Chereads / El Despertar Del Héroe Olvidado / Chapter 5 - capítulo 05 Sombras en el corazón.

Chapter 5 - capítulo 05 Sombras en el corazón.

El Bosque Susurrante se volvía más denso y oscuro con cada paso que daban. Los árboles de antaño majestuosos, ahora parecían retorcerse en formas antinaturales, sus ramas como dedos huesudos que intentaban atraparlos. El grupo avanzaba en silencio, aún recuperándose del ataque de los Corruptos.

Thorne, aunque se negaba a admitirlo, cojeaba ligeramente. La herida en su pecho, a pesar de los esfuerzos curativos de Naia, parecía resistirse a sanar completamente. Ryu no podía evitar sentirse culpable después de todo, el guerrero había recibido ese golpe por protegerlo.

"Deberíamos descansar", sugirió Gaia, rompiendo el silencio. "La energía del bosque... está drenando nuestras fuerzas más rápido de lo normal".

Lirael asintió, con sus ojos escaneando constantemente los alrededores. "Tienes razón. Estableceremos un campamento aquí. Zephyr, ¿puedes hacer un reconocimiento aéreo?"

El ágil guerrero del aire asintió y se elevó silenciosamente entre los árboles. Mientras los demás preparaban el campamento, Ryu se acercó a Lirael.

"¿Crees que estamos cerca?", preguntó en voz baja.

La hechicera frunció el ceño, consultando un antiguo pergamino. "Según las indicaciones, el Báculo de la Armonía debería estar en el corazón del bosque. Pero con la Corrupción distorsionando todo..."

Sus palabras fueron interrumpidas por el regreso abrupto de Zephyr, quien aterrizó con una expresión de urgencia en su rostro.

"Hay una estructura antigua a unos kilómetros de aquí", informó. "Parece un templo, pero... está rodeado de una energía extraña".

Lirael y Ryu intercambiaron miradas. "Debe ser ahí", dijo la hechicera. "El Báculo estaría protegido en un lugar sagrado".

A pesar del cansancio, el grupo decidió continuar. La promesa de estar cerca de su objetivo les dio un nuevo impulso. Sin embargo, a medida que se acercaban al templo, la atmósfera se volvía más opresiva. Ryu sentía como si algo le estuviera susurrando constantemente al oído, aunque no podía distinguir las palabras.

Finalmente, emergieron en un claro. Ante ellos se alzaba una estructura imponente de piedra blanca, aunque ahora manchada y agrietada. Enredaderas oscuras se enrollaban alrededor de las columnas, pulsando con una energía siniestra.

"Es hermoso", murmuró Naia, con sus ojos brillando con asombro.

"Y peligroso", advirtió Thorne, con su mano en la empuñadura de su espada. "Puedo sentir la maldad emanando de ese lugar".

Ryu dio un paso adelante, sintiendo una extraña atracción hacia el templo. "Tenemos que entrar. El Báculo debe estar ahí dentro".

Lirael lo detuvo con una mano en su hombro. "Espera. Necesitamos un plan. No sabemos qué trampas o guardianes puedan estar protegiendo el artefacto".

Mientras discutían estrategias, Ryu notó que Gaia se había alejado del grupo, acercándose a las enredaderas oscuras que cubrían el templo. La druida extendió una mano, casi tocando las plantas corruptas.

"¡Gaia, no!", gritó Ryu, pero era demasiado tarde.

En el momento en que los dedos de Gaia rozaron la enredadera, esta cobró vida. Se enrolló alrededor de su brazo con una velocidad asombrosa, y un grito desgarrador escapó de los labios de la druida.

El grupo reaccionó instantáneamente. Thorne cortaba las enredaderas con su espada, mientras Naia intentaba usar su magia de agua para arrancarlas. Zephyr creaba ráfagas de viento para mantener a raya a más plantas que parecían cobrar vida.

Ryu y Lirael combinaron sus poderes, lanzando una mezcla de fuego y luz que finalmente logró liberar a Gaia. La druida cayó al suelo, jadeando y temblando.

"¿Estás bien?", preguntó Ryu, arrodillándose junto a ella.

Gaia asintió débilmente, pero sus ojos... había algo diferente en ellos. Un brillo extraño que Ryu no había visto antes.

"Tenemos que movernos", dijo Lirael. "Esa conmoción seguramente habrá alertado a cualquier guardián que esté protegiendo el Báculo".

Con Gaia apoyada en Thorne, el grupo se adentró en el templo. El interior estaba sumido en penumbras, iluminado solo por el ocasional destello de cristales incrustados en las paredes. Avanzaron con cautela, Ryu y Lirael al frente, con sus manos brillando con magia lista para ser usada.

Después de lo que pareció una eternidad navegando por pasillos laberínticos y esquivando trampas antiguas, llegaron a una gran cámara circular. En el centro, sobre un pedestal de piedra, flotaba un báculo de madera blanca, resplandeciente con una luz propia.

"El Báculo de la Armonía", susurró Lirael con reverencia.

Ryu dio un paso adelante, sintiendo el poder del artefacto llamándolo. Pero antes de que pudiera alcanzarlo, una risa fría y cruel resonó en la cámara.

De las sombras emergió la figura que habían enfrentado en el bosque: el líder de los Corruptos. A su lado, para horror de Ryu, estaba Gaia, con sus ojos ahora completamente negros y una sonrisa retorcida en su rostro.

"Bienvenidos, héroes", se burló el Corrupto. "Han hecho exactamente lo que esperábamos".

Ryu sintió que su mundo se derrumbaba. "Gaia... ¿por qué?"

La druida solo rio, un sonido que heló la sangre de todos. "Oh, Ryu. Tan ingenuo. ¿Realmente creíste que todos estábamos de tu lado? La Corrupción me mostró la verdad. El poder que podemos tener".

Thorne grito, levantando su espada. "Traidora. Pagarás por esto".

Pero antes de que pudieran reaccionar, Gaia extendió sus manos. Las raíces y enredaderas del templo cobraron vida, atrapando a todos excepto a Ryu.

Lirael, Thorne, Naia y Zephyr luchaban contra sus ataduras, pero era inútil.

"Ahora, Invocado", dijo el líder Corrupto, con una voz cargada de malicia, "tienes una elección. Entrega el Báculo voluntariamente, o mira cómo tus amigos sufren".

Ryu miró desesperadamente entre el Báculo y sus compañeros atrapados. Lirael intentaba decirle algo, pero las enredaderas se apretaron alrededor de su garganta, silenciándola.

"No lo hagas, Ryu", logró decir Thorne entre dientes. "El destino de todos los mundos es más importante que nosotros".

El líder Corrupto chasqueó los dedos, y Gaia hizo que las raíces se apretaran aún más. Los gritos de dolor de sus amigos llenaron la cámara.

Ryu sentía que su corazón se desgarraba. ¿Cómo había llegado a esto? ¿Cómo podía elegir entre el destino del mundo y la vida de sus compañeros?

Con lágrimas en los ojos, dio un paso hacia el Báculo. "Lo siento", murmuró.

Pero en el último segundo, algo dentro de Ryu se encendió. Un poder que no sabía que tenía surgió desde lo más profundo de su ser. Con un grito que resonó con la fuerza de mil tormentas, Ryu liberó una explosión de energía pura.

La onda expansiva golpeó a todos en la cámara. Las enredaderas se desintegraron, liberando a sus amigos. El líder Corrupto y Gaia fueron lanzados contra las paredes, momentáneamente aturdidos.

Aprovechando la confusión, Ryu corrió hacia el Báculo y lo tomó. En el instante en que sus dedos tocaron la madera blanca, sintió un torrente de poder fluyendo a través de él.

"¡Corran!", gritó a sus compañeros, que ya se estaban poniendo de pie.

El grupo se apresuró hacia la salida, con Ryu a la cabeza, el Báculo brillando intensamente en sus manos. Detrás de ellos, podían escuchar los gritos furiosos del líder Corrupto y de Gaia.

Mientras emergían del templo y se adentraban nuevamente en el bosque, Ryu no podía dejar de pensar en la traición de Gaia. La culpa y el dolor amenazaban con abrumarlo, pero sabía que no podía detenerse ahora.

Habían conseguido el primer artefacto, pero a un costo terrible. La confianza del grupo estaba rota, y la sombra de la traición pesaría sobre ellos en los días venideros.

Fin del capítulo.