— Terminamos por aquí, lukta ¿Tienes algo más que hacer? —Preguntaba amelia.—... —No hubo respuesta.— ¿Lukta? —Amelia insistió.— ¿Recuerdas cuando les conocimos?, no esperaba que fuese a tener tanto poder.. Jaj, y pensaba que con la Puñalada qué me dio en el hombro había sido más que fuerte —Decía lukta en voz alta, acariciando la zona de su herida.— ¿Así que te gustan las chicas dominantes, eh? Procura mantener esos látigos alejados de mi —Dijo amelia en forma de burla.— ¡¿De que hablas enana!? —Lukta volteaba de forma rápida ante ella.— ¡Lo siento, no puedes hablar sin que tu ama te de permiso, lalala!Amelia comenzaba a alejarse de lukta con sus manos encima de sus oídos moviendo su cabeza de lado a lado, lukta solo comenzaba a seguirle mientras le gritaba desde atrás.— Bien, con eso es Suficiente, ¿Necesitas algo más? —Preguntaba Ayleen estando encorvada en el suelo.— Con eso es suficiente, gracias AyleenAyleen sonreía y asentía con la cabeza alejándose de jeannice, esta acomodaba el pequeño Kit de medicina que tenía consigo y se iba, jeannice veía hacia los lados viendo a los distintos oficiales y paramédicos llevándose a los heridos, sus ojos se fueron hacia lo que en un momento había sido la cabaña donde creció, ahora convertida en nada más que un cúmulo de escombros, esta bajaba la mirada y ya estaba por dar un paso hacia fuera de la estación del metro hasta sentir una mano encima de su hombro.— ¿Jeannice, tienes donde ir? —Preguntaba Yakta.— No realmente, pero.. Hice demasiado caos, además.. Tampoco tengo un lugar donde yo y mi hermano podamos ir, porcierto ¿Lo has visto? —Dijo jeannice.— Está junto a los demás, en el vagon trasero —Respondía Yakta señalando hacia el tren.—.. ¿V-.. Vagon, pero.. Porque, a donde se supone que va a ir?Yakta al escucharle dejaba salir una pequeña risa con sus labios cerrados, le dió unas suaves palmadas en el hombro y terminaba por irse dejando a jeannice ver el tren atrás suya, en una de las ventanas estaba su hermano haciéndole algunas señas de que viniera con el, de igual forma al ver la entrada del tren ahí estaban, amelia y lukta sonrientes haciendole varias señas de que viniera con ellos, jeannice observaba fijamente a todos hasta que estos terminaban por subirse al tren, jesnnice bajaba la mirada viendo su brazo derecho completamente vendado y después volteaba a ver hacia la ciudad, la brisa golpeaba suavemente contra su rostro como una caricia de libertad, una caricia la cual acababa llevándose una pequeña lagrima qué había caído encima de su suave y blanca piel.— Adiós, barrinza.Ahí estaba, enfrente suya aquella pequeña niña que en un momento fue secuestrada y alejada de las manos de su familia, la misma pequeña que vio a sus dos familiares más amados morir frente a ella, despidiéndose de la zona quien creó a una futura heroina y defensora para que nada de esto volviera a suceder en ninguna otra ciudad, tras despedirse de la ciudad dió la espalda y se fue hasta acabar por entrar en el tren, las puertas del mismo acabaron por cerrarse, este se elevó algunos centímetros del suelo y finalmente.. El destino estaba marcado, volver a tlakzat junto a su nuevo grupo de amigos.—.. Mph..Suspiraba con sus labios cerrados, en su rostro estaba una pequeña cