—¿Qué pasó? —preguntó Selene cuando siguieron mirándola con los ojos muy abiertos—. ¿Los gatos se comieron sus lenguas?
—Solo tienes boca para hablar así porque tienes a los hermanos Wallace de tu lado —escupió Miranda con celos.
Desde que ella empezó a ver a Xavier en el set, trayéndole comida a Selene un par de veces, había comenzado a vestirse con vestidos aún más escotados, intentando llamar su atención, pero Xavier solo tenía ojos para Selene lo que la molestaba porque creía que Selene no era ni la mitad de guapa que ella.
Selene sonrió ante las palabras de Miranda.
—¿Por qué? ¿Estás celosa? ¿No te satisfacen lo suficiente los políticos con los que calientas la cama? —preguntó Selene.
Selene no se molestó en contenerse ya que las dos no se habían contenido al hablarle.
Podía escuchar murmullos a su alrededor, pero no le importaba si eran comentarios buenos o malos. La gente tenía derecho a pensar lo que quisiera sobre ella.