-.. Mierda, eso fue.. -Yakta bajaba sus cejas.
- Lukta, espero que entiendas que no estábamos haciendo estos trabajos por maldad, lo único que estábamos haciéndo era
- Jeannice, te entiendo, es tu familia.. Yo.. Aunque me costará de creerlo haría cosas que nisiquiera yo pensara para salvar a mi familia, o a alguno de mis amigos -Interrumpió lukta a jeannice.
Yakta al escuchar eso sonreía asintiendo con la cabeza.
- Aunque habías dicho que tu madre estaba enferma, ¿No es así?
Cuando jeannice estaba por hablar la puerta se abrió una vez más dejando ver que había llegado, lukta sonreía después de todo habían pasado horas de moverle así que salió corriendo hacia este, una vez enfrente de el le estiraba la mano, su entrenador sonreía y de igual forma le daba un apretón de manos, el entrenador volteaba a ver a los dos prisioneros levantando una de sus cejas, los dos jóvenes en la celda confundidos le regresaban la mirada pero al final no sucedió nada.
- ¿Quienes son ellos, lukta? -Dijo
- Son jeannice y kaytou, dos hermanos que estaban al mando de.. Mh.. ¿De quien? -Volteó a ver hacia los encarcelados.
- No tengo idea.. Jamás pudimos verle el rostro, aunque tenía una voz bastante delicada pero por alguna razón lograba generar una sensación demasiado extraña..-Respondió jeannice.
- ¡Jaja! Bueno.. Es normal que lo haga, cuando hay una mujer enojada cualquier persona quiere salir corriendo de ahí, porcierto Joseph les manda un mensaje, ya está libre y todo lo que sucedió en barrinza está solucionado así que no tienen porque preocuparse -Bromeó
- ¿Enserio? ¡Jaj! ¿Y como? -Preguntaba Yakta con una sonrisa.
- Ese idiota tiene muchos trucos bajo la manga.. Además, nada que el dinero y algunos contactos importantes no solucionen, lukta, bueno debo de irme se ha captado una anomalía qué pone en peligro la ciudad.
Tras decir eso el mayor se daba la vuelta retirándose de ahí, estos se daban la vuelta y veían a los dos chicos entre las rejas, Yakta tenía que hacer algo así que sacaba sus manos de sus bolsillos y se dirigía hacia la puerta.
- Lukta ¿Vienes?, ya es algo tarde. -Preguntaba Yakta.
- Iré contigo en un rato, aun me gustaría saber algunas cosas sobre ellos.
Yakta asentía con la cabeza y se iba de aquella zona cerrando la puerta, ya estando en la superficie veía todos los escombros que había dejado la llegada de kaytou, escombros que estaban siendo recogidos por distintas maquinarias e igual que varios robots humanoides, obvio igual que algunos trabajadores hacían su trabajo, en su búsqueda sus ojos vieron a amelia la cual se encontraba sentada en las escaleras, no se veía preocupada así que ruy seguramente estaba estable, Yakta comenzaba a caminar pasando entre la gente que construia hasta llegar a las escaleras.
- ¿Puedo sentarme? -Preguntaba Yakta.
- ¿El capitán preguntando si puede sentarse? Mhj.. Eso es nuevo.
Tras decir eso amelia se movía un poco hacia la izquierda dejando un espacio, Yakta sonreía y se sentaba a su lado, una vez a su lado este le volteaba a ver.
- Oye, amelia acerca del beso -Decía Yakta.
-.. ¿Uh, si.. Que.. Que sucede? -Amelia se sonrojó.
- Pues la verdad es-
- ¿N-.. No te gustó, acaso tenía la boca sabiendo a polvo? ¡Ah tienes que perdonarme, estaba luchando y quizás algo se me metió!.. -Yakta fue interrumpido por amelia quien hablaba nerviosa.
-.. No, yo me refería a.. -
- ¿¡No eres gay verdad!? ¡Ah si eres gay lo siento, me deje llevar.. Y! Bueno solo fue un beso en la mejilla asi que.. -Volvió amelia a interrumpir, dejando sus manos en sus mejillas.
- ¡Amelia!
Una vez que Yakta subía la voz amelia dejaba de hablar y se quedaba viendo fijamente a Yakta, este solo suspiraba y dejaba una de sus manos sobre el hombro de amelia.
- Solo quería decirte que no me molestó en lo absoluto.., solo quería decirte eso, y además quería saber ¿Como se encuentra tu hermana? -Preguntaba Yakta con una sonrisa.
- Oh, ya.. Ya veo mhm, ¿Mi hermana? Está bien, tiene algunas quemaduras pero su traje le ayudó a no quemarse demasiado así que estará internada por unos cuantos días. -Respondió amelia, devolviendole la sonrisa.
- Me alegra saberlo, es un alivio que así sea, sigue sorprendiendome que la tengamos de nuestro lado.. Sería todo un peligro que fuese nuestra enemiga. -Decía Yakta.
