- me quede dormido tras el golpe que medi y, al perder unas 3 horas, solo me quedaban unas 2 horas para alistarme antes de que llegue la primera raza que va a atacar la ciudad. Al llegar a la posada, miro a mí hermana Mei afuera, esperándome con Elena.
- Mei: ¡Catter! ¿Dónde te metiste? Te demoraste mucho tiempo.
- Catter: Lo siento, hermana, me golpeé con algo, por eso llegué tarde.
- Mei: ¡Nosotros le dijimos a nuestros hermanos que no nos demoraríamos y míranos, estamos aquí perdiendo el tiempo!
[Mei le grita furiosamente a Catter mientras dice que agarre la espada que dejó en el suelo.]
- Catter: Oye, hermana, ¿de dónde conseguiste esta espada?
- Mei: Ah, esa espada un herrero estaba regalando, ya que todos vamos a luchar. Entonces le pedí dos espadas mientras tú estabas... sabes a dónde.
- Catter: Ya te dije que me desmayé, me golpeé la cabeza por... por algo.
- Mei: Lo que tú digas. Vámonos mejor y despídete de Elena. Ya le pedí a una familia que se estaba yendo del reino que la podría llevar a la ciudad de los elfos, ¿no?
- Catter: Tienes razón, no sabemos si vamos a perder, aunque sé que ganaremos esta guerra.
- Mei: Como sea, despídete y vámonos.
- me acerco a Elena, que estaba sentada en la puerta esperándome para despedirse de mi. Me sentía un poco triste, ya que se iba lejos del reino y tal vez no la podría volver a ver creo que ya me había encariñado mucho con ella.
- Catter: Oye, Elena, sé que estás un poco triste, pero es momento de que vayas a tu ciudad natal, tú sabes, la ciudad de los elfos que está en medio del bosque.
- Elena: Tienes razón, hermano, pe... pero prométeme que me irás a buscar a la ciudad de los elfos y que nos volvamos a ver y iremos a explorar el mundo juntos.
- Catter: Te lo prometo, Elena, pero vete, ellos ya te están esperando. Cuídate, ¿sí?
- Elena: Está bien, hermanito, te quiero.
- Elena se sube a la carreta, donde nos despedimos por última vez. Entonces, Elena se prepara para irse de nuevo a su tierra natal, la ciudad de los elfos. Mientras que yo me Hiba con mi hermana Mei hacia afuera de la ciudad, donde nos esperaban para la llegada de los enemigos. Al llegar, vemos que todos los humanos que habían en el reino se encontraban allí, varios dispuestos a luchar por su reino aunque eso significara la muerte.
- Catter:Hermano Daichi, ¿qué pasa? No era que en 5 horas nos atacaban, ¿por qué ya están todos aquí?
- Daichi: Ya nos van a atacar.
- Mei: ¿Por qué tan rápido? El rey no dijo que en 5 horas, ¿por qué tan rápido?
- Emi: Hermana, los enemigos nos quieren hacer una emboscada, pero nuestro hermano Haruki se dio cuenta.
- Catter: Oye, hermana, ¿dónde sacaste esta armadura?
- Emi: ¿Te gusta? El rey me regaló una a mí y a Hana.
- Pues te queda muy bien.
[Emi se sorprende al escuchar que Catter le dice que le queda bien la armadura, lo que la pone un poco feliz]
[En ese momento llega su hermana Hana y le pregunta qué tal su armadura con la espada que le regaló Ken.]
- Pues la tuya, hermana, te queda... bien, creo, y la espada creo que te combina.
[Esto hace que Hana se ponga un poco seria mientras sostiene su espada con la mano izquierda.]
[En ese momento, Daichi les grita a todos que el enemigo ya está cerca y que son muchos.]