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Chapter 4 - Capítulo 4

Capítulo 4

Yang Feng se encontraba estupefacto por la repentina desaparición del general esqueleto, sin saber que sucedía empezo a hacer memoria de sus últimos recuerdos que tuvo antes de que apareciera la gran oscuridad, después de estar en esto por un corto tiempo decide buscar a los alrededores algunas pistas de batalla que lo ayudaran a saber lo que paso, entre búsqueda y búsqueda, a unos cuantos metros se encontraban lo que parecían ser partes de la armadura del general, se acerco y luego siguió el rastro para así encontrarse con lo que quedaba del esqueleto, este se encontraba acompañado de dos artefactos y una pequeña llama de color verde que tenía bastante luminosidad, sin más que pensar los recogió para ver que eran. Al tocar la pequeña llama se dio cuenta que esta no tenía ningún efecto de quemadura, más bien se sentía calidad y viéndola más de serca era lo que parecía ser la escensia del esqueleto, la absorbió al instante, sintiendo una calma inexplicable para luego ver como sus músculos se fortalecian, tambien podia sentir como su cuerpo se volvia mas liviano. 

- ¡¡Incleible, siento que hasta podria volar!!

Dijo Yang Feng con entusiasmo, esto se debia por la fuerza del oponente; mientras que el primer artefacto era una habilidad, dicha habilidad traía como nombre La cual tambien decide aprender; el segundo artefacto era algo un poco extraño, tenia una forma alargada con medida de doce centímetros y con las orillas lisas, además su color era de un gris pálido, mientras que en medio tenia la palabra "Lápida".

- Qué se supone que debo hacer con esto.

Por un corto tiempo Yang Feng se dedicó a pensar en este artefacto, hasta que le vino la idea de activar la habilidad Luego de hacerlo la lápida empezó a brillar y un gran pergamino apareció.

- Mm... Leamos los recuerdos del general, talvez haya algo útil que me ayude a entender mejor la raza esqueletica.

[PERGAMINO]

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Fui creado en la Fuente de los Esqueletos hace 500 años, al mismo tiempo fui maldecido, dicha maldición trataba de que yo lucharia contra mis hermanos por los proximos años y que cuando estos años acabaran mi armadura se encontraría en grave estado, cuando esto sucediera debía dirigirme al pueblo humano más cercano para morir y así espiar mis pecados.

La raza esqueletica no podemos crear una familia pero si podemos tratarnos como hermanos entre nosotros, aunque pasamos luchando, muchas veces se interponian otras razas y aunque eran buenos tiempos, cuando veía caer  a mis hermanos no sentia la satisfacción de ganar, no podía, solo sentía ese sentimiento humano llamado tristeza, queria llorar sus muertes pero nosotros no podemos hacer eso, solo tenemos un sentido de hermandad y devoción por el rey.

La armadura que utilicé los últimos 500 años tenia una alta resistencia, que a pesar de miles de batallas nunca tuvo un rasguño, pero la oxidación es otra cosa, mientras pasaba el tiempo iba quitándome mobilidad, acercándome así a mi preciada muerte. Había descubierto la felicidad en algo que no quería pero repetía constantemente.

-Registro de batallas-

+Encuentros: 5,002

+Total de hermanos muertos: 23,831

+Muertes por espada: 18,530

+Muertes con fuerza bruta: 5,301

+Oportunidades de morir: 6

+ Muertes: 1

~Información adicional~

La raza Esqueletica no puede sentir ningún tipo de dolor por su falta de piel y de organos, solo pueden morir si lo huesos son incinerados, quebrados en miles de pedazos o con magia santa, no cuentan con ojos y por esa razón lo que utilizan es el aura, así pueden diferenciar entre los que son aliados y las distintas especies que existen. Además de ser nominados como una de las razas inferiores de toda la historia, eso les ayuda con las grandes batallas, ya que sus enemigos tienden a pensar que son débiles y en el momento decisivo muestran su gran fuerza. Entre ellos se pueden encontrar esqueletos de novena etapa espiritual, pero los reyes son cosa distinta, de estos no se tienen registro y su etapa no se conoce. Se dice que han estado en un solo lugar esperando algo de lo que se desconoce por mucho tiempo.

-Lápida del general esqueleto Bori.

Recordatorio: Entregar esta lápida al Rey Esqueleto después de mi muerte.

[Sala Desconocida]

Al rededor de una gran plataforma se encontraban tres sombras hablando temas sumamente importantes y algo emocionados, entre lo que hablaban se podía escuchar conversaciones como.

- Cuánto tiempo deberemos seguir esperando.

Decia uno de ellos a lo que otro respondió.

- Paciencia, este año tengo un buen presentimiento.

- Muchos de mis soldados han estado impacientes y desean salir.

- Igual que mis soldados. Decía la segunda sombra.

- Hemos esperado por mas de 2,000 años hermanos mios, unos años más no sera preocupación para nosotros. Decía la tercera sombra.

- Eso si, pero por alguna razón, unos días atras me e sentido impaciente y con grandes deseos de salir también. Decía el primero que empezó la conversación.

- Lo mismo pasa conmigo, después de la última batalla que tuve hace 2,000 años, ese sentimiento de querer luchar volvió a surgir. Decía el segundo.

La tercera sombra dijo.

- Creo que no debemos esperar mucho.

- A qué te refieres. Dijo el primero que empezó la conversación.

- Observen esa batalla que esta teniendo el viejo esqueleto con ese mocoso.

- Qué tiene de especial ese mocoso.

- A simplemente vista nada, pero el golpe que acaba de utilizar, es la palma pura.

- ¡¿Qué?! Es cierto, sin duda alguna es un mocoso interesante.

- Imagino que ni a de saber el valor que tiene semejante técnica.

- Y pensar que alguien como él tiene habilidades marciales de ese lugar. Decía el primero.

- Si logra mejorarla hasta el final, sin duda alguna ese mocoso sera una bestia entre las bestias.

- Esperaré ansiosamente que alcance el pico de su poder para que podamos luchar mano a mano. Decía el primero.

- Creo que sería bueno tomarlo y mejorarlo por nuestras propias manos. Dijo el segundo que empezo la conversación.

- Estoy de acuerdo con lo que has dicho - Dijo el tercero - Pero primero veamos como se desarrolla en este encuentro.

- Si.

Después de estar viendo el encuentro de estos dos, ven como de repente empieza a salir una gran oscuridad del cuerpo del chico,  a lo cuál los tres reacionaron inmediatamente y sin pensarlo se levantaron de sus asientos.

- ¡Imposible!

Dijeron al unísono.

- Cómo un mocoso como el puede tenerlo. Dijo el segundo.

El tercero que hablo en la conversación dijo.

- Sin duda alguna este chico es especial, y pensar que alguien más débil que nosotros tiene el potencial de gobernarnos.

- La gran oscuridad lo eligió por alguna razón, aunque estos viejos no sepan cuál es, de algo estamos seguros. Decía el primero con un tono de emoción.

- Si. Dijeron los otros dos.

- ¡¡EL GRAN MONARCA A DESPERTADO!!

- Debemos esperar el momento adecuado para mostrarnos ante él, lo mejor que podemos hacer por el momento es seguir observandole y confirmar que es él.

- Me parece bien.

- Entonces, nos marchamos para regresar a nuestros respectivos lugares.

El primero y el segundo salen de la sala, dejando así solo al tercero, el cual aún seguía observando a Yang Feng.

[Segunda Parte del Bosque Luton]

En el bosque sin vida se encontraba Yang Feng envolviendo el pergamino y echándolo en un bolsillo.

- Bien, debo seguir, espero avanzar bastante hoy para así llegar en unos seis días a la Gran entrada del cementerio de las profundidades.

Sin más que decir, continuo su viaje algo preocupado ya que no tenia ninguna arma para defenderse, pero como contaba con las artes marciales de primer nivel y con todos sus atributos en el mismo, tenia altas esperanzas de sobrevivir, pero si se encontraba con una bestia de segundo orden, ninguna de estas cosas servirían. Aunque la diferencia solo era de uno, era una diferencia que podía marcar decisivabamente en un enfrentamiento.

Mientras caminaba iba observando sus alrededores para aprender del entorno, cada tanto decidía detenerse y empezar a hacer algunas líneas en unos pergaminos que andaba, lo cual parecía ser un mapa del lugar para aligerar el camino a casa.

Este lugar aunque no tenga vida y se vea algo peligroso, en realidad es un lugar bastante seguro. Pensaba Yang Feng.

Mientras Yang Feng había decidido tomarse los siete días en este lugar, el tiempo paso relativamente lento, quería conocer este lugar y familiarizarse con el entorno, mientras lo hacia buscaba y pocas veces encontraba algún material raro o piedras preciosas.

- Deberé buscar a alguien que sepa refinar materiales, además aún tengo los colmillos del lobo bestia y más con estos materiales, es seguro que se creara un arma de primer nivel con mucha facilidad, no puedo esperar más para tener dicha arma en mi posesión.

Los ojos de Yang Feng empezaban a brillar de solo imaginar esa arma en sus manos, la escena era acompañada por varias carcajadas.

Yang Feng se encontraba en la famosa "Gran entrada al cementerio de las Profundidades" aunque el cementerio era considerado un lugar de poco nivel y por solo encontrarse bestias de segunda etapa espiritual como máximo, las grandes fuerzas no venían y solo enviaban a personas de primera etapa espiritual para ganar experiencia y así familiarizarse mas con la etapa que están y tener mayores posibilidades de subir a la siguiente. Dicha entrada estaba constituida de nueve estatuas de piedra con vestimenta que cubrían todo su cuerpo, sus alturas disparejas daban la ilusión de que era una piramide de estatuas, la central tenia una altura de unos 30 metros y era en la que se encontraba la entrada, las demás sostenían grandes espadas que llegaban hasta el suelo, eso sin hablar de lo aterrador que era dicha entrada, las nubes encima de estas eran de un color gris oscuro y que a cada determinado tiempo salían rayos.

- Jmhh. Suspiró Yang Feng al ver hacia donde se dirigía.

Empieza a caminar en dirección a la entrada mientras observa los alrededores detenidamente, al llegar al frente decide mirar hacia arriba.

- Si que eres aterrador amigo.

Entra y de lo primero que se da cuenta es que había un grupo de 20 personas de alguna secta, todos en la primera etapa espiritual y uno en la segunda etapa, bien equipados.

- Sería bueno ir con ellos, pero al ver que soy mas débil me usarán como carne de cañon, mejor espero a que mueran para robarles sus preciados artefactos.

Yang Feng se mueve a unos arbustos para esconderse y ver de lejos lo que estas personas hacían.

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- Mayor, los preparativos estan listos, podemos empezar la expedición cuando usted nos ordene. Decía uno de los que llevaban armadura de tela de color rojo con negro y una espada en la espalda.

- Bien, podemos empezar.

- ¡A por los artefactos hermanos! Decía el que le había hablado al mayor.

- ¡SIIIIIII! Gritaron todos, menos el mayor que solo mostró una media sonrisa.

Empiezan a caminar mientras se mantenían alerta de cualquier peligro; el grupo estaba formado por: El mayor de segunda etapa que parecía ser un habilidoso mago espadachin, ya que llevaba consigo una espada de gran tamaño y un libro en uno de sus costados, 8 guerreros que llevaban escudos y espadas, 2 invocadores que podían invocar bestias de segundo orden, 4 luchadores que llevaban guantes de color dorado, 2 curanderas, las cuales llevaban unos bastones de madera que tenia unas pequeñas chispas brillantes y 3 guerreros con espadas.

- Mayor, del lado izquierdo vienen dos esqueletos sin razonamiento, son fáciles de matar, déjeme ir.

- Esta bien.

Sin más que esperar, este guerrero con guantes dorados empieza a dirigirse hacia los esqueletos débiles, llevándose asi una gran sorpresa al ver que de un arbusto sale otro e intenta cortarlo con su espada.

- Tsk, qué carajos pasa con estos bastardos, casi me cortan un brazo.

- ¡Retrocede rápido, tengo un mal presentimiento de esto! Grito el mayor.

- No se preocupe mayor, solo son tres esqueletos. Dijo el guerrero de guantes dorados moviendo su cabeza en dirección al mayor y así perdiendo la poca concentración que tenia. Uno de los esqueleto salta al frente de este pasando su espada por el estomago para volverla a sacar y volverla a pasar por el cuerpo varias veces, mientras el guerrero perdía toda esperanza de vida decide ver con una mirada llorosa y aterrada al mayor, para luego decir.

- ¡¡AYUDA!! ¡¡AYUDA!! ¡¡NO QUIERO MORIR ASÍ!! ¡¡POR FAVOR AYUDAM...!!

Sin más que decir y hacer por salvarle, dejo de gritar por las grandes cantidades de sangre que escupia para luego morir.

- Por eso les dije, no deben menospreciar la fuerza de estos esqueletos ya que cualquier equivocación los puede llevar a la muerte.

Mientras tanto, a unos cuantos metros se encontraba Yang Feng mirando fijamente la fuerza de los esqueletos y la actitud arrogante de esa persona que al final tuvo una miserable muerte.

El mayor abre su libro y dice unas palabras en una jerga desconocida y así  utilizando un ataque devastador del elemento fuego, asiendo que los tres esqueletos fueran instantáneamente incinerados.

- Mayor, qué deberíamos hacer con este hermano caído.

- Recojan sus pertenencias y dejen el cuerpo a un lado, cuando regresemos lo llevaremos con nosotros.

- Si.

Varios empiezan a dirigirse a su hermano caído para luego empezar a desprender los artefactos de su cuerpo, dejandolo así solo con sus prendas ensangrentadas.

- Bien, sigamos.

Todos empiezan a moverse con más cautela, ya que ninguno quería sufrir el mismo destino que su hermano, mientras estos se alejaban del cadáver, Yang Feng se acercaba, estando así a unos cuantos metros de distancia, empieza a salir esa oscuridad envolviendo todo el cadaver para luego adsorverlo. Yang Feng estaba preparado para los efectos secundarios pero esto no sucedió.

- Mmm, que raro, sera esto el beneficio de haber mejorado mis capacidades.

'Bueno, debería seguir a estas personas, mientras más mueran, más conocimiento obtendré si logro tomar sus almas, con el tiempo los artefactos vendrán a mi.'

El grupo de diecinueve personas iba avanzando poco a poco, matando esqueletos sin razonamientos y obteniendo sus armas, aunque estas no eran de grado superiores pueden venderse por un buen precio.

- Mayor, ya hemos avanzado bastante estas últimas horas y la noche se acerca, que deberíamos hacer. Dijo el que llevaba una espada en su espalda.

- Revisaremos el perímetro y colocaremos varias cuerdas sonadoras, asi nos avisarán si alguna griatura se acerca.

- Si.

Después de estar en esto por un poco más de una hora, la noche llego y sus fuerzas iban debilitandose, hasta el punto que varios solo querían dormir.

- Se que estan cansados, pero no podemos darnos el lujo de bajar la guardia y tener una muerte miserable, encendamos la fogata por un poco tiempo para preparar nuestra comida y luego lo volveremos a apagar, si esto se mantiene por mucho tiempo lo único que haremos sera dar nuestra ubicación.

Empezaron a colocar varias ramas secas para luego prenderle fuego y preparar sus comidas, después de haberlo hecho, apagaron rápidamente la fogata, pero esto no funciono como estaba previsto.

¡Fiu! ¡Fiu! Se escuchaba el silbido de todas direcciones en las que habían cuerdas.

- Mierda, mierda, mierda, por qué vienen todos esos monstruos en manadas, esto no tiene sentido. Decía aterrado uno de los que andaba escudo y espada.

- Todos únanse en el centro, vean en todas las direcciones y esten preparado para lo que viene. Decía el mayor un poco alterado, lo cual asusto a los demas al saber que el mayor que consideraban el más tranquilo y nunca estaba nervioso empezaba a estarlo.

- ¡Si mayor! Gritaron todos.

Empezaron a agruparse de manera estratégica, creando un circulo en el cual las sanadoras estaban en el centro con los invocadores, mientras los demás los protegían, entre los arbustos empezaban a salir varios esqueletos, pero algo diferentes que los demás, estos traían armaduras de un color gris oscuro.

- ¡¿Cómo puede ser esto posible?! Grito asustado el mayor.

- Qué sucede mayor.

- Si mayor, qué sucede, solo son varias esqueletos de la primera etapa.

- Están ciegos o qué, es que no saben que estos son soldados esqueletos que aunque estan en la primera etapa, su fuerza es como la de una segunda etapa.

- Cómo puede ser eso posible. Decía una curandera que llevaba unas tunica roja con blanco y un sombrero puntiagudo de los mismos colores.

- Si todas estos esqueletos son considerados de segunda etapa, quiere decir que deberíamos luchar dos de nosotros contra uno solo, pero dejando a las curanderas afuera, solo contamos con diecisiete de nosotros.

- No deben preocuparse, nosotros podemos invocar un máximo de dos bestias de segundo orden por cada uno.

- Bien, empiecen a invocarlas, esto se pondrá feo. Decía el mayor.

El ejercito de esqueletos se acercaba y mientras avanzaban más aparecían, asiendo un total de unos 50 soldados esqueletos.

- ¡Mayor aquí vienen!

- ¡Den todo de ustedes! ¡Esto sera escuchado en todos los lugares si lograbamos sobrevivir!

Continuará.