Otra vez tuve un sueño complicado.
Era solo un niño de 6 años, y me encontraba jugando con Yubel a las afueras del orfanato. Siempre que salíamos solos, nuestro perro mascota solía seguirnos. Jugábamos a las escondidas con nuestro perro, sin pensar mucho, solo estábamos jugando.
Cuando menos lo esperaba, un sujeto aterrador estaba forcejeando con Yubel.
Él gritaba "¡Suéltame!", pero en ese momento le puso su mano en la boca para callarlo. Por un momento, no pude moverme, pero entonces…
Sentí un fuerte impulso en mi cuerpo y corrí a golpear al hombre aterrador. No quería que le hiciera daño a Yubel, pero solo lo hice enojar.
Sacó un cuchillo y lo apuntó a mi cara. Por el miedo, cerré los ojos, pero no sentí el golpe, solo escuché un leve ladrido.
Cuando abrí los ojos, mi querido perro mascota estaba en un charco de su sangre frente a mí. En ese momento comprendí que el perro no estaba jugando con nosotros; solo quería protegernos.
No recuerdo mucho más de ese momento, ya que me quedé congelado frente a mi mascota. Cuando levanté la mirada, vi a Yubel también llorando, pero me llamó la atención la sangre en sus manos.
Aquel sujeto aterrador estaba tirado en el piso detrás de Yubel. El hombre no se movía, igual que el perro frente a mí.
Desde ese día, ni Yubel ni yo fuimos los mismos.
…
Cuando abrí los ojos, vi a Chizze entre mis brazos, pero ella ya estaba despierta y esta vez también me abrazaba a mí. Noté que tenía una cara triste.
"¿Qué te pasa, Chizze? ¿Por qué esa cara tan seria?"
"¿Qué Chizze tiene cara seria? Amo, mírate en un espejo. Llevas un buen rato llorando mientras dormías. Chizze no sabía qué hacer, pero cuando Chizze tenía pesadillas, mamá la abrazaba muy fuerte y Chizze ya no tenía pesadillas."
Ya entendí, así que por eso me estaba abrazando. Y es verdad, estoy llorando. Pensé que ya había superado mis problemas emocionales, pero creo que solo los reprimí. Vi la cara de Chizze y pensé que era muy linda.
En un impulso, abracé fuerte a Chizze y le di un beso. Ella no se resistió; sus colmillos golpeaban mis dientes. Los dos no sabíamos besar, pero se sintió mejor que mi primer beso, que me robó Charlotte junto con mis guantes.
Una vez que nos terminamos de besar, Chizze secó mis lágrimas delicadamente y solo nos quedamos mirando. Creo que esperábamos que la otra persona diera el siguiente paso, pero en ese momento…
"Ester, despierta, tenemos trabajo que hacer. Baja al bar de la posada y pide toda la comida que quepa en una cesta. Tendremos un día de campo."
Maldita elfa mandona… vaya forma de dañar el ambiente.
…
Nos levantamos y cambiamos nuestras ropas. Compré la comida para llevar en el restaurante de la posada y salimos para tener nuestro día de campo, pero Raiza nos llevó a las alcantarillas debajo de la ciudad.
"Raiza, ¿esto es en serio? ¿Quieres que comamos en este lugar tan insalubre?"
Raiza, con una expresión seria, me respondió: "No me cuestiones y sígueme, ya lo entenderás."
A regañadientes, seguimos a Raiza, aunque Chizze se tapaba la nariz; supongo que su delicado olfato no soportaba el aroma de las alcantarillas, y no la culpo, porque este lugar en verdad apesta.
Seguimos en silencio a Raiza hasta que llegamos a una cámara secreta en medio de dos paredes. Dentro de ella había pequeñas plantas en macetas, y el aire era menos pesado. Este aire me recordó al árbol de los ogros del bosque.
De pronto, vi a Gasthor tomando la comida de la cesta que trajimos y compartiéndola con un elfo que nunca antes había visto.
"Oye, Raiza, ¿podrías explicarme esto?"
Chizze dijo: "¿Por qué le dices Raiza a la jefa Victoria?"
Exhalé un poco de aire y dije: "Su verdadero nombre es Raiza; Victoria es su nombre de aventurera, por así decirlo."
Chizze pareció aceptar mi explicación y continuó interrogando a Raiza. "Ahora, ¿quieres decirme qué fue lo que pasó anoche?"
…
Después de escuchar un largo resumen, hablé en voz alta:
"Ya veo… Así que, gracias a Legoz, pudimos rescatar a algunos ogros del bosque. Pero ahora, ¿cómo rescataremos al resto? Legoz, eres un elfo, supongo que sabrás cómo llegar al bosque de los elfos."
Legoz casi se atraganta con la comida cuando le pregunté eso, pero una vez se calmó, me respondió:
"Es complicado decirlo. El bosque élfico está rodeado de una neblina mística que no solo protege el bosque, sino que también permite teletransportarse a una serie de puertas dejadas alrededor del continente. Se dice que es la magia del primer rey elfo."
"Y si encontramos esa puerta, ¿podremos llegar al bosque?"
"No exactamente. Dentro de la puerta hay un laberinto sin paredes, y sin el conocimiento necesario es casi imposible llegar al bosque. Ni siquiera yo sé muy bien cómo pasar ese laberinto. Ya que esta era mi primera misión en el exterior, era mi compañero que traicioné quien sabía cómo volver a casa."
En pocas palabras, estamos jodidos. "¿Y dónde está esa puerta?"
"La única que conozco en este reino está dentro de la sala del trono del Palacio Real."
En ese momento, pensé que habíamos llegado a otro punto muerto. "Genial, ahora definitivamente es imposible salvar a los ogros."
Gasthor interrumpió nuestra conversación:
"No exactamente. Con mis 22 familiares he podido infiltrarme en el castillo. En la planta baja del castillo hay muchas personas, entre guardias y algunos nobles. En el primer piso hay parientes del rey, y en los demás pisos solo he visto sirvientas. Me llama la atención que todas tienen la misma cara. También pude llegar a ver la sala del trono del Palacio Real."
No entendí muy bien su explicación, pero Gasthor me dijo que está conectado con sus familiares, que son esas ratas blancas, y puede ver todo lo que ellas ven. Por lo cual ha estado recorriendo la capital con esas ratas desde que Raiza lo teletransportó a las alcantarillas.
Gasthor, con una tiza, hizo un mapa del castillo. Esa es información muy valiosa. Ahora solo queda saber cómo llegaremos a esa sala.
"Chizze tiene algo que decir", dijo levantando la mano mientras movía la cola. La mujer bestia habló:
"Ayer, el jefe de los esclavistas, antes de que Chizze se fuera con el amo de regreso a la posada, me entregó una invitación a una fiesta en honor al héroe de Rusthia. Me dijo que tenía mucho trabajo él y todos sus amigos, y no podrían asistir. Como Chizze estaba tan feliz con el amo, me dio las invitaciones para poder tener una cita elegante con el amo."
La cara de Chizze estaba roja como un tomate, pero esto nos cae como anillo al dedo. La fiesta será en 3 días, tiempo suficiente para pensar en un plan.
…
…
…
Abandonamos las alcantarillas y llegamos al Palacio Real, con un cardenal al que la diosa no le concede paz…
Últimamente me he sentido bastante perturbado, desde que vi esa magia cuyo daño no puedo curar, ni siquiera yo, el Cardenal Darwin de la Iglesia de la Palabra Sagrada.
Siempre he sido un prodigio en todo lo referente a magia curativa y el estudio de las sagradas escrituras; en pocas palabras, soy un genio. Creí que lo sabía todo…
Pero no es así.
Desde que vi la cara derretida del doble de la princesa Kharla Dante, recuerdo lo inútiles que fueron mis habilidades. No puedo verme en un espejo sin ver mi cara derretida a causa de esa monstruosa magia. He estado obsesionado con eso. He repasado todos los libros de la biblioteca real, y después de todos mis días de estudio, entendí que solo hay pocas cosas que la magia curativa no puede curar, y son las llamadas enfermedades autoinmunes.
Las enfermedades autoinmunes, si se detectan a tiempo, pueden ser curadas incluso con hierbas curativas y ciertos cuidados en el cuerpo. Pero si se tardan en tratar, son prácticamente incurables y pueden evolucionar hasta causar estragos en los órganos del cuerpo humano. Pero lleva mucho tiempo llegar a ese punto…
Y ese sujeto, con un solo puñetazo, hizo un daño irreparable en la cara del falso Carlo Dante. Ojalá hubiera traído a ese hombre con vida y hubiera podido estudiar de cerca la magia que usó en su cuerpo, pero ya es inútil pensar en eso.
Igual, el siguiente doble de Carlo Dante está listo. No es tan fuerte como el anterior, pero tampoco es tan idiota.
En cuanto a la verdadera Kharla Dante…
Ella ha estudiado magia de control de estadísticas constantemente desde que volvimos de la zona plagada de monstruos. Creo que esa pelea también le afectó a su manera, aunque he notado que la princesa siempre hace su mejor esfuerzo. Aun siendo una princesa, no ha tenido la vida de una. Básicamente, ha vivido a la sombra de sus dobles. Creo que soy una de las pocas personas que realmente la conoce; siento lástima por esta niña y el padre que le tocó.
Me encontraba en la biblioteca real y, como de costumbre, la princesa me siguió en mis estudios. Aunque, como dije, solo estudia la magia de aumento de estadísticas y poder ayudar mejor a nuestro equipo. Aunque se supone que el día de hoy será la fiesta en su honor, definitivamente no lo siente así…
Ni yo tampoco…
"Princesa Kharla, ¿estás preparada para la fiesta de hoy?"
Kharla respondió: "El baile real en mi honor, ¿verdad, cardenal? No creo que importe mucho mi presencia. Literalmente soy solo la persona detrás del héroe, soy su sombra. No tengo muchas ganas de asistir. No me importa ser la sombra cuando salimos en excursiones, pero en un baile preferiría hacer cualquier otra cosa."
Entiendo a esta niña; yo tampoco quiero asistir. Es más, no quiero ser parte de este patético show político.
"Princesa, estoy de acuerdo más de lo que puedes llegar a creer, pero todos tenemos un papel y debemos cumplirlo, aunque no queramos estar ahí."
"Lo sé, cardenal. Sé que no quieres estar aquí. Por eso me agradas."
Esta niña es muy buena observando a la gente… me pregunto si realmente tendrá un don tan bueno como el don del héroe.
…
Esa noche me preparé con mi mejor túnica. Quería dar una buena impresión. Si mi papel es ser una pieza decorativa, seré la mejor pieza decorativa.
Llegué al palacio en un carruaje que normalmente no me dejan usar, pero es un evento especial y la iglesia quiere dar una buena impresión, así que debo aprovecharlo.
La gente vestía de forma muy elegante, lo cual me hacía sentir fuera de lugar, pero tengo que actuar con la elegancia que se espera de un miembro del equipo del héroe de Rusthia.
La fiesta transcurrió sin problemas, hasta que una de las sirvientas artificiales me llamó discretamente.
"Cardenal Darwin, el rey solicita su presencia para presentar al héroe y sus compañeros. Por favor, sea tan amable de seguirme."
Esas sirvientas también me asustan. Sus caras sin emociones me perturban, en especial la que siempre acompaña al rey. ¿Quién en su sano juicio hace una sirvienta artificial con el rostro de su difunta madre? Ese tipo está loco.
Me subo al escenario y me encuentro con Kharla. Ella está usando su ropa de siempre con los ojos cubiertos por una tela. Ella me toma de la mano y noto que está temblando. Creo que estar tanto tiempo en las sombras le provocó un pánico social severo, y tomo su mano en un intento de calmarla.
Mientras tanto, todo el mundo guardó silencio para el discurso del rey…
"Mis queridos vasallos, bienvenidos al Palacio Real de Rusthia. Me complace su presencia y agradezco todo el apoyo que brindaron a este reino y sus habitantes. El avance de los dominios del rey demonio ha tenido al continente de Yamatory de cabeza, pero ahora debemos unirnos como una gran nación y hacer frente a este gran problema.
Pero recuerden que no estamos solos. La todopoderosa Diosa no nos dejó abandonados y nos bendijo con mis hijos…
El primer príncipe, Miguel Dante Rusthia, quien está en su formación real para suceder al trono y continuar desarrollando el territorio.
El segundo príncipe, Richard Dante Rusthia, quien está en el reino de Dredprism recibiendo entrenamiento militar para proteger nuestras fronteras.
Y mi hijo menor, Carlo Dante Rusthia, el héroe elegido por la Diosa, quien protegerá a nuestro pueblo y mantendrá la paz en el Reino de Rusthia.
Y aquí está con nosotros esta noche. Denle una cálida bienvenida al héroe de Rusthia."
El salón se iluminó por completo y, desde la alfombra roja, entró el falso Carlo Dante. Saludaba a la gente con mucha elegancia y, de la misma manera, subió al escenario. Me sentía muy indiferente a todo este circo hasta que, entre el público, vi algo que me llamó la atención…
"Señor Darwin, ¿por qué está temblando? ¿También se siente algo nervioso?" dijo Kharla.
No podía creer lo que veían mis ojos…
Aquel sacerdote que vi en la zona de monstruos estaba en el público de esta velada. Llevaba una barba falsa. Pero nunca olvidaría ese rostro. Aparté al falso Carlo Dante, me coloqué en medio del escenario y grité…
"¡GUARDIAS, CAPTUREN A ESE HOMBRE O TODOS MORIREMOS!"