Una semana después de los eventos recientes, todos los amigos de Victor se reunieron en el campo de entrenamiento, donde Rigor estaba listo para anunciar la prueba que les esperaba. La atmósfera estaba cargada de anticipación mientras todos esperaban que Rigor diera detalles sobre el desafío.
Rigor, con su característica seriedad, se dirigió a todos con una expresión decidida. "Hoy, tenemos una prueba importante para todos ustedes," comenzó, llamando la atención de cada uno de los presentes. "Para demostrar sus habilidades y crecimiento, deberán enfrentarse a Victor en combate."
Un murmullo de sorpresa y emoción recorrió el grupo. Todos miraron a Victor, quien estaba en el centro del campo de entrenamiento, listo para la prueba. Aunque su expresión era seria, había un atisbo de sonrisa en su rostro, indicando que estaba preparado para el desafío, pero también dispuesto a actuar de manera controlada.
Rigor continuó explicando. "Victor es un oponente formidable, pero esta prueba no se trata solo de vencerlo. Se trata de demostrar lo que han aprendido, cómo han mejorado y cómo trabajan en equipo. Recuerden, él no estará usando todo su poder; su objetivo es ayudarles a crecer."
El grupo se agrupó en equipos o se preparó de manera individual, evaluando cómo abordarían el combate con Victor. Zahid y Karla decidieron unirse en un ataque coordinado, mientras que Luna y Mahin optaron por una estrategia más ágil. Otros como Akaba se prepararon para utilizar sus habilidades especiales, mientras que Asagi y Mariwiwi, recién llegados, observaron y ajustaron sus tácticas.
A la señal de Rigor, el combate comenzó. Victor se movía con agilidad, defendiendo y respondiendo a los ataques con precisión. Su enfoque estaba en guiar y desafiar a sus amigos, proporcionando retroalimentación y consejos mientras combatía.
Los amigos de Victor demostraron sus habilidades, trabajando juntos y poniendo en práctica todo lo que habían aprendido. Aunque algunos ataques lograron conectar y algunos intentos sorprendieron a Victor, él se aseguró de mantener el combate en un nivel seguro, sin causar daño grave.
Conforme avanzaba el combate, Victor ofreció sugerencias y mostró técnicas avanzadas, ayudando a cada uno a mejorar. La prueba se convirtió en una experiencia de aprendizaje invaluable para todos.
Finalmente, el enfrentamiento llegó a su fin. Victor, agotado pero satisfecho, se dirigió a sus amigos con una sonrisa. "Han hecho un gran trabajo hoy," dijo, reconociendo sus esfuerzos y crecimiento. "Sigan así, y estarán listos para cualquier desafío que venga."
Rigor, observando la satisfacción en los rostros de los participantes, se acercó a Victor y le dio una señal de aprobación. La prueba había sido un éxito, y el grupo se sintió más unido y preparado para enfrentar futuros desafíos.
Cuando Victor comenzó a reír y sus ojos se tornaron de un rojo intenso, una atmósfera tensa se apoderó del campo de entrenamiento. Todos notaron el cambio inmediato en su comportamiento y en la energía que emanaba. El cambio en Victor era evidente: Evil Victor había tomado el control.
"Ahora..." Evil Victor dijo con una sonrisa cruel, "voy a ir en serio. Así que sigamos con esta prueba."
El grupo, sorprendidos y alarmados por la repentina transformación de Victor, se preparó para un enfrentamiento mucho más intenso. La risa de Evil Victor resonaba por el campo de entrenamiento, y sus movimientos se volvían más agresivos y calculados.
Rigor, observando la situación, sabía que esto sería una prueba extrema para todos. "Mantengan la calma y recuerden lo que han aprendido. Es una oportunidad para demostrar no solo sus habilidades, sino también su capacidad para enfrentar adversidades."
El combate continuó, pero ahora con una intensidad renovada. Evil Victor atacaba con una fuerza y velocidad superiores, forzando a los participantes a emplear todo lo que tenían y a trabajar en perfecta sincronía. La batalla se volvió una demostración impresionante de habilidades y estrategias mientras luchaban contra un oponente formidable.
Cada miembro del equipo aplicaba tácticas aprendidas durante la prueba inicial, buscando puntos débiles en la agresiva forma de combate de Evil Victor. A medida que avanzaba el enfrentamiento, el grupo se unió aún más, ajustando sus estrategias y apoyándose mutuamente en un esfuerzo por superar el desafío.
Finalmente, después de una batalla extenuante y agotadora, Evil Victor, aún en control del cuerpo de Victor, se detuvo. Con un último desafío en sus ojos rojos, se retiró, dejando a todos jadeando y exhaustos, pero también satisfechos por haber enfrentado y resistido contra una versión tan temible de Victor.
Victor, recuperando el control de su cuerpo, apareció agotado pero aliviado. "Lo han hecho bien," dijo, mientras se dirigía al grupo. "Han demostrado que están listos para enfrentar cualquier desafío. Gracias por su esfuerzo y dedicación."
El grupo, aunque exhausto, se sintió triunfante y unido por la experiencia compartida. La prueba había sido dura, pero también una valiosa lección en fortaleza y trabajo en equipo.
