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El Despertar Del Héroe Olvidado

OdiseaOnline_8515
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Synopsis
Ryu Tanaka, un joven oficinista de 25 años atrapado en una vida monótona, es repentinamente transportado a un mundo fantástico al borde del colapso. Descubre que ha sido "Invocado" como el héroe profetizado para salvar este reino de una inminente oscuridad.
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Chapter 1 - capítulo 01 Un Nuevo Mundo.

Ryu Tanaka suspiró profundamente mientras cerraba la puerta de su pequeño apartamento. Otro día agotador en la oficina había terminado, dejándolo exhausto y desanimado. A sus 25 años, sentía que su vida se había estancado en una rutina monótona y sin sentido.

Se dejó caer pesadamente en el sofá desgastado, su cabello negro azabache cayendo desordenadamente sobre su frente. Sus ojos verdes, normalmente brillantes y llenos de vida, ahora lucían apagados y cansados. Ryu se pasó una mano por el rostro, intentando alejar el agotamiento que se había apoderado de él.

"¿Es esto todo lo que hay en la vida?", murmuró para sí mismo, mirando al techo con desaliento. Había soñado con aventuras, con hacer algo significativo, pero aquí estaba, atrapado en un trabajo que odiaba, sin perspectivas de cambio a la vista.

Con un suspiro de resignación, Ryu se levantó y se dirigió a la cocina. Abrió la nevera, encontrándola casi vacía, salvo por algunas latas de cerveza y restos de comida para llevar. Tomó una cerveza y volvió al sofá, encendiendo la televisión sin mucho entusiasmo.

Mientras cambiaba de canal distraídamente, sus pensamientos vagaron hacia los mangas y novelas ligeras que solía devorar en su adolescencia. Historias de héroes ordinarios transportados a mundos fantásticos, donde encontraban un propósito y se convertían en leyendas. Ryu sonrió con nostalgia, recordando cómo esas historias solían llenar su corazón de emoción y esperanza.

"Si tan solo pudiera escapar a un mundo así", murmuró, cerrando los ojos y dejando que su mente divagara. "Un lugar donde pudiera empezar de nuevo, donde mis acciones realmente importaran..."

De repente, una extraña sensación de vértigo lo invadió. Ryu abrió los ojos de golpe, solo para encontrarse rodeado de una luz cegadora. Su cuerpo se sentía ligero, como si estuviera flotando en el aire. Intentó gritar, pero ningún sonido salió de su boca.

Tan rápido como había comenzado, la sensación terminó. Ryu parpadeó varias veces, tratando de orientarse. Ya no estaba en su pequeño apartamento. De hecho, no estaba en ningún lugar que pudiera reconocer.

Se encontraba de pie en medio de un exuberante bosque, rodeado de árboles tan altos que sus copas se perdían en el cielo. La luz del sol se filtraba entre las hojas, creando un juego de luces y sombras en el suelo cubierto de musgo. El aire estaba lleno de sonidos desconocidos: el canto de pájaros que nunca había escuchado, el susurro de criaturas moviéndose entre la maleza.

Ryu se pellizcó el brazo, convencido de que debía estar soñando. El dolor agudo que sintió le confirmó que esto era real. Su corazón comenzó a latir con fuerza mientras la realidad de su situación lo golpeaba.

"¿Dónde... dónde estoy?", murmuró, girando lentamente sobre sí mismo para observar su entorno. No había señales de civilización por ninguna parte, solo naturaleza salvaje e inexplorada.

Un movimiento repentino entre los arbustos lo sobresaltó. Ryu retrocedió instintivamente, buscando algo con qué defenderse. Sus ojos se posaron en una rama caída cerca de sus pies. La recogió, sosteniéndola frente a él como un arma improvisada.

"¿Quién anda ahí?", gritó, tratando de sonar más valiente de lo que se sentía.

Para su sorpresa, una pequeña criatura emergió de entre la vegetación. Parecía una mezcla entre un conejo y un zorro, con pelaje azul brillante y ojos grandes y curiosos. La criatura lo miró, ladeando la cabeza con interés.

Ryu bajó lentamente la rama, fascinado por el extraño animal. "Tú... tú no eres de la Tierra, ¿verdad?", murmuró, agachándose para estar a la altura de la criatura.

El animal emitió un sonido suave, algo entre un gorjeo y un ronroneo, antes de acercarse cautelosamente a Ryu. Sin pensarlo, extendió su mano, permitiendo que la criatura la oliera. Para su sorpresa, el animal frotó su cabeza contra su palma, como si lo estuviera saludando.