- ¿Quien, ella? Jaja, sigue siendo una tonta que se preocupa por mi aunque le diga que ya soy grande.., ¿Y tú, jamás has tenido a alguien así?
Yakta al oír la pregunta se quedaba viéndole en silencio por unos momentos, su mirada se iba hacia otro lado comenzando a dibujar el rostro de su mejor amigo, su rostro se había vuelto algo melancólico aunque al final solo acabó en este suspirando y asintiendo con la cabeza, amelia con sus mejillas levemente ruborizada asintió con la cabeza y solo se fue de ahí, algunas luces quedaban encendidas por lo que Yakta se iba de igual forma aunque esta vez hacia el comedor, todo estaba a oscuras pero Yakta no quería encender la luz así que solo abrió la nevera comenzando a buscar algunas cosas que comer antes de dormir, aunque al darse la vuelta se encontró con dos ojos azules y una figura alta de color negra atrás suya.
- ¡AAHH!
Este había lanzado un paquete de galletas de chocolate encima da aquella figura, figura quien se agachaba tomándose la cara por el golpe, cuando los ojos de Yakta vieron quien era se enteraba que aquella figura era lukta.
- ¡Cabron! ¡¿Que carajos estabas haciendo ahí paradote como una sombra!? -Decía Yakta, enojado.
- ¡Estaba buscando algo de comida para jeannice pero tu llegaste primero y andaba esperando!.. Hey mira oreos -Lukta se agachaba por las galletas.
-.. Tch, mejor vete a dormir, ya está bastante tarde.
Lukta asentía con la cabeza acariciando con sus dedos su nariz ya que ahí es donde aquellas duras galletas le habían golpeado, Yakta sacaba de la nevera un pequeño flan de chocolate que había guardado y terminaba por irse de ahí.. Así, hasta la mañana siguiente, cuando la mañana siguiente llegó Mateo había bajado teniendo una bandeja de comida en manos, comenzó a bajar hasta llegar frente a la celda, una vez enfrente tocaba la celda esperando que la chica saliera.
- ¡Oye tu, loca empapada!, cielos.. Aparte de que hay que hacerles de mucama hay que esperar a que se levanten..
Dijo Mateo disgustado por ello, al nadie moverse este pateaba la celda mientras fruncia el ceño, de ahí dentro una gran sombra apareció proyectando toda su figura la cual se hacia más grande mediante mas se acercaba a la celda, el sol entraba por los barrotes y así fue como Mateo se encontraba con kaytou, los pectorales de este resaltaban gracias a la luz del sol viéndose como una barra de chocolate recién comprada.
- Ay mamá.. Se mejoró el día de golpe.
Mateo sonreía relamiendo sus labios, aunque debía de entregar la bandeja así que este pulsaba el botón haciendo un agujero en la celda, ahí fue cuando metió la bandeja de comida, era una bandeja bastante grande en donde habían dos raciones de comida, kaytou agarraba la bandeja qué le correspondía la cual tenía un filete de pollo asado, una parte de arroz con verduras y finalmente un pequeño postre de chocolate, kaytou al ver toda esa comida volteaba a ver a Mateo.
-.. Todo esto.. ¿Es para mi? -Preguntó kaytou.
- Para ti todo lo que quieras grandote.. ~ -Mateo le guiñaba el ojo.
- Muchas gracias.. Señor Mateo -Kaytou respondía sonriendo.
- ¡¿Señor!? Bueno, te la dejaré pasar pero llame Mateo, aunque puedes llamarme varias veces al día si gustas.
Mateo se recostaba en la celda envolviendo su dedo índice en uno de sus mechones, una vez con este envuelto hacia algunas vueltas aunque tenía que continuar con su trabajo así que este solo se iba de ahí, jeannice se levantaba saliendo de la oscuridad de la celda y se acercaba a su bandeja abriendo esta y viendo toda la comida que había, aunque volteaba a ver a su hermano el cual en sus manos tenía aquel pudin de chocolate, el pudin estaba dentro de una pequeña base de plástico, kaytou estaba moviendo la base por todos lados e incluso apretaba esta, aunque cuando estaba por romperla.
- Kaytou, tienes que abrirlo primero.. Así
Jeannice levantaba la tapa de aquella base, el olor del chocolate tuco que kaytou agarrara con sus dientes aquella base de plástico mordiendo esta misma y comenzando a llevarse el pudin a la boca incluso mordiendo este como si fuese un perro salvaje.
- ¡Jajaja! Hey.. Se que es tu primera vez comiendo algo como esto pero tienes que sacarle el plástico para que no sepa tan feo.
Jeannice acercaba su mano metiendola con cuidado entre sus dientes hasta sacar el plástico completamente masticado y lleno de babas, kaytou sonreía mientras comía del pudin hasta acabar por tragarlo lamiendo sus dedos que aun tenían pequeños rastros de aquel postre.
