La espada alto lleva, no cree lo que sus ojos contemplan, en su vida algo así había visto, y casi admirado al joven su opinión expresa: "La primera vez que lo intentas y te queda a la perfección. Simplemente eres un genio.. o.. no me estás siendo sincero y ya tu tenías práctica de antes. " Le ve creando duda.
"No para nada; es que usted es muy buen maestro, solo eso." Responde el chico vulnerable.
El señor no le cree del todo, algo no le convence, pero indagar más no decide y dando la vuelta como si nada a la salida se dirige acompañado de su aprendis que demasiado no se le aleja: "Bueno por la razón que sea es innegable que te quedo muy bien. Ya mañana te pongo algo más complicado a ver cómo lo haces. Por ahora ve a tu casa y descansa que estoy seguro que lo necesitas."
"De acuerdo." Responde Alex con expectativa.
Los días pasan y las ansias de conocimiento de Alex no se pueden calmar. Porque con suma facilidad cada nuevo reto fácil supera. Del metal ya es todo un experto no hay nada que se le haga difícil. Desde el más básico y simple clavo hasta la más ornamentada y compleja armadura, digna de los mismos reyes que no escatiman en mostrar su riqueza. La misma que como prueba final cumple con tan facilidad que a su maestro aunque ya acostumbrado a su esepcional desempeño igual le causa sorpresa.
Más que orgulloso a su hombro da una palmada y casi enamorado ve el grandioso trabajo: "Bien hecho Alex..siempre de algún modo logras sorprenderme... ya no hay nada que te pueda enseñar. Eres un herrero en toda regla y de los mejores que he visto."
Sostiene la fina pieza, una batalla de dos leones en el pecho el protagonismo cobra, escudo de este mismo reino, en los bordes rosas y estrellas la dejan toda adornada, plateado brillante es el cuerpo, dorado Sol son los grabados. Con cuidado su mano recorre hasta el último pequeño detalle y dando un suspiro de gracia al nuevo maestro su alago comparte: "Es perfecta. Hasta para mí es difícil hacer un trabajo así de espléndido.. si tú quisieras hasta puedes abrir tu propia herrería que te aseguro que te iría de lo mejor. Vivimos en un mundo en el que nuestro trabajo es muy exigido y más aún si los puedes hacer de este nivel. Estoy seguro que al general Milof le va a encantar.. como también lo estoy de que en cuanto los otros nobles la vean igual van a querer tener artículos así de elegantes; así que prepárate que vas ha hacer un montón de dinero.."
Más lo que el señor desconoce es que todo este tiempo su aprendis un truco usaba; con ayuda de su maná el metal embulle y fácil forma le da. En solo dos meses pudo aprender lo que a otros años sería. Al final de cuentas nada de esto es complejo si con las armas de su mundo se les compara.
Más el chico muy humilde a su maestro le responde: " No se preocupe señor Aragon; yo seguiré aquí trabajando con usted por una buena temporada, porque una herrería propia es verdad que me puede dar mucho dinero pero no tendría nunca la oportunidad de salir como aventurero.."
Alarga la mano y un hacha de una mesa atrapa y contemplando su reflejo en el filo al anciano sus planes aclara: "A mi me gusta este trabajo, para mí crear cosas como esta es algo increíble pero no me siento realizado sin yo mismo probar lo que tanto trabajo me cuesta hacer.. es como si me quedara a medias."
Regresa el arma a su lugar y con emoción le confirma: " Por eso es que planeo solo trabajar en los encargos que se me pidan y cada vez que pueda ir y hacer alguna que otra misión."
El señor que de alguna forma esto había prevido le responde sin ninguna sorpresa: "Es verdad que por algo tú y Edric son amigos.. él hizo casi lo mismo que tú, con la diferencia que no se esforzó por aprenderlo todo tan bien como tú lo haces. Solo se limita a hacer y reparar su propio equipo.. dice que su vida es su responsabilidad y por tanto el mismo se encarga de sus cosas."
Hace una pausa y menciona conteniendo la risa: " Yo lo que creo es que no le gusta pagar para que se lo hagan y así ahorrarse algo de dinero pero no se puede negar que si lo hace bastante bien.. es una lástima que se haya dedicado del todo a ser aventurero."
Se queda pensativo y muy seguro termina: "Es que el mismo ha dicho que lo que en verdad le interesa es la emoción de salir explorar no la recompensa como tal."
La increíble coincidencia al chico sorprende y alegrado a su maestro contesta: "Pues sí... creo que he sido algo influenciado por su espíritu.. ver la emoción de como cuenta sus historias hace a uno querer vivirlas también."
"Siempre y cuando no te cueste la vida estará todo bien.." Inquiere el herrero. "Mira que yo se que sino es porque Edric te encuentra aquella vez ahora mismo no estuvieras vivo.. Así que mucho cuidado que no siempre vas a tener la misma suerte. Innumerables son las historias de buenos aventureros que un día han salido de misión y jamás han regresado. Y yo ya estoy muy viejo para estar lamentando otra muerte; de verdad que es lo último que quisiera; ya he visto demasiadas.." Termina la idea haciendo silencio y bajando la mirada hacia el pasado ve.
Alex buscando aliviar sus preocupaciones le responde en un tono positivo y una sonrisa inocente: "Descuida, ya yo aprendí la lección y bien aprendida. Además de que te aseguro que Edric no me va a dar la oportunidad de hacer nada estupides."
"Es un alivio saberlo. Espero que así sea." Le contesta ligeramente más relajado.
Pasan las horas, llega la noche y el chico su cena muy lento come. Su mirada perdida de preocupación no es capaz de ocultar; y su amigo que esta sentado en su frente lo percibe y muy directo le pregunta: "Dime Alex.. ¿Qué te pasó? ¿Discutiste o hubo algún problema en la herrería? Yo se que Aragon es bastante exigente.."
"No, no tuve ningún problema. Solo que...." Corta la idea recordando la cara triste del maestro. "Aragon me comentó algo de que no quería lamentar otra muerte.."
Alza la mirada y sin titubear bien claro le pregunta: " ¿Tú sabes algo?
Edric su espalda a la silla recuesta y mientras se acomoda con vos apagada le habla: Ya veo... lo entiendo. Pues sí, yo estaba ahí ese mismo día."
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