Chereads / La cima de los monarcas / Chapter 8 - Capítulo 8 — Observador

Chapter 8 - Capítulo 8 — Observador

Capítulo 8 — Observador

- Chico, levántate. Recibir ese tipo de adoración no es mi pasatiempo. Un día fui mortal y no me veo por encima de ellos. Al contrario, me gusta entenderlos.

Yang Feng no pudo evitar sorprenderse, y por la orden dada, se levantó. Pero decidió que no era bueno hablar; el anciano Du le decía muchas veces que no era bueno tomar la mano y querer tomar el codo, pues uno podría perder la mano que ya tenía. Solo se inclinó levemente en señal de respeto y volvió a su postura formal.

El inmortal dio una mirada sutil al chico y luego dirigió su atención al anciano Du.

- Superior Long Du, veo que le has enseñado bien a tu recién aceptado discípulo.

- El pequeño Zhenlin Ye, observando todo como siempre... digno de ser el inmortal encargado de velar por el bienestar de su población.

- Solo pasaba por casualidad.

¿Casualidad? Quién no vería su monstruosa figura si se paseara libremente por el pueblo. Pero, según lo que dice el maestro, él siempre observa todo lo que sucede. ¿Cómo hará para que nadie lo vea? Qué interesante, muy interesante. Este gran inmortal es entonces quien gobierna el pueblo... Así que así es ver a un inmortal en el rango tres espiritual. Es emocionante. Pero me interesa más saber qué habilidad usa. Siempre escuché que el inmortal se encontraba recluido para dar un paso más en su cultivación, pero saber que no es así es una revelación muy grande... de esas por las que alguien podría morir. ¿Será que moriré por saber algo que no debía?

Los pensamientos entraban rápidamente en la cabeza de aquel chico.

- Jum... sí, claro. Pero dime, ¿para qué buscabas a mi discípulo?

La mirada volvió al chico.

- Chico... chico, una oveja que todos podían atacar cuando quisieran... ¿quién imaginaría que en realidad eras un tigre?

Yang Feng rápidamente se congeló. Lo había visto mientras le quitaba el último suspiro de vida a los cuatro pequeños bandidos.

¿El inmortal se enojó y decidió venir a eliminar el mal de raíz?

Mientras pensaba, el inmortal habló.

- No debes preocuparte. No te eliminaré, ni le diré a nadie lo que vi.

- ¿En serio? -dijo con asombro y gratitud.

- Así es, chico.

Fue entonces cuando intervino el anciano Du:

- Solo escuché lo que se vio, pero no se compara con haber estado allí mientras ocurría.

- Superior Long Du -dijo Zhenlin Ye-, esos cuatro no merecen mucha mención, pero el cuerpo resistente y la habilidad para poder sobrevivir de su discípulo no son exageración.

- Mmm... ya veo por el camino que te diriges, pequeño Zhenlin Ye.

¿Camino? -pensó el chico.

- Seguro que sí. El Superior siempre ha sido un hombre que entiende muy bien los pensamientos de las personas.

- Pero... -el anciano dio una sutil mirada a su discípulo-, él deberá decidir si quiere ir.

El inmortal vio al chico, y con su mirada que ardía en violeta, parecía ver más allá de la piel.

¿Yo?, pero si ni siquiera sé de qué están hablando...

- Si me disculpan, ¿me podrían decir a qué se refieren?

- Verás, chico. Ha venido un inmortal proveniente de la ciudad. Han pasado veinte años desde que uno vino a este pueblo rural. Y si te presento ante él, seguro saldrá un nuevo cultivador proveniente de este lugar. Eso hará que el pueblo sea más próspero, por tener la protección completa de la ciudad. Nadie se atrevería a molestarnos, y así ellos me proporcionarán los recursos que necesito para poder avanzar...

- Pequeño Zhenlin Ye... Pequeño Zhenlin Ye, no intentes usar a mi discípulo para tus planes ambiciosos -intervino el anciano, colocándose delante de él.

El inmortal se dio cuenta de que había hablado de más, pero ya que sus intenciones habían sido expuestas, solo podía continuar.

- Así es, Superior. Si su discípulo logra convertirse en un inmortal de la ciudad, podrá salir a conocer el mundo. Comerá y vestirá las mejores prendas, recibirá cristales, y las monedas mortales serán tantas que dejarán de importarle.

- Pequeño Zhenlin Ye, he sido muy amable contigo, pero mira que intentar engañar a mi discípulo apelando a la lujuria humana... Estás tan cegado que no dejas de hablar, y ni siquiera le miras a los ojos -dijo el anciano Du. Y cuando notó que Zhenlin lo hacía, continuó-. Los ojos de mi discípulo no se conmueven ante los placeres humanos. Ellos ven más allá. Ven algo que tú apenas empiezas a buscar. Es por eso que has pedido las enseñanzas de este viejo débil.

El inmortal escuchó con atención, sin apartar la vista del muchacho. Observaba su rostro: piel blanca y serena, rasgos refinados... pero lo que más le impactó fueron sus ojos. Aquellos ojos tranquilos y sin emoción lo hicieron estremecerse. Antes no lo habría notado, pero ahora que intentaba comprender el mundo, entendía: esos ojos eran de alguien con una comprensión desbordante de la vida mortal, alguien que los cielos intentarían retener para que no ascendiera.

Pero ¿cómo lo haría? ¿Determinación? ¿Destino? ¿Talento?

Nadie en el mundo mortal podía comprender realmente los caminos de la vida. El sendero era incierto, y cualquier cosa podía ocurrir: podría vivir mil años o morir en el próximo instante. Sin duda, eso era la vida.

