Parte 1 – El lugar
Asuna había dejado boquiabierto hasta Marcus, cosa que es raro que él demuestre signos de emoción, al menos que estemos hablando de cosas paranormales, ahí él se suele soltar.
Pero Asuna llevaba una polera blanca que dejaba su ombligo descubierto, tenía una perforación que le colgaba del ombligo, la polera que llevaba no tenía escote, pero tenía el diseño de un conejo robot de color rosa, que por su gran pecho era inevitable no ver el dibujo, encima de la polera una cacheta de cuero negra con líneas de varios colores, que tenía pinta de ser algo futurista, pero a la vez con estilo de calle, sus pantalones eran holgados, con muchos bolsillos y pedazos de tela en varias partes del mismo color del pantalón que colgaban de él y hacia juego con la chaqueta.
-Asuna estas bellísima...
Mierda se me salió, espero que Akari no se...
-Asuna estas tan linda que debería ser ilegal.
-No sean tan lindos conmigo, que les voy a creer.
Marcus le levanto el pulgar a Asuna en señal de aprobación.
Asuna se sorprendió y le devolvió el gesto con 2 sus dos pulgares.
Un momento con todo el asunto de Asuna se me olvido que Marcus puede ver también Akari.
-Asuna, Marcus también puede ver a Akari.
Marcus eso es enserio.
Ella se acercó a él rompiendo su espacio personal, eso lo hacía siempre, cosa que yo estaba acostumbrado y no me molesta, pero para cualquier otro se incomodaría.
Marcus asentía como eso figuritas que pones en los autos y rebotan con el movimiento, pero estaba claro que no entendía lo que pasaba.
Marcus yo te explico, me la jugué y le garre un seno a Akari, o al menos lo simule.
-Que haces pervertido.
Ella me mando una cacheta, que simplemente paso a través de mi cabeza.
-Ahora lo entiendes Marcus.
Marcus se desmayó de la impresión, eso sí que no me lo espere.
Akari se tapaba el pecho, estaba molesta, tan molesta que paso del desmayo de Marcus.
-No...no vuelvas hacer eso.
Se que lo que hice está mal, pero quería hacer que dejara de pensar.
-Si, te pido disculpas, pero no me pude resistir.
-Eres un idiota, ¿Qué pasaría si me hubieras tocado?
-Pues sería el hombre más feliz y afortunado.
-A veces se me olvido con quien hablo.
Ella se acercó a mi oídio y me susurro al oído.
-Tal...vez cuando estemos solo.
Eso me puso... rojo y también lo otro.
-Ustedes 2 dejen de flirtear y ayúdenme con el pobre Marcus
Marcus se recuperó unos minutos después, al inicio tenía bastante miedo de Akari, nunca sospeche ver con miedo a Marcus, el Goliath que se enfrenta a los matones del colegio, pero le explicamos toda la situación, al comienzo no comprendía mucho, pero luego de eso comenzó a ser "amigable con Akari", o en su forma de hacerlo, hasta se ponía hablar con ella, preguntándole cosas como lo hizo Asuna, cuando se lo contamos la primera vez.
-¿Creo que va siendo hora de preguntarse, que tenemos en común los 3?
Asuna respondió bastante enojada.
-Somos amigos tontos, Hikaru cada vez te estas comportando peor.
-No me refería a eso, me refiero que cosa tenemos en común que nos permite ver Akari, hasta ahora solo nosotros 3 podemos verla.
-Tal vez nuestro gusto por lo paranormal-dijo Asuna.
-No, si fuera por eso los gemelos también deberían poder verla y no pudieron hacerlo, ¿tú qué opinas cariño?
-No lo he pensado, fui feliz cuando Hikaru podía verme, no quise pensar más después de ello, de hecho, prefiero no pensar mucho.
Lo último que menciono fue triste sobretodo, porque comprendía bastante bien lo de no querer pensar en ciertas cosas.
Marcus se decidido hablar.
-Akari disculpa preguntarte con tan poco tacto, pero ¿Cómo moriste?
-No lo recuerdo, el que vio como morí fue mi novio Hikaru.
Le comenté lo que había visto, incluso lo de ver el momento precisó donde Akari falleció.
-Yo también he visto morir a alguien con mis propios brazos.
Lo que dijo Marcus me dio un escalofrío.
-Asuna ¿tú has visto morir a alguien?
Asuna estaba extrañamente incomoda, la pregunta que la había alterado.
-Porque me preguntas eso a mí, no yo no he visto... vi morir a mi madre, no insistan más en el tema, no quiero hablar de ello.
Me acerque a Asuna y la abrace, estaba mal, probablemente le costó mucho admitir aquello, Marcus también nos abrazó y nos levantó a ambos del piso.
-Ten cuidado Marcus.
-Asuana apachada... gracias chicos.
Entonces el requisito para ver a Akari, puede ser que sea haber visto como muere alguien, bastante macabro a mi parecer, aunque tampoco es que podamos confirmarlo del todo...Akari.
Akari se quedó observándonos apenada, no había que ser un genio para saber que ella también quería participar de este abrazo colectivo, o tal vez más que querer lo anhelaba.
Le estire mi mano Akari quería que supiera que no me olvidaba de ella, ella estiro su mano para ponerla sobre la mía... ninguno sintió nada, pero era mejor tener estos momentos a que olvidarlos pienso yo.
Parte 2 – El chico
Estuvimos esperando a los gemelos por un buen rato, ya había pasado la hora del encuentro...
