Mientras era llevado por la sombra, mi cuerpo dejaba de responder y mi conciencia se desvanecía lentamente, mientras la brisa fría del bosque acariciaba mi rostro sentí paz. Horas más tarde, desperté en los aposentos principales del clan Yamada, completamente vendado. Al inspeccionar mi cuerpo detenidamente, no encontré ninguna anormalidad, y noté mi espada descansando a mi lado eso me dió tranquilidad . Cuando finalmente pude sentarme en la cama, las sirvientas entraron para revisarme, insistiendo en que necesitaba descansar. Sin embargo, apenas cinco minutos después, alguien llamó a la puerta. Era una solicitud de emergencia .— Retzu Yamada se presentarse en la sala de reuniones militares del clan.
Después de recibir la notificación, me levanté con determinación, ignorando las advertencias de las sirvientas sobre mi estado. A pesar de las vendas y el agotamiento, sabía que debía responder al llamado de emergencia. Con paso decidido, salí de la habitación y me dirigí hacia la sala de reuniones militares del clan.
Mientras me dirigía hacia la sala de reuniones, noté la presencia de invitados que estaban en el fallido festival Naazora ,hospedándose en las instalaciones del clan. Esta medida de precaución indicaba que se temía por más ataques, y reducir el número de víctimas Al cruzarme con los hijos de mi padre, percibí su mirada recelosa. Sabía que el haber exhibido mis habilidades podría traerme problemas, pero en ese momento, mi principal preocupación era rescatar a mi hermanita Sara.
A medida que avanzaba por los pasillos, el aire estaba cargado de tensión sobre los recientes acontecimientos. Los murmullos entre los miembros del clan resonaban en los corredores, mientras algunos expresaban temor y otros intentaban mantener la calma. Era evidente que la seguridad y la estabilidad del clan estaban en juego.
Al llegar a la sala de reuniones, me encontré con una atmósfera aún más cargada estaban reunidos, discutiendo estrategias y evaluando la situación con seriedad. Mi presencia no pasó desapercibida, y las miradas de los presentes se dirigieron hacia mí, mezclando curiosidad, desconfianza y, en algunos casos, admiración por mis habilidades demostradas en el enfrentamiento anterior. Sin embargo, no tenía tiempo para preocuparme por las opiniones ajenas; mi mente estaba enfocada en el objetivo: Y era salir del clan lo más rápido posible .
Divisé a mi padre al otro extremo de la enorme mesa. A su alrededor, el consejo de ancianos, respetados por su sabiduría y poder. Entre los invitados en la sala se encontraban los legendarios diez grandes o también llamados las 10 espadas del clan Yamada ,son guerreros cuyas hazañas resonan en todo el imperio. La figura del Emperador Marcus Antonius, un aliado poderoso y respetado, se erguía con autoridad, mientras que el líder del clan del norte, Gill Yamata, observaba con ojos penetrantes desde su posición.
—Aunque tu eres Retzu, del que tanto habla mi hija, quiero agradecerte sinceramente en nombre del imperio por salvarla —expresó el emperador con una pequeña inclinación, mostrando su genuino agradecimiento. Luego, con un tono más ligero, añadió—: Ah, y el maestro de la Torre Blanca no pudo asistir, pero me pidió que te diera este mensaje: —si te acercas a mi Micha, te mato. ¡Ja, ja, ja, ja, ja!—.
A pesar del irónico agradecimiento, Retzu captó el mensaje del emperador. Con una leve inclinación, —saludó al sol del imperio, Marcus Antonius II—.
El patriarca continuó con firmeza: —Retzu, necesito tu informe sobre lo ocurrido en la sala secundaria—.
Mientras los ancianos murmuraban y criticaban a Retzu y su madre, este respondió con calma: —Solo tuve suerte. Tomé por sorpresa al individuo más fuerte después del guardián del canciller. Analicé la situación y vi que todo estaba a punto de salirse de control—.
