Parte 1 - Sueño
-¿Hikaru qué crees de todo lo que dijo Asuna?
-Que, si su teoría es verdad, son las mejores noticias que hemos escuchado desde entonces... no realmente quiero que sea verdad porque volveríamos a estar juntos, me refiero a juntos, de poder tocarnos, y las cosas que suelen hacer los novios.
Ella se rio dulcemente de mí.
-Yo también deseo que tenga razón, pero es todo muy perfecto para ser verdad, es casi como si...
-Supiera lo que realmente te sucedió, si Akari, también paso por mi cabeza, te dije que desconfió un poco de ella desde que no se sorprendió de que éramos pareja.
-En qué momento pasamos de ser novio a parejas... creo que me gusta.
No había pensado en lo que dije, lo que hice sentirme algo avergonzado.
-Lo decía como un sinónimo de novio, perdona si te incomodo.
-No, de hecho, siento que me gusta como suena Hikaru.
Ella se quedó un rato en silencio hasta que hablo.
-Somos pareja, si suena bien, Akari Nishimura.
Pase de tener frio a calor en un segundo.
Hikaru te sale vaho por el cuerpo.
-Es tu culpa.
-¿Mi culpa?
Ella giro su cabeza como un cachorrito hace cuando no entiende algo, fue demasiado tierno.
-Volvamos al tema principal, como dije desconfió de ella, pero no creo que tenga que ver con tu muerte, pero a lo mejor sabe algo más por algún motivo.
-No quiero desconfiar de ella cuando ha sido buena conmigo, pero tienes razón algo nos oculta, eso me molesta.
Akari por el momento confiemos en ella, está totalmente dispuesta a ayudarnos, pero tengamos cuidados.
-No te molesta desconfiar de tu amiga, Hikaru?
-Claro que me molesta, ella fue la primera amiga mujer que hice, el asunto de los fantasmas lo he encontrado interesante, aunque me daban miedo, pero ahora sé que puede haber fantasmas muy atractivos.
-¿No sé qué encuentras atractivo en este aspecto?
-Primero que nada, tú eres hermosa, simplemente ocultas tu belleza, no me refiero solo con esos lentes, ahora parece que no tienes pecho porque te los vendas y aprietas para que lo que tienes no sobresalgan, incluso ocupas una falda larga poco atractiva todo por la apuesta con Akimoto, segundo me enamore de lo que hay dentro de ti y tercero eres la única aparte de Emi en aceptarme tal como soy.
-Me alegra que sepas como subirme el ánimo, haces que me valore, me haces feliz eso y más, por eso deseo que lo que nos dice Asuna sea cierto así podremos tener una vida normal juntos, te adoro Hikaru Nishimura eres lo que más quiero proteger.
Nunca había pensado que la misma persona me podía robar el corazón dos veces, sabe Dios cuanto quiero besarla.
-Akari yo también te adoro, no sabes cuanto... así que supongo que está decidido nos encontraremos con Asuna esta noche.
-Si vamos a ir... hay una cosa más que me molesta demasiado.
-Dímela.
-Las insinuaciones que hace Asuna, te las hace muy directamente, ella mueve su pecho porque sabe que tú la miras, pervertido.
La palabra pervertido me dolió más que nunca cuando salió de la boca de Akari.
-¿Como quieres que no me fije en ellos, as visto el tamaño de esas cosas?, es como si tuvieran vida propia, pero no lo veos porque me gusten, ya te lo dije una vez, no me gustan los senos tan grandes, de hecho, estoy encantados con los tuyos.
Hice como si se los tocara con el dedo índice.
Ella se sobresaltó, inmediatamente se tapó los pechos con sus brazos.
-Re-re-realmente eres un pervertido, ayuda, auxilio mi novio es un pervertido, no qué horror, es un lobo hambriento obsesionado por los pechos.
Ella decía todo en broma, salió corriendo a una velocidad de tortuga, ella quería que corriera atrás de ella, cosa que hice, cuando la iba a "agarrar", ella atravesó intencionalmente la caseta que da paso hacia dentro del colegio.
-Eso no es justo.
-Rodea la caseta Hikaru.
Le hice caso y estaba ahí, la abrace por la cintura, eso sí me demore un poco en ajustarme para no atravesarla, ella hizo lo mismo, dejo descansar su cabeza sobre la mía sin pasar a través de mí, aunque no sintiéramos contacto físico yo al menos era feliz con eso.
Escuchamos que alguien abrió la puerta de la azotea, era raro que alguien viniera por acá sobre todo por las bajas temperaturas que suelen haber en Arekkaido.
-¿Quién será?
-¿Hachemos un vistazo Hikaru?
Yui Akimoto se dirigía directamente a la barra de contención, ella le pego una patada.
-Maldito Nishimura, estoy segura que el muy cabrón sabe mi secreto, te juro que te voy hacer la vida imposible.
De que habla esta, yo no sé nada, me sentía mal por estar espiándola.
Ella siguió golpeando la barra varias veces, hasta que termino llorando por la impotencia.
Iba a ir hablar con ella, Akimoto no me caí bien, me hizo perder a mi amigo y daño toda la confianza de Akari, aun así, me sentía mal por ella, cuando iba a salir de mi escondite, Akari me interrumpió.
-No lo hagas, cuando una mujer quiere estar sola, a veces es mejor dejarla.
Decidí hacerle caso Akari, no sabía si no quería que la ayudara por que le molestaba la idea de que le prestara atención a ella, o realmente creía en lo que me decía.