-.. Estaba.. Delicioso, muchas gracias.. Hermana -Kaytou agradecía, inocente.
- No me agradezcas, aunque para la próxima vas a tener que hacerlo tu mismo.
Kaytou asentía con la cabeza y agarraba el filete con sus manos, aunque antes de comer jeannice negaba y agarraba el tenedor y cuchara de plástico que tenían en sus platos, los primeros intentos fueron algo complicados aunque poco después kaytou comenzaba a usar ambos artefactos para comer adecuadamente salvo el filete de pollo, ya que este fue comido de un bocado, después de unos cuantos minutos Yakta y Ayleen llegaban, Ayleen se puso enfrente de la celda y sacaba de su botiquín dos pastillas junto a un pequeño vaso de agua de plástico.
- Tomen, aun están algo lastimados y esas pastillas les sacaran el dolor -Decía Ayleen.
-.. Muchas gracias y.. Lamento todo el caos que hicimos..-Decía kaytou tras tomar aquella pastilla.
- Por ahora no tienen que preocuparse por eso, pero si hay algo que queremos saber.. Ayleen es la mejor médico que hay en todo este lugar, ustedes dijeron que su abuela tenía una extraña enfermedad ¿No es así? -Ayleen le preguntaba a jeannice.
- Así es.. Fue hace muchos años, no pude ver que fue lo que sucedió, solo vi que ella cayó al suelo después de ser inyectada con esa cosa.. Y desde entonces ha estado perdiendo peso e incluso apenas puede moverse, se ve como.. Si estuviera muerta en vida.. Pero aun así lucha por vivir..-Respondía jeannice en voz baja.
- Nunca he escuchado sobre eso.. Pero quizás... Si pudiera verla en persona podría construir un antídoto -Decía Ayleen con una mano en el mentón.
- Confiamos en ustedes, pero aun así no sabemos si poder llevarlos, aun pueden ser.. -
La charla de Yakta fue interrumpes de golpe cuando la puerta fue abierta de una forma agresiva, la puerta se estrellaba contra la pared llevándose la atención de todos, ahí se encontraba lukta enfrente de la puerta viéndoles a todos de una forma seria, amelia también había llegado atrás de lukta así que ambos entraban, una vez dentro este levantaba su mano teniendo una clase de cofre, cofre el cual al abrirlo se encontraban aquellas dos gemas Elementales las cuales les habían quitado anteriormente a los dos hermanos, Yakta miraba fijamente a lukta y esperaba saber el porqué había traído aquello.
- Hay un ataque en barrinza, aunque por alguna razón no están atacando a nadie.. Pero se dirigen varias bestias de sangre hacia una zona apartada, el pueblo de chekoula -Decía lukta serio.
- ¿Chekoula?.. ¡Ahí es donde se encuentra mi abuela! -Tras saber donde era jeannice se pegó a los barrotes.
- Podríamos encargarnos nosotros mismos ¿No? -Dijo Yakta.
- Quizás.. Pero ¿Desde cuando esas cosas van de una forma tan coordinada?, es algo extraño -Amelia preguntaba levantando una ceja.
-.. Mph.. Aunque me gustaría decir que pueden venir con nosotros, aun no estoy del todo seguro ¿Como sabemos que podemos confiar en ustedes aun? -Yakta les volteaba a ver.
- Yakta, lo único que queremos es rescatar a nuestra abuela aunque sea verla por una última vez -Dijo firmemente jeannice.
- Puede ser una trampa, aun no conocemos nada de la persona quien les mandó a esta misión, ¿Y si sabe que vamos? Es demasiado peligroso
El silencio invadia por completo el momento hasta que Ayleen llenaba su cuerpo de valor y se puso enfrente de Yakta, tras buscar algunas cosas en su botiquín terminaba sacando una jeringa vacía.
- ¡Yakta! ¿Sabes cuantos sacrificios tuvieron que haber para llegar a todos los avances médicos de hoy en día?, estaremos salvando a mucha gente.. Incluso podremos salvar a la abuela de estos chicos.. No son malos, no lo han sido en estos días aún pueden cambiar -Ayleen, enfrente de Yakta decía.
- Además.. Si es que quien manda a estos sujetos se aparece podríamos capturarle, somos más y si lo necesitamos podríamos llamar a los entrenadores, yakta.
Yakta dejaba sus brazos cruzados por unos momentos hasta que volteaba a ver a los dos prisioneros, sus ojos marrones fueron hacia sus compañeros hasta que finalmente este asentía, los pasos de todos se escuchaban saliendo de aquellas instalaciones hasta finalmente acabar por pisar la salida del estacionamiento, enfrente del puerto se encontraban todos reunidos justo cuando un barco bastante grande llegaba.
- ¿Qué tan bien estamos yendo, Alex? -La entrenadora le volteaba a ver estando enfrente de aquel holograma con las gemas.
- Dejame repasar.. Porque si seguimos a este paso, estos sujetos salvarán al mundo.