

Evil Victor se encogió de hombros. "Veremos, Victor. Veremos."

Con eso, Victor abrió los ojos, regresando a la realidad. La conversación con Evil Victor le había dejado más preguntas que respuestas, pero también una determinación renovada para encontrar su propio camino, uno que no requiriera sucumbir a la oscuridad.

En el vasto y oscuro subconsciente de Victor, una batalla interna se desataba con una intensidad que rivalizaba con las tormentas más feroces. Victor, con el rostro marcado por la angustia y la determinación, se enfrentaba a su contraparte maligna, Evil Victor. La atmósfera estaba cargada de tensión, y cada palabra pronunciada resonaba como un trueno en la mente de Victor.

"No te perdono," comenzó Victor, su voz firme pero teñida de dolor. "Por lo que hiciste al momento de unirme a ti cometimos un genocidio y ahora me llaman el genocida. Yo no deseé eso y lo sabes. Tampoco te perdono por hacer que controlaran a mi amiga."

Evil Victor, con una sonrisa torcida y ojos llenos de malicia, respondió con un tono burlón: "¿Acaso lo que sientes es...? ¿Victor, lo que sientes tú es pena por mí?"

De repente, una imagen de la Biblia apareció en la mente de Victor, brillando con una luz que contrastaba con la oscuridad circundante. Evil Victor, sorprendido, frunció el ceño y preguntó: "¿La Biblia?"

"Sí," respondió Victor tajantemente, su mirada llena de hostilidad. "Evil Victor, yo te puedo matar, con mi poder actual."

Las palabras de Victor encendieron una furia incontrolable en Evil Victor. "¡¿Qué dices, Victor?! Estás diciendo que eres más fuerte, idiota. Cuando salga de este maldito cuerpo, no te daré oportunidad y mataré a tu familia y amigos."

Victor dejó de hablar con Evil Victor y salió de su subconsciente, suspirando profundamente. Abrió los ojos, observando el entorno familiar de la academia, y sintió una mezcla de alivio y determinación. Sabía que la lucha interna continuaría, pero también comprendía que tenía el poder de elegir su camino.

Levantándose de la banca, decidió caminar por los jardines de la academia, intentando despejar su mente de las sombras que Evil Victor había dejado. Los recuerdos de su tiempo como estudiante en la Academia Historia le trajeron una sensación de nostalgia y una renovada esperanza. Sabía que, a pesar de los errores del pasado, aún tenía la oportunidad de hacer el bien y proteger a aquellos que amaba.

Mientras caminaba, observó a los nuevos estudiantes que pasaban, algunos de ellos seguramente ajenos a su historia y sus batallas internas. Se detuvo por un momento, observando a un grupo de jóvenes practicando en el campo de entrenamiento, recordando cómo él mismo había sido un novato lleno de sueños y aspiraciones.

Con un último suspiro, Victor se prometió a sí mismo que continuaría luchando, no solo contra los enemigos externos, sino también contra las sombras dentro de él. Decidió que usaría su poder para proteger y guiar a la próxima generación de héroes, asegurándose de que no siguieran su camino oscuro.

Con esta nueva resolución, Victor se dirigió hacia la academia, listo para enfrentar cualquier desafío que el destino le pusiera en el camino.

Fin.