-Jejeje saben con toda la emoción... lo de Akari y los apapachos, no revise mi celular y los gemelos me mandaron un mensaje que no podrán venir, no les dieron permiso, pero me mandaron la ubicación del lugar.
Esta niña no puede ser más despistada.
-Pues entonces vamos.
Comenzamos a caminar hacia nuestro destino, el cual aún no sabía cuál era.
-Oigan que paso con la tienda de música que antes estaba ahí.
-La cerraron hace unos meses, supuestamente quebró, ahora como puedes ver se puso esa agencia de viajes que se ha hecho famosa Modoruvita - Dijo Asuna mientras miraba su celular.
-Qué pena, ahí Emi solía comprar sus discos de música...
Hikaru, Akari, es la primera vez que ustedes salen de noche.
-Tanto se me nota-dijo Hikaru.
-Si Asuna es mi primera vez.
-Es que se les nota que están mirando para todos lados, no les parece que a ciudad de noche es mágica.
-Asuna ¿tú has salido antes de noche?
-Si Akari, desde el año pasado suelo salir de noche, a veces me quedo hasta muy de madrugada visitando lugares.
-Como logras que te den permiso, mis padres nunca en la vida me hubieran permitido salir a estas horas, aunque ahora no es que deba pedirles permiso.
-Solo vivo con mi papa, él trabaja de noche, así que no es que pida permiso realmente, solo salgo cuando quiero.
-Ahora comprendo, porque siempre suele llegar con ojeras a clases Asuna, y tu mintiéndome que te quedabas hasta tarde viendo cosas sobrenaturales. -Dije algo traicionado.
Ella se limitó a sacarme la lengua... ahora que lo pienso tanto Akari como Asuna tienen la manía de sacar la lengua.
-A todo esto, Hikaru, la primera vez que me viste con ropa de calle hace unos años dijiste que te gustaría copiar mi estilo urbano, pero seguís vistiéndote con pantalón de jeans y polerón.
Se que Asuna pregunto sin mala intención, fue a la única que le conté que me gustaba ese tipo de vestimenta, pero aun así dolió.
-Mi familia no es adinera, tampoco voy a decir que somos pobres, porque no lo somos, pero esa ropa es cara, y la mayoría de ropa que tengo me la compra Emi de su propio sueldo, no puedo pedir algo tan caro.
Me toque el labio, era consiente ya de ese tick, pero me ayudaba a sentirme bien.
-Hikaru... nunca me contaste que te gustaba ese tipo de ropa.
-Nunca salió el tema tampoco Akari.
-Tonto no actúes como si no te doliera, sé que la pregunta de Asuna te molesto.
-Discúlpame Hikaru no lo sabía -Dijo Asuna apenada.
Esa idiota ha ido un par de veces a mi casa, enserio eres la persona más despistada que conozco, que acaso piensa con los pechos o ¿qué?
-Tranquila Asuna no me moleste por la pregunta.
Prefería decirle una pequeña mentira, al fin al cabo tampoco hizo algo malo.
Si que te molesto, mentiroso, pero me hubiera gustado que me contaras más de tus gustos al fin al cabo soy tú novia... ahora que lo pienso cuales son los gustos de Hikaru, sé que le gusta un poco el tema paranormal... ama a su hermana, aunque me apene decirlo sé que le gusto yo, eso me hace muy feliz, pero fuera de todo eso, no se mucho más de sus gustos o Hobbys...
Akari había logrado agarrarme el polerón.
-¿Que sucede?
-Quiero que me hables de tú gusto por la ropa.
-Oye no te lo conté, porque nunca salió el tema no te preocupes.
-No, quiero que me cuentes todas las cosas que te gusten y las que no, quiero saber más de ti, y quiero que sepas más de mí, quiero conectar contigo como lo haces con Asuna cuando hablan de las cosas que tienen en común.
-¿Enserio quieres eso?
-Si por supuesto.
Estaba feliz, estaba realmente feliz, tanto que incluso agradezco que Asuna haya sacado el tema de la ropa.
-Cuando estemos de vuelta en mi casa hablaremos de todo eso, o si quieres podemos fugarnos otra noche solo nosotros dos y hablar del tema.
-Me encantaría las dos, quiero hacer las dos cosas contigo Hikaru.
-Está decidido entonces.
-Ya llegamos par de tortolitos.
Asuna tenía uno de sus cachetes inflados, estaba molesta, probablemente porque escucho mi conversación con Akari, aunque es ella la que tiene que aceptar mi relación con Akari, no soy yo el que se tiene que preocupar si se molesta o no.
El lugar que nos trajo era una antigua bencinera abandonada, con un antiguo local donde vendían antes golosinas y café.
-¿Entonces aquí despareció ese tal Leon, Asuna?
-Según lo que encontraron los gemelos, sí.
-Por donde empezamos-dijo Akari.
-¿Qué tal si empiezan por contarme porque están al lado de esa cosa niños?
Sobre un poste luz, ahí en lo alto, había un tipo como de nuestra edad, vestido de la manera que me gusta, enserio que sucede hoy con el tema de la vestimenta.
Pero lo que más me preguntaba era como ese rubio con cara de chico problema había llegado a lo alto del poste de luz.
-¿Quién eres tú?
-Pueden llamarme su salvador, Colmillos.
De alguna manera el tipo apareció frente de Asuna.
Como llego tan rápido donde nosotros.