Todos los presentes se giraron hacia Retzu al revelar que estaba familiarizado con los principios y las técnicas del Clan Su.—Respecto a mis habilidades marciales, hice una amalgama de técnicas y aproveché lo poco que aprendí del clan (Su) antes de su caída. Además, he estudiado detenidamente las técnicas de otros clanes y las he incorporado a mi repertorio—.
—Retzu, hemos sido informados sobre tu habilidad increíble con la espada, pero algo aún más sorprendente es que, al inspeccionar tu cuerpo, no encontramos rastro alguno de mana, ni Qi, ni siquiera Prana. Sin embargo, te vieron utilizando mana. ¿Podrías explicarnos eso?" preguntó un anciano del clan.
—Como ustedes saben, nací con un cuerpo común y corriente. Lo único que me diferencia es que mi cuerpo carece por completo de circuitos de mana Aunque puedo usar otro tipo de energía similar —, respondió Retzu.
Muchos en la sala se sintieron fascinados al enterarse de que Retzu se convertiría en un activo útil. Las reacciones en la sala eran diversas: algunos murmuraban entre ellos, mientras que otros permanecían en silencio, perdidos en sus pensamientos.Algunos expresaban su sorpresa en voz alta, discutiendo sobre las implicaciones de tener a Retzu como parte activa del clan. Otros, más reflexivos, observaban en silencio, evaluando cómo esta revelación podría cambiar el equilibrio de poder dentro del clan.
Mientras tanto.
—Señor Mahjul, en unos minutos estaremos fuera del territorio del clan Yamada —anunció con calma uno de los miembros del grupo.
El canciller frunció el ceño. —¿Y Grop? —preguntó con preocupación.
—Lo más seguro es que ya esté muerto. Era un soldado joven e impulsivo —respondió Dionor con frialdad.
El canciller arqueó una ceja. —¿Cómo puedes decir eso, Dionor? Eres tú quien siempre disimula nuestras preocupaciones.
Dionor asintió con solemnidad. —Lo sé, y por eso sé que si no se ha contactado, está muerto. Es triste, pero es la realidad—.
El canciller suspiró, impresionado por la dureza de las palabras de Dionor. —Eres un hombre frío, Dionor.
Dionor no respondió, pero su mirada reflejaba el peso de las decisiones difíciles que había tenido que tomar en el pasado.
Mahjul se acercó hacia el herido Kenia, quien luchaba por su vida. —Kenia, aguanta, no te rindas. Necesitamos a los magos de apoyo de la Banda del Cuervo. ¿Dónde están esos malditos mercenarios?—Después de unos angustiantes 30 minutos, finalmente aparecieron los 12 miembros de la Banda del Cuervo. Todos heridos y con las miradas caída .
—¡Ferd, atiende a los heridos! —ordenó Raizo con urgencia, mientras se preparaba para partir lo más pronto posible hacia el punto de encuentro.
—Sí, jefe —respondió Ferd rápidamente, acercándose al joven herido. —Acuesten al muchacho. Está sudando profusamente, tiene fiebre y sus labios están secos. Estos síntomas indican agotamiento de mana.
—Tiene una herida cortopunzante en el torso, sin daños internos graves, pero su mana se está agotando rápidamente —informó Ferd, examinando la herida con cuidado. —Podría curar la herida, pero su agotamiento de mana dificultará su recuperación. Necesito una poción de recuperación de mana, agua fresca y vendajes. ¡Rápido!
—Debe estar en reposo máximo. El exceso de uso de su mana podría dejarlo lisiado para siempre. Sus círculos de mana están afectados y sus puntos también. Es grave, podría quedar incapaz de usar mana nunca más—.
Dato extra:
Las armas divinas son objetos legendarios imbuidos con poderes divinos o mágicos, a menudo asociados con dioses o seres supremos , características comunes de las armas divinas:
Poderes sobrenaturales: Las armas divinas suelen tener habilidades o características que van más allá de las armas convencionales. Pueden otorgar al portador habilidades especiales, como la capacidad de controlar elementos naturales, infligir daño divino a los enemigos o proteger al usuario de peligros.
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