Nos quedamos los dos sentados escuchando los llantos de Akimoto, me molestaba saber que por algún motivo era el culpable de ese llanto, Akari lo noto y debes en cuando intentaba hacer rostros graciosos para que no prestara atención, estuvimos ahí hasta que Akimoto se fue de ahí.
Parte 2 – Fuga
Después de clase volvimos a mi casa, era la primera vez que iba a salir de noche sin mi familia, sin considerar cuando me escapaba de niño a la plaza, y si de algo estaba seguro es que no mis padres no me iban a dar permiso, si estuviera Emi,,, no, realmente con lo sobreprotectora que es conmigo tampoco creo que me cubra, además hoy va a llegar tarde por el trabajo.
-Hikaru...Hikaru... ¡¡Hikaru!!
-Akari disculpas, estaba metido en mi cabeza.
-El agua esta lista.
-Oh, tienes razón, disculpa estoy ansioso con lo de hoy.
-No me asustes, pensé que no podías escucharme, no quiero sentirme nuevamente angustiada por ello.
-¿A quién le hablas hijo?, aquí no hay nadie más que nosotros dos.
Mi Padre estaba en la sala, estuve tan absorto en mis pensamientos que ni siquiera me había dado cuenta de que él estaba en casa.
-¿Tú que haces aquí a esta hora?
Es tan extraño que este en mi propia casa.
-No, pero tu acostumbras llegar tarde, casi nunca estas en casa.
Mi padre se acariciaba la barba, miro la silla y se sentó como si se hubiera rendido por algo.
-Hikaru no hemos hablado desde el exabrupto del otro día, te pido una disculpa les he fallado tanto a ti como Emilia, creo, no, soy un mal padre, dicho todo esto, a ti se te paso la mano con el florero.
-Si te pido disculpas por eso, no debería haber actuado así, en vez del florero tuve que haberte devuelto el golpe que le diste a Emi.
Me sentía furioso solo por recordar que mi padre lo golpeo.
-Escúchame bien, yo no quiero, ni deseo tus disculpas, pero deberías hacerlo con Emi a quien golpeaste, ni siquiera pasas tiempo con Camila, digo mi madre, no la descuides a ella como lo hiciste conmigo, ella no se lo merece.
Él se quedó en silencio cabizbajo por un rato.
Me fui a preparar un chocolate caliente, la tarde estaba muy fría, y necesitaba algo dulce para alegrarme un poco después de la charla con mi padre, una vez listo me fui a las escaleras para ir a mi pieza.
-¿Hikaru tú me odias?
-Odiarte, no, no te odio, si lo hiciera significaría que siento algo por ti, y yo no siento nada hacia ti.
Mi padre hizo una sonrisa forzada, el no hizo contacto visual conmigo.
-Ya veo...
-Hikaru eso fue cruel.
Por un momento había olvidado que Akari estaba presenciando la conversación.
-Tal vez soy alguien cruel.
Subí corriendo las escaleras, cerré mi puerta con fuerza sin esperar que Akari subiera.
Ella no demoro en pasar a través de la puerta sin abrirla.
-¿Qué fue todo eso?
Yo estaba desocupando mi mochila para meter unas cosas para llevarme en el viaje a la ciudad.
No fue nada, dije lo que quise decir.
-Hikaru mírame cuando te hablo.
-No quiero... Llevare unas linternas porsiacaso.
Agarre un par de linternas que tenía en mi escritorio, guarde también un poco de chocolate que tenía guardado, metí tanto gorro de lana, como guantes y bufanda.
Akari paso a través de la cama, para hacer que la mirara, ella vio que estaba intentando no llorar.
-Tonto no tienes que esconderme estas cosas a mí.
-¿Como tú lo haces escondiéndome el problema con tus padres?... perdón, perdón, estoy siendo un idiota,
No necesitaba ni mirar a Akari para saber que lo que le dije le afecto.
Akari no quiero seguir en la casa te molesta si nos vamos ¿ya?
Ella no me respondió, su silencio me hizo un nudo en el pecho.
Akari...
-¿Duele no?
La mire a la cara, tenía una expresión inexpresiva.
-Que la persona que te ame te ignore.
-Si duele, duele mucho Akari.
-Bien quería que lo entendieras, respecto a mis padres yo, ni siquiera sé por dónde empezar.
Decidí interrumpirla, sabía que se estaba obligando a hablar de algo que no quería por culpa mía.
-Akari se lo que dije, pero no te esfuerces, dímelo cuando te sientas listas, cuando me lo digas te prometo que te contare también todo lo de mis padres.
Ella se sintió aliviada, de algo tenía miedo, a ver sé que los padres de ellas son estrictos, pero las pocas veces que ha hablado de ellos siempre lo hace con amor, así que me era difícil entender su preocupación.
-Entonces vamos novio tonto.
Habíamos dejado inconclusa nuestra pequeña discusión, pero era algo que sabíamos que tendríamos que enfrentar nuestros problemas en el futuro.
Me escape por la ventana del segundo piso de mi habitación, la venta da justo frente a una rama gruesa de un árbol que ocupe para bajar sin hacerme daño.
-Akari yo te agarro.
Ella salto como si nada, cayó como una pluma.
-Dime como pensabas agarrarme Hikaru.
-No suelo pensar lo que hablo.
-Si me di cuenta hace poco de eso con la discusión con tu padre y como me trataste hace un rato.
-Ese es un golpe bajo, pero me lo merezco.
Ella soltó una risita.
Salimos rápido del patio de mi casa para ir al centro de Arekkaido, pero tuve la mala suerte de a los 2 minutos de alejarme de mi casa, de encontrarme con Emi.
-Y ¿tú donde piensas que vas?
Ahor si estoy en problemas.