Primera parte – El club
Pasamos el rato charlando un rato en la azotea junto con Akari, de cierta forma al estar con ella me ayudaba a calmar mí mente.
-Ya es hora del almuerzo, es hora de ir a ver Asuna.
Me levante para ponerme en camino hacia el club, pero Akari me detuvo.
-Espera
-¿Qué pasa?
-Primero que nada, no vuelvas a decir que no mereces ser mi novio, eso me hace sentir triste...
Ella evito mirarme a los ojos, y enterró su cabeza en sus piernas.
Pese a que Akari era un fantasma o espíritu, manejaba muy bien sus movimientos para no solaparse con su propio cuerpo.
-... lo segundo, sé que es egoísta porque ya sabes, pero me gustaría que siguiera siendo mi novio.
Me acerque a ella, estire mi mano para acariciarle la mejilla, dude unos segundos en hacerlo, pase mi mano acariciando el aire, sin atravesar su rostro.
Entre lágrimas solo dije lo que deseaba.
-No me lo merezco, pero me encantaría, no sé cómo lo vamos hacer, pero me asegurare de que funcione, te prometo que averiguaremos lo que te sucedió, y hare todo lo posible por si existe una manera de revertir tú situación.
Ella me sonrió muy hermosamente, su sonrisa trajo algo de paz a mi propia alma, normalmente me seguirá incomodando que ella pueda atravesar las cosas, pero la nieve que pasaba a través de ella embellecía más el momento.
-Vamos Akari.
-Vamos Hikaru.
Fuimos directamente al club, estaba nervioso mientras golpeaba la puerta a fin de cuentas había sido cruel con Asuna.
-Un momento ya voy.
Se escucho la voz de Asuna de tras de la puerta, se escuchaba que estaba moviendo cosas de un lugar a otro.
Mire a los ojos a Akari y ambos soltamos una pequeña carcajada.
Abrió la puerta.
-Eres tú Nishimura... ¿Qué quieres?
Eso fue un balde de agua fría, Asuna no me llamaba por mi apellido en años.
Segunda Parte – Un alivio necesario
El momento era más vergonzoso porque Akari estaba al lado mío, aunque Asuna no pudiera verla.
-Asuna, lamento haber sido hiriente contigo, no tengo manera de... sé que fue un idiota insensible, sobre todo porque estabas preocupado por mí, te pido disculpa.
Me incline hacia ella dándole una reverencia para pedir perdón.
La mire de reojo mientras seguía inclinado, estaba molesta, tenía los cachetes inflados.
Comenzó a darme pequeños golpecitos en la cabeza, que realmente no dolían.
-Tonto, tonto, tonto, tonto, tonto.
El último golpe debo admitir que si me dolió.
Akari se reía un poco.
-Te perdono, pero seguiré molesta un rato más, tonto.
-Si me lo tengo merecido, podemos hablar un segundo dentro del club.
-Lo pensare...
Inmediatamente entro al club y me hizo pasar.
En qué momento se transformó en una Tsundere.
El club era una sala pequeña, donde tenía unos estantes con un hervidor de agua, un par de libros, al medio de la sala una mesa larga con sillas que ocupaba casi toda la sala, y una ventana que estaba tapada por alguna razón.
-Dime ¿de que quieres hablar?
-Primero, déjame pedirte disculpas por haber sido un insensible nuevamente.
-Y un tonto.
Me está haciendo perder la paciencia otra vez.
-Te pido disculpas por ser un tonto insensible, que no merece tener a una amiga como tú.
Últimamente pienso mucho que no merezco las cosas buenas que tengo.
-Eso, eso, así me gusta.
-Quiero unirme al club de lo paranormal, si es que la invitación aun esta sobre la mesa.
Ella se abalanzo frente la mesa, dejando ver su voluptuoso pecho, protegido por una camisa que pareciera que le iba a explotar el botón.
-Enserio, enserio, enserio.
-Si... enserio.
-Normalmente se necesita la votación de los demás miembros, pero como yo soy la presidenta...
Apago la luz de la sala, dejándonos a oscuras, de algún lado Asuna saco una linterna, se alumbro la cara con la linterna haciendo parecer un rostro sombrío, acto seguido intento hacer una voz de ultratumba.
-Eres bienvenido al limbo espiritual de investigación paranormal, Hikaru Nishimura, levanta tu mano derecha.
Le seguí el juego algo incomodo sobretodo porque Akari nos estaba viendo hacer el paripé y levante mi mano.
-Prometes investigar todo acto paranormal sin rendirte, siempre con la verdad, sin importar el desafío, y participar de los eventos del club sin falta incluso si te llegaran a poseer los fantasmas.
Volvió a poner voz normal.
-Con un acepto basta.
Mire Akari, que parece que le divertía la situación, solo me basto eso para saber que decir.
-Yo Hikaru Nishimura prometo que pondré mi vida en ello si es necesario, para descubrir el secreto paranormal.
Estaba avergonzado por decir eso a mis 16 años, pero por lo visto tanto Asuna como Akari estaban sorprendidas, Akari me hablo.
