Desde los profundos abismos de la tierra hasta las alturas imponentes del cielo, la amenaza se manifiesta en formas terribles de monstruosos Gusanos de tierras retorcidos, trolls titánicos y arañas Ginga, con su veneno letal entre otras aberraciones Pero en medio del pandemónium, el clan Yamada emerge como un faro de esperanza entre la gente , guiando a los desamparados hacia la seguridad y plantando cara a la tormenta indeterminada.
Bajo el liderazgo de Kure, cuya sabiduría y coraje son tan vastos como el océano, el clan se convierte en un ejército imparable, uniendo fuerzas para hacer frente a la amenaza que se cierne sobre su hogar. Y mientras la batalla alcanza su punto álgido, Kure, con la visión de un estratega consumado, envía a dos de sus mejores guerreros sombra en una misión de búsqueda y rescate para proteger los futuro retoño del imperio Suru.
Mientras tanto en el bosque .
El cansiller Mahjul y su leal primer guardia fueron arrastrados hacia un mismo destino, como dos hojas en la corriente de un río. La oscuridad de la noche los envolvía, mientras el guardia, con instinto protector se coloco en una postura de defensa para proteger a su señor Mahjul de cualquier amenaza , sintiendo en sus huesos la inminencia del peligro que resultaba estar en ese bosque . A su lado se encontraba Kenia con los ojos llenos de angustia y dolor , se agarrao como pudo de las pierna del guardia buscando refugio.
En otro punto del bosque los dos mercenarios se encontraban de pie mirando el cuerpo de su compañero que yasia muerte frente a ellos la cruda realidad los golpeo . Sus corazones pesaban como piedras en sus pechos, marcados por la ira y el dolor .
una sombría evidencia de la brutalidad de su mundo con un semblante endurecido por la pérdida. Cada paso que daban estaba impregnado con el eco de sus pensamientos vengativos, cada silencio era una promesa susurrada de retribución.
- Tania, ¿qué haces? - le gritó extrañado.
- Me llamo Talìa, no Tania. ¡Imbécil! Te lo he dicho miles de veces, tarado. Ayúdame a cargar con el cuerpo de Emil.
- No podemos dejarlo aquí - le dijo a Tom, observándola con delicadeza mientras se acercaba.
- Sabes que no podemos llevarnos lo- respondió Tom.
- El lugar es bastante peligroso y el olor a sangre atraerá a las bestias que aún no fueron afectadas por los dispositivos - agregó Tom.
- Lo sé, pero a pesar de todo, somos familia - dijo Talìa me molesta, tocándole el hombre con gesto calmado.
- Conociendo a Emil, él no iba a querer que falláramos en la misión - afirmó Tom.
- No tienes que decírmelo, lo sé - respondió Talìa.
- Juro que mataré a ese mocoso - agregó Tom.
- No, Tom, no subestimes a ese chico. Él es peligroso. Lo pude ver en sus ojos cuando me lanzó a Emil fue breve pero nuestros ojos se cruzaron y mi instinto me dice que evitemos a ese chico - advirtió Talìa con ademanes elegantes y tosco a la ves .
- ¿Y cómo saldremos de aquí? - preguntó Tom, mirando a Talìa con expectación.
Ella procedió a sacar y activar un dispositivo que guardaba en sus senos. - Es un dispositivo de SOS - exclamó haciendo gestos elegantes característicos de ella con sus manos -. El jefe es el único que se podría mover en este maldito bosque sin problema. Cuando vea que el dispositivo está encendido, sabrá que algo pasó y nos buscará. -
En otra parte del lúgubre bosque .
-Alguien se acerca. Puedo escuchar sus pasos shhhhhhe - dijo con un voz temblorosa
Urgando entre los arbustos, encontró a dos jóvenes escondidos en ellos.
- Ahhhhh Pero si es Jiro, el abanderado del norte. Pensé que era uno de esos locos mercenarios - dijo, dejando escapar un suspiro cargado de alivio.
-¡Rápido! Debemos movernos a un lugar seguro - instó, con urgencia en sus palabras.
- ¿Adónde vamos? - preguntó el joven, con una mirada de incertidumbre en su rostro.
-A una pequeña cueva donde están reunidos la mayoría de los participantes. Esperaremos ayuda allí - respondió, con determinación en su voz, mientras buscaba fortalecer la confianza entre ellos.
En otra parte del lúgubre bosque .
Con los ojos bien abiertos, Sara se encontró repentinamente en medio del bosque, desorientada y confundida. A pocos pasos de ella, vislumbró a las otras dos figuras atadas: una era la princesa heredera del reino de Suru Eliz , reconocible por su elegante porte, y la otra debía de ser Micha, la maga de la torre blanca.
Sara notó que ambas estaban visiblemente inconscientes, con heridas en la cabeza. Desatándolas con mucho, trató de despertarlas. Cuando finalmente abrieron los ojos, Sara las ayudó a incorporarse mientras escuchaban pasos ominosos acercándose hacia ellas.
Sara se propuso defenderlas; tomando una postura defensiva no las abandonaría. Cuando vieron a una figura acercándose sin revelar su rostro debido a la oscuridad, solo una daga brillante era visible.
- No te acerques más -advirtió Sara, manteniendo su postura protectora.
- Sara, vengo por ti -respondió la figura misteriosa, develando una enorme sonrisa.
Sara, con los ojos llorosos, preguntó: -Retzu, ¿eres tú? expresó con alivio .
La maga y la princesa intercambiaron miradas cargadas de interrogantes, pero ambas coincidieron en que salir de aquel lugar era la prioridad absoluta. Observaron a Retzu con atención la princesa se interesó en el , notando su tono de voz y su manera de expresarse, que indicaban claramente que su interés estaba centrado en Sara.
- Parece que tenemos un aliado inesperado -murmuró la princesa, con un brillo de esperanza en sus ojos.
- Sí, pero no podemos bajar la guardia.
- Tal vez podríamos ganarnos su confianza y averiguar más sobre él.
- Hay, ustedes dos saben que las puedo escuchar. Al menos disimulen -intervino Retzu con una sonrisa irónica.
En otra parte del bosque.
En un rombo desafortunado del destino .Jiro y el segundo guardia del casiller Mahjul, se toparon por accidente .
- Hey chico, tenemos que hablar -dijo, desenvainando su espada y desplegando toda su aura asesina.
Jiro poniendo se en guardia era consciente de que su oponente era más fuerte y experimentado, no se contendría. Sacaría la habilidad que le había otorgado la medalla en el conflicto de Dakos? Era el momento de demostrar porque se le consideraba una estrella en ascenso .