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Chapter 9 - El filo de mi espada

—Jefe, ¿por qué llegó en ese estado? — preguntó uno de los subordinados, observando con curiosidad al líder que acababa de llegar.

—Había unos tipos bastante fastidiosos que no me dejaban pasar—, respondió el líder con tono impaciente. —No pude matarlos, solo retenerlos son muy habilies los otros se están encargando de retenerlos. Vine por ustedes y veo que este niño les ha dado problemas—.

—Jefe, no se confíe. Es peligroso tiene una técnica de espada bastante rara , advirtió Suley con cautela .El líder soltó una carcajada. —Jajaja, parece que es hábil, pero no tanto. Oye, niño—, gritó en dirección al joven problemático. —Es mejor que te vayas si no quieres morir. Y por cierto, ¿dónde está Emil? ¿Y el canciller? ¿Nos han traicionado o que ?—.

Una risa burlona escapó de los labios de Retzu. —Hahahaha, hablas de morir como murió Emil—, respondió con malicia, desafiante.

El comentario de Retzu provocó una reacción inmediata en el líder. —¿Me están jodiendo? ¿Emil murió por culpa de este crío?—, exclamó con furia, mientras sus ojos se llenaban de ira.

Sin previo aviso, el líder desenvainó su arma, una espada pesada que brillaba c. "Me intrigas mucho, muchacho. Tus ojos no dejan de inquietarme. Pero, ¿por qué sonríes?", preguntó con una mirada penetrante, llena de curiosidad y una pizca de desconfianza.

El muchacho, con una sonrisa enigmática, levantó una mano en señal de paz. —No me enfrentaré a ti. Aún soy muy débil para eso—, respondió con calma, aunque su tono sugería una confianza poco común para su estado actual . En ese momento, un guardián de las sombras, enviado por Kure, el líder del clan Yamada, apareció frente al muchacho.

Suley se sorprendió al ver al guardián, sintiendo el aliento de la muerte cerca. —¿Desde cuándo este individuo estuvo escondido de nosotros?—, pensó con un escalofrío recorriendo su cuerpo.

—¡Pensé que no saldrías de tu escondite! —exclamó el jefe de los mercenarios, apuntando con su espada al guardia, con una mezcla de sorpresa y resentimiento en su voz. La revelación de la presencia del guardián de las sombras añadía una capa de peligro a la situación, mientras todos se preparaban para lo que estaba por venir. La tensión en el aire era palpable, y el choque inminente entre ambos bandos prometía ser épico y lleno de peligro.

—Joven maestro, retírese de aquí—, dijo la sombra con una voz grave y resonante, mientras observaba a Retzu con atención. A pesar del aviso, Retzu no apartó la mirada de los enemigos, demostrando determinación.

—Suley, recoge a Talia y a Tom, nos vamos de aquí—, ordenó con urgencia mientras observaba la sombra acercarse peligrosamente al líder de los mercenarios. El impacto de la sombra lo lanzó a volar junto con el jefe, dejándolos indefensos ante el ataque repentino.

Retzu aprovechó la oportunidad para dirigirse hacia Suley y Talia, quienes aún estaban lidiando con sus heridas menores . Tom observaba con impotencia cómo el chico se acercaba corriendo hacia ellos, sintiendo un nudo en el estómago al ver la situación desfavorable.

Suley, aunque aturdido por la sorpresa, logró reunir sus fuerzas y con un hechizo de viento logro mover a Talia y a Tom lejos del peligro inminente. A pesar de sus propias heridas, se negaba a rendirse ante la adversidad, determinado a proteger a sus compañeros y escapar de esa situación peligrosa.

A lo lejos, observando la situación con atención, se encontraban la primera y segunda princesa del imperio Suru. De repente, una sombra emergió, sosteniendo a Jiro en sus brazos.

—¿Jiro aún respira, verdad?—, preguntó la segunda princesa con genuina preocupación en su voz.

La sombra respondió con seguridad: —Sí, aún respira. Estará bien. Es un formidable guerrero—.

—¿Princesas con todo respeto y ustedes qué hacen aquí?—, preguntó la sombra, cambiando el foco de la conversación.

La princesa explicó rápidamente: "La sombra que está peleando nos encontró a todos refugiados en una cueva. Cuando él estaba a punto de irse, le dije que sabía dónde estaba Retzu, ya que lo había marcado con un hechizo de rastreo. Insistí en que me trajera, aunque la segunda princesa se invitó sola".

Al ver que Retzu se movía hacia los mercenarios después del impacto que la sombra había tenido contra el líder de los mercenarios, la tensión en el aire aumentó miemtras se preparaba para actuar. .

La segunda princesa, con las manos cubriendo su boca, se dirigió a la sombra con una mirada inquisitiva. —¿Cómo es posible que Retzu sea tan fuerte? Siempre había escuchado que era un producto fallido, un chico al que se le negó aprender las artes marciales y fue puesto en aislamiento—.

Las dos sombras se pusieron en alerta al sentir la presencia de seis individuos acercándose de forma hostil a lo lejos. Decidieron usar una técnica llamada los pasos del viento para moverse más rápido, pero la sombra se vio obstaculizada por el líder de los mercenarios, quien no permitía que se fuera.

Estando a centimetros de ella Retzu se preparaba para acabar con la chica, la oja de su espada estaba tocando su mejilla esta, con una sonrisa en el rostro y arrodillada frente a él, le pidió que fuera rápido, ya que no le quedaba más mana.Sin mediar palabra alguna, Retzu balanceó su espada, pero antes de que pudiera hacerlo, apareció el vice líder de los mercenarios, Marks, gritando a lo lejos para detenerlo. Observó la escena con rapidez, viendo a Tom en estado crítico, a Talia en estado de shock y a Suley sometiday sin espíritu de lucha. Con determinación, se acercó a Retzu y le suplicó que los dejara ir, prometiéndole que no guardarían rencor hacia él. Inclinando la cabeza, le rogó: "Por favor, ellos son mi familia".

Retzu, sorprendido por la súplica, volvió en sí sus ojos que estaba de un rojo intenso pasaron hacer más agradable, respondió: —Ya maté a uno de ustedes. ¿Por qué debería creer que no buscarán venganza?—.

Marks propuso un pacto de mana , y Retzu, tras un momento de reflexión, aceptó. La sombra que peleaba con el líder de los mercenarios observó cómo Retzu estrechaba la mano del enemigo, y decidió acercarse para llevarlos consigo, retirándose con Retzu en sus brazos.

Dato extra:

El gasto de mana en el cuerpo es un concepto común en muchas historias de fantasía donde la magia es una parte fundamental del mundo. Aquí hay algunas ideas sobre lo que podría implicar el gasto de mana en el cuerpo:

1. **Fatiga:** El uso excesivo de mana puede provocar fatiga física y mental en el usuario. Cuanto más poderoso sea el hechizo o más frecuente sea su uso, mayor será la fatiga experimentada por el lanzador.

2. **Drenaje de energía:** El gasto de mana puede sentirse como un drenaje de energía vital del cuerpo. Los lanzadores de hechizos pueden experimentar debilidad y agotamiento después de lanzar hechizos intensos o mantenerlos durante períodos prolongados.

3. **Efectos físicos:** El gasto excesivo de mana puede tener efectos físicos adversos en el cuerpo del lanzador. Esto podría manifestarse en forma de dolores de cabeza, mareos, palpitaciones del corazón o incluso daño físico si el cuerpo no puede manejar la cantidad de energía liberada.

4. **Sobrecarga:** Si un lanzador intenta canalizar más mana del que puede manejar, podría experimentar una sobrecarga mágica. Esto puede resultar en un descontrol en los hechizos lanzados, daño al propio cuerpo del lanzador o incluso la muerte si no se controla adecuadamente.

5. **Recuperación:** Después de gastar mana, el cuerpo necesita tiempo para recuperarse y recargar su reserva mágica. Esto puede implicar descanso, consumo de alimentos energéticos o el uso de pociones o hechizos de regeneración de mana para acelerar el proceso de recuperación.

6. **Agotamiento a largo plazo:** El gasto excesivo y continuo de mana puede tener efectos a largo plazo en la salud del lanzador. Esto podría incluir un debilitamiento gradual del cuerpo, una mayor susceptibilidad a enfermedades y una vida útil más corta si no se maneja correctamente.