Después de la intensa prueba, Victor suspiró con alivio y se dirigió al grupo con una sonrisa cansada pero satisfecha.
"Lo han hecho bien," dijo Victor, reconociendo el esfuerzo y la valentía de todos. "No solo ustedes, sino también Luci y María. Han demostrado una gran fortaleza y determinación."
Sin embargo, al mirar a su alrededor y observar la falta de un miembro importante, Victor frunció el ceño en preocupación. "Es cierto," dijo, su expresión cambiando a una de preocupación. "Me olvidé de preguntar algo importante. ¿Dónde está mi hijo, José? ¿Lo han visto?"
El grupo, aunque aún recuperándose del combate, miró a su alrededor en busca de una respuesta. La preocupación de Victor por su hijo se hizo evidente, y todos comenzaron a hacer una rápida búsqueda para asegurarse de que José estuviera a salvo y en un lugar seguro.
Victor se volvió hacia Luci y María con una expresión de preocupación. "¿Dónde está José?" preguntó con urgencia. "¿Lo han visto? ¿Dónde lo dejaron?"
Luci y María intercambiaron miradas antes de que Luci hablara. "Lo dejamos en casa antes de venir aquí," dijo Luci, tratando de calmar a Victor. "Creímos que estaría seguro allí."
María asintió, añadiendo, "Dejamos a José con la niñera que contratamos. Ella estaba encargada de cuidarlo mientras nosotros estábamos ocupados con esto."
Victor, aliviado al saber que José estaba con una niñera de confianza, respiró profundamente. "Voy a ir a casa para asegurarme de que todo esté bien," dijo con determinación. "Gracias por la información. Aprecio mucho su ayuda."
Con una última mirada a sus esposas y al grupo, Victor se dirigió rápidamente a su hogar para confirmar que su hijo estaba seguro.
Victor llegó a su casa y vio a la niñera cuidando de José. Se acercó con una expresión de agradecimiento y dijo: "Muchas gracias por cuidar de mi hijo. Realmente aprecio tu ayuda."
La niñera, al ver a Victor, le sonrió con tranquilidad y respondió: "No hay problema, señor. José ha estado muy bien. Hemos jugado y hablado un poco, y ha sido un placer cuidar de él."
Victor se agachó para estar a la altura de su hijo y lo abrazó con ternura. "Hola, José," dijo con una sonrisa. "¿Cómo has estado?"
José levantó la vista con una sonrisa y dijo: "¡Papá! Estoy bien. La señora me ha contado historias y hemos jugado mucho."
Victor sintió un alivio profundo al ver a su hijo feliz y en buenas manos. "Eso suena genial," dijo, acariciando la cabeza de José. "Gracias nuevamente por todo."
La niñera asintió y, después de unas últimas palabras de despedida, se preparó para irse, dejando a Victor con su hijo en casa.
Victor, con su hijo José en brazos, se dirigió hacia María y Luci. Al llegar, dijo con una sonrisa: "Aquí está José. Me alegra ver que todo ha estado bien."
María y Luci se acercaron para recibir a José. María le dio un cálido abrazo y le dijo: "Hola, cariño. ¿Cómo has estado?"
José, con una sonrisa, respondió: "¡Mamá! Estoy bien. Papá me llevó de nuevo a casa."
Luci, con una expresión amable, también abrazó a José y le dijo: "Te extrañamos mucho, pequeño."
Victor observó con satisfacción cómo su familia se reunía, sintiendo una profunda gratitud por el tiempo que podía pasar con ellos.
Victor, María, Luci y José decidieron preparar una cena juntos en casa. Mientras cocinaban, la conversación fluía con risas y anécdotas del día. José, entusiasmado, ayudaba en la cocina, mientras María y Luci preparaban los platos y Victor se encargaba de la parrilla.
Después de la cena, todos se reunieron en la mesa para disfrutar de la comida. El ambiente en la casa era cálido y lleno de alegría. Entre bocados y charlas, Victor miró a su familia y pensó en lo importante que era tener esos momentos de tranquilidad y unión, especialmente después de todo lo que había pasado.
La noche continuó con una sensación de paz y satisfacción, mientras todos se preparaban para descansar y recargar energías para el día siguiente.
Victor, María, Luci y José decidieron preparar una cena juntos en casa. Mientras cocinaban, la conversación fluía con risas y anécdotas del día. José, entusiasmado, ayudaba en la cocina, mientras María y Luci preparaban los platos y Victor se encargaba de la parrilla.
Después de la cena, todos se reunieron en la mesa para disfrutar de la comida. El ambiente en la casa era cálido y lleno de alegría. Entre bocados y charlas, Victor miró a su familia y pensó en lo importante que era tener esos momentos de tranquilidad y unión, especialmente después de todo lo que había pasado.
Con la cena terminada y el hogar lleno de calma, Victor miró a su familia con una sonrisa y dijo: "Paz y tranquilidad."
Era un momento simple pero significativo, donde la normalidad y la serenidad prevalecían, recordando que, a pesar de los desafíos, estos momentos de calma eran los más valiosos.
Fin.