Una sonrisa involuntaria se dibujó en el rostro de Ryu. Por primera vez en mucho tiempo, sintió una chispa de emoción en su pecho. "Bueno, amiguito", dijo suavemente, "parece que no estamos en Kansas anymore".

Mientras acariciaba al extraño animal, Ryu comenzó a procesar su situación. Estaba en un mundo completamente diferente, sin idea de cómo había llegado allí o cómo regresar. Debería estar aterrorizado, pero en cambio, se sentía... vivo.

"Siempre soñé con algo así", murmuró para sí mismo, "pero nunca pensé que realmente sucedería".

El sonido de voces distantes lo sacó de sus pensamientos. Ryu se puso de pie, alerta. La pequeña criatura azul se escabulló rápidamente entre los arbustos, dejándolo solo.

"¿Hola?", llamó Ryu, inseguro de si debía acercarse o esconderse. Las voces se hicieron más claras, y pronto pudo distinguir palabras en un idioma que no reconocía.

De repente, dos figuras emergieron de entre los árboles. Ryu contuvo el aliento, sorprendido por su apariencia. Uno era un hombre alto y fornido, con orejas puntiagudas y piel de un tono verdoso. La otra era una mujer de baja estatura, con cabello plateado y ojos que brillaban como gemas.

Ambos se detuvieron en seco al ver a Ryu, sus expresiones pasando de la sorpresa al recelo. El hombre de orejas puntiagudas dijo algo en su idioma desconocido, su mano moviéndose hacia la empuñadura de una espada que llevaba al cinto.

Ryu levantó las manos en un gesto universal de paz. "No entiendo lo que dicen", dijo lentamente, "pero no soy una amenaza. Estoy... perdido".

La mujer de cabello plateado dio un paso adelante, sus ojos estudiando a Ryu con intensidad. Luego, para su asombro, habló en un idioma que pudo entender.

"Eres un Invocado", dijo ella, su voz melodiosa pero firme. "Has sido llamado a nuestro mundo en un momento de gran necesidad".

Ryu parpadeó, tratando de procesar sus palabras. "¿Invocado? ¿Quieres decir que... me trajeron aquí a propósito?"

La mujer asintió solemnemente. "Los antiguos textos hablaban de héroes de otros mundos que vendrían a salvarnos en tiempos oscuros. Tú eres uno de ellos, Ryu Tanaka".

El joven se quedó sin palabras. ¿Cómo sabían su nombre? ¿Y qué querían decir con "héroe"? Él era solo un oficinista común y corriente, no un guerrero o un mago.

"Debe haber un error", comenzó a decir, pero la mujer lo interrumpió con un gesto.

"No hay error", dijo con firmeza. "Has sido elegido. El destino de nuestro mundo ahora está en tus manos".

Ryu sintió que le faltaba el aire. Todo esto parecía sacado directamente de una de las novelas ligeras que solía leer. Pero esto era real, y de repente, el peso de la responsabilidad cayó sobre sus hombros.

"Yo... no sé si puedo ser el héroe que esperan", admitió, su voz temblando ligeramente.

La mujer de cabello plateado le ofreció una sonrisa amable. "Nadie nace siendo un héroe, Ryu. Se convierten en uno a través de sus acciones y decisiones. Tu viaje apenas comienza".

Con esas palabras, Ryu sintió que algo cambiaba dentro de él. El miedo y la confusión seguían ahí, pero también había una chispa de determinación. Tal vez esta era la oportunidad que siempre había esperado, la chance de hacer algo verdaderamente significativo.

Enderezó los hombros y miró a sus nuevos compañeros con renovada resolución. "De acuerdo", dijo, su voz más firme ahora. "No sé exactamente qué se espera de mí, pero haré lo mejor que pueda. ¿Por dónde empezamos?"

La mujer sonrió, un brillo de aprobación en sus ojos. "Primero, debemos llevarte a la ciudad. Hay mucho que aprender y poco tiempo. La oscuridad se cierne sobre nuestro mundo, y necesitamos prepararte para los desafíos que vendrán".

Mientras seguía a sus nuevos aliados a través del bosque, Ryu no pudo evitar sentir una mezcla de emoción y aprensión. Su vida monótona había quedado atrás, reemplazada por un destino más grande de lo que jamás hubiera imaginado.

No sabía qué peligros o maravillas le esperaban, pero estaba decidido a enfrentarlos.

Después de todo, esta era la aventura que siempre había soñado. Y aunque no se sentía como un héroe, estaba dispuesto a convertirse en uno.

Con cada paso que daba, Ryu se alejaba más de su viejo yo y se acercaba a su nuevo destino. El primer capítulo de su gran aventura apenas había comenzado a escribirse.

Fin del capítulo