- Gran inmortal, disculpe por no querer formar parte de su gran plan. Pero he decidido ser el discípulo de mi maestro Du, y luego salir a ver el mundo, siguiendo a donde mi cuerpo y mente deseen.

El chico habló con claridad y tranquilidad. Zhenlin Ye ya no podía verlo como un simple mortal. No. Ahora lo veía como alguien con la determinación de adentrarse en el mundo inmortal y desafiar incluso a los cielos.

El Superior siempre me ha dicho que no debo dejarme llevar por la impaciencia, que debemos pensar con tranquilidad y actuar solo después de considerar todos los puntos. Y aun así, al ver una oportunidad, me dejé cegar por el deseo. Llegué hasta este punto... Solo espero no perder la relación que tengo con él.

- Disculpen, Superior Long Du... chico mortal. Mi impaciencia me ha cegado. No se queden con esta imagen que acaban de ver de mí. Solo me dejé llevar por la emoción de vislumbrar una oportunidad para avanzar, aunque fuera un pequeño paso -dijo, inclinando su robusto cuerpo en señal de disculpa.

-Pequeño Zhenlin Ye, tu disculpa será aceptada... después de que pagues por ella -prosiguió el anciano.

El inmortal se sobresaltó y rápidamente respondió:

-¿Cómo podría pagar por ella, Superior Long Du?

El anciano pensó sin prisa. Después de un momento, dirigió la mirada a su discípulo y luego regresó a ver al pequeño Zhenlin Ye.

-Ayuda a mi discípulo a abrir su apertura. Primero lo guiaré en su cultivo hasta que logre ver el camino. En ese momento, tú intervendrás.

¿Mi apertura? Si puedo abrirla ya abre dado ese gran paso. -pensaba Yang Feng.

No se apresuró a hablar, al contrario, acariciaba su larga barba oscura mientras observaba al chico.

-Ese no será un trabajo difícil para mí. Acepto la condición.

-Bien -dijo el anciano, asintiendo lentamente-. Con eso me doy por satisfecho.

-Entonces, chico, yo te ayudaré cuando llegue el momento.

-Le agradezco mucho, gran inmortal -dijo Yang Feng, inclinándose con un gesto de manos-. Hoy no puedo pagar esta amabilidad, pero tengo una mente que recuerda todo. Esto no lo olvidaré. Sin duda, un día pagaré por cien.

-Chico, no deberías hacer tales afirmaciones...

Pero no continuó al ver la determinación que ardía en los ojos del muchacho.

-Jajaja, pequeño Zhenlin Ye, esas promesas sin duda no son vacías.

-Mmm... ya veo que es así. Chico, ¿cuál es tu nombre?

-Es un logro muy grande que siempre recordaré, que un gran inmortal como usted quiera saber el nombre de este humilde mortal. Me llamo Yang Feng.

-Yang Feng... -susurró-. No olvidaré tu nombre, entonces, chico.

-Me alivia que hayas recapacitado, pequeño. Debo despedirte, hay cosas que debo enseñarle a mi discípulo.

-Me alegra saber que no hemos perdido nuestra relación. Regresaré pronto a hablar con usted, Superior. Sin lugar a dudas, conversar con usted sobre la vida mejora mi cultivación.

El anciano solo respondió con una suave risa, mientras el chico permanecía sereno.

Zhenlin Ye se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida, pero de repente se detuvo y volteó.

-Sé que su discípulo no participará, pero sería bueno que pasara a ver. Es una experiencia que no ocurre muy seguido por aquí y puede abrirle nuevos horizontes.

-Sin duda alguna, lo dejaré ir.

El chico se emocionó. Aunque no quería participar, deseaba ver de qué se trataba todo.

-Muchas gracias, gran inmortal. Que tenga una larga vida.

Zhenlin Ye era tan alto que tuvo que inclinarse para salir por la puerta, sujetando la parte superior con su mano derecha. Por poco roza el mechón de cabello que llevaba amarrado en la parte trasera de la cabeza. Al salir de la tienda, el aire fresco saludó sus enormes músculos, cubiertos de tatuajes oscuros con forma de dragones furiosos. La parte inferior de sus prendas se agitaba con el viento, revelando el mismo violeta ardiente de sus ojos.

Luego, su cuerpo comenzó a tornarse oscuro y, a plena luz del día, desapareció.

Fue un suceso que sobresaltó a Yang Feng. Rápidamente miró a su maestro y preguntó:

-¿Esos son los movimientos de la sombra?

-Algo así.

-¿Algo así?

-Verás, para poder moverse por las sombras, necesitas estar dentro de una. Pero si te fijas, Zhenlin Ye no necesita eso. ¿Por qué crees que es?

Yang Feng pensó por un momento y luego habló:

-Él creó su propio método.

-Así es, discípulo. Vio la deficiencia de esa técnica y, por medio de prueba y error, logró desarrollar su propio método para desplazarse libremente incluso bajo la luz del sol.

-¡¿Eso no lo convertiría en un inmortal invencible?!

-¿Invencible?... Mmm, esa es una palabra mayor que no se debe usar a la ligera. Verás, aunque pueda hacer eso, solo lo vuelve invencible para quienes están en su mismo rango. Para alguien que esté por encima... esos trucos no son más que juegos de niños.

-Juegos de niños... -susurró-. Sin duda alguna, el camino de la cultivación es largo y está lleno de sorpresas. Un solo rango puede marcar la diferencia en una pelea. Qué emocionante manera de vivir.

El anciano observó a su discípulo con atención y luego suspiró.

-Si quieres seguir ese camino, no debes distraerte en tu cultivo. Veremos al lobo, y luego comenzarás a cultivar.

-Sí, maestro.

Continuará.