[Catter siente que la espada que el ángel creó con la magia de luz comienza a perder fuerzas poco a poco.]
- ¡Mierda, mierda, mierda! ¡Arde, arde!
- Ángel: ¿Qué pasa, humano? ¿Te duele mucho?
[El ángel comienza a sacar la espada de la barriga del héroe Catter y retrocede con la ayuda de sus alas. Catter pone sus manos en la barriga para no desangrarse y perder la conciencia.]
- Ángel: Vamos, humano, vamos a ver cuánto duras antes de desmayarte.
[Catter comienza a ver todo un poco borroso.]
- (Carajo, tengo que esperar unos seis segundos para que se me cierre la herida.)
[Catter mira a lo lejos la figura del caballero que les ayudó en la cueva; este le comienza a gritar desde lejos.]
- Caballero: ¡Héroe Catter, agarra esta espada!
[El caballero, que venía corriendo con todas sus fuerzas, le lanza una espada.]
- ¡Gracias, caballero!
[El héroe ve que la espada le cae al lado y se agacha a recogerla. Este ve que por fin pasaron los seis segundos y se terminó de sanar. Catter le grita al caballero que no se meta en la pelea. El caballero, al escuchar estas palabras, asiente con la cabeza y se aleja del lugar.]
- Vamos, ángel, ahora sí ya podemos pelear. Ven a acercarte.
- Ángel: (Maldición, pensaba que este humano estaba solo, pero ¿qué es eso de héroe? Y lo más desagradable es que se me está acabando el tiempo de mi magia. Solo me quedan 20 segundos; tengo que matarlo). Mira quién lo dice. Tú estás en desventaja, humano tonto. ¿No ves que aún sigues atrapado en mi magia de tierra?
[El ángel toma impulso y, con la ayuda de sus alas, vuela hacia Catter, comenzando a darle cortes leves en los brazos y piernas a alta velocidad. Pero Catter, gracias a su habilidad física, puede retener sus ataques, aunque aún así recibe golpes del ángel.]
- Dime, ángel, ¿toda tu raza es así de fuerte?
- Ángel: No, la verdad, no. Es que yo soy uno de los siete capitanes más poderosos de la raza de los ángeles. Yo soy el tercero más fuerte.
- ¡Jajaja! Ya veo, entonces no me conteneré.
[Catter nota que el lodo ya no es tan pegajoso como al principio y comienza a creer que el poder mágico del ángel se está agotando.]
- Ya veo, ya me puedo mover con comodidad. ¿Ángel, tu poder mágico está llegando a su límite, ¿no?
- Ángel: Jajaja, te diste cuenta. Ya estoy llegando a mi límite. (No podré continuar con esta magia. Tengo que desactivarla, si no se me acabará la magia y no podré mantener a esa tonta elfa encerrada).
[Catter comienza a moverse mejor que antes, hasta el punto de saltar y escapar del poder mágico del ángel. Al salir de la trampa, se dirige corriendo hacia el ángel, que también va hacia él. Catter comienza a mover su espada y su cuerpo a gran velocidad. El ángel, al ver esto, también comienza a moverse rápido. Ambos se atacan rápidamente, haciéndose heridas en las piernas y brazos. El ángel empieza a sentir los brazos cansados y pesados. Su cuerpo ya tiene muchas heridas, al igual que Catter, pero lo que los diferenciaba era que Catter podía sanar cada seis segundos, mientras que el ángel, al perder tanta sangre, ya no podía mantenerse de pie.]
- Ángel: ¡Yo no perderé contra un tonto humano como tú! ¡Tú no sabes cuánto hemos sacrificado por esta tonta querrá!
- ¡Me parece bien, yo tampoco perderé!
[Catter comienza a perder poco a poco fuerzas, pero no se rinde. Quiere salvar a esa elfa como sea. El ángel comienza a perder velocidad. Catter aprovecha su rapidez, ataca y atraviesa el pecho del ángel. Este también ataca y traspasa de nuevo la barriga de Catter, pero el ángel ya no puede seguir peleando. Comienza a escupir sangre por la boca. Catter le saca la espada del pecho al ángel. Este toca su pecho y, con una mirada triste, mira fijamente a Catter.]
- Ángel: Oye, gracias… por haber peleado conmigo. Me di… divertí mucho. Por… FAVOR, no se duden con la… raza de los... ángeles. Los dioses nos tienen peleando... obligados. Nosotros... no queríamos pelear, pero nos obligaron. Lo... siento.
[El ángel comienza a llorar. Poco a poco pierde el equilibrio y cae al suelo, cerrando los ojos lentamente. Catter se acerca al ángel y le dice unas palabras antes de morir.]
- Descansa en paz, pero tampoco es excusa para lo que pensabas hacerle a la elfa