-Eso fue...
-Eso fue genial.
Asuna rodeo la mesa, tomo mis manos y las puso sobre su pecho, oficialmente te declaro miembro del club paranormal de la prestigiosa Academia Copo de Sakura.
Estaba sonrojado porque mi mano estaba tocando su seno.
Cuando Asuna me tomo de las manos, sentí una presencia atemorizante a mis espaldas, me giré lentamente, el rostro de Akari denotaba asco por todos lados.
Retire rápidamente mis manos sobre su pecho.
-Serviré té, así que siéntense, a ti te daré melisa Hikaru, sigues igual de pálido que en la mañana.
-Si gracias, Asuna... gracias por preocuparte por mi.
El hervidor en ese momento termino de hervir el agua y Asuna se fue a preparar los té, yo aproveche de hablar muy bajo con Akari.
-Te prometo que esta vez soy inocente, Akari
-Inocente... vi como lo disfrutaste.
-Enserio no es lo que piensas.
Ella hizo un gesto de desaprobación, se miró su pecho y luego el de Asuna, no necesitaba preguntarle, pero estoy seguro que estaba desanimada, no es que Akari sea plana, para mi tiene unos lindos pechos ni muy grandes ni muy chicos, pero con los senos de Asuna puedo asegurar que incluso hasta la soberbia de Yui Akimoto perdería contra ese par.
-Oye no te desanimes, para mi tus...
Asuna me sirvió la taza de té.
-Gracias Asuna.
Viví un sorbo, me sentó sumamente bien, realmente necesitaba algo caliente.
-¿Gōsutohāto, que té prefieres?
Llegue a derramar un poco de té caliente sobre mí, me levante del asiento del dolor.
Acaso Asuna puede ver a Akari.
-Asuna me estás diciendo que puedes ver a Akari.
-Eso fue hiriente Hikaru, deja de ser un insensible, deberías pedirle disculpas.
-Me acerque a ella, el agarre de los hombros incluso la llegue a zarandear un poco.
-Asuna, ves a Akari
-Pero si estas ahí sentada.
- ¿Kimigawa, tu realmente puedes verme, y escucharme?
-Por supuesto, ustedes están actuando muy raro.
Akari atravesó la mesa con su cuerpo incorpóreo e incluso intento golpear los senos de Asuna con su mano, pero eventualmente solo paso a través de ellos.
Asuna dio un paso atrás.
-Asuna sé que da miedo, pero necesito que antes te calmes para que te explique.
- ¡¡Impresionante!! dime que es lo que haces, ¿desdoblamiento, o de qué manera sales de tu cuerpo?, o ¿Cómo lo logras estar acá Gōsutohāto?
Podía notar que mi novia estaba incomoda por las preguntas de mi amiga, iba a interrumpirla, pero Akari evito que lo hiciera con un gesto con su mano.
-Kimigawa, creo que me asesinaron, o por lo menos eso es lo que vio Hikaru.
-Genial eres un fantasma, eres increíble.
Le di un puñetazo en la cabeza de Asuna por sus palabras insensibles.
-Asuna que carajo te pasas que no puedes ver que Akari está sufriendo por ello.
-Discúlpenme, es que es fantástico, es... es un sueño
-Asuna puedes bajarle dos rayitas a tu emoción.
Asuna se puso nerviosa, intento agarra las manos de Akari, pero fue en vano, paso lo de siempre.
-Lo siento por eso, Gōsutohāto no quise ser tan insensible, me emociona mucho el tema de los fantasmas que olvido controlarme, no quise herirte... Hikaru tú estabas mal por lo que le sucedió.
Asentí con la cabeza.
-Encontré su cuerpo con múltiples apuñalamientos en nuestro salón de clases cuando casi no había nadie en la escuela.
-Eso es terrible, ya les dijeron a las autoridades.
Me di media vuelta me quedé mirando el muro, con mi mano me aprete el brazo izquierdo.
-Yo salí corriendo como un cobarde cuando encontré el cuerpo de Akari, incluso cuando vi a su fantasma, pensé que había perdido la cordura, de hecho, aun creo que lo estoy, pero... que tu puedas verlo me hace sentir mejor...
Nuevamente me puse, a llorar, pero esta vez era de alivio, saber que mi mente no estaba rota, me dio un poco de esperanza.
-Perdónenme chicas, últimamente soy un desastre.
Me limpie las lágrimas y las mire a ambas, la conversación la continua Akari.
-Para mí no eres un desastre, Hikaru
Me miro tiernamente, luego de eso prosiguió
-Yo salí corriendo tras Hikaru, pero me costó adaptarme a este cuerpo, o mejor dicho a no tener cuerpo, cuando volví a la sala mi cadáver ya no estaba, y no había ningún rastro de sangre.
Yo me apené por lo cobarde que fui. Asuna se volvió a sentar con su taza en las manos, ya más seriamente hablo.
-Tengo muchas preguntas al respecto, ¿puedo?
Akari y yo nos miramos, ambos dijimos un sí al unisueno.