—¿Eh? ¿Bulldozer? —Kace se quedó sin palabras al mirarla y al escucharla llamar bulldozers a sus botas negras de cuero.
—Por supuesto que son bulldozers, es el nombre perfecto para llamarlas. Y después de que me pisaste, ni siquiera te has disculpado conmigo hasta ahora —continuó Allison.
—¿Eh?
Ante la falta de respuesta de Kace, que no decía nada salvo "eh", Allison se mostró aún más molesta y se giró para marcharse, pero él la detuvo de nuevo.
—Lamento haberte pisado los pies y arruinado tus sandalias —se disculpó Kace.
Los ojos de Allison se entrecerraron hacia Kace, encontrando su disculpa un poco sospechosa.
Ella pensó que él iba a discutir con ella, pero cedió bastante fácilmente, sorprendiéndola.
—No tenía idea de que pisé tus sandalias. Si lo hubiera sabido, me habría disculpado contigo. Lo siento de nuevo, señorita —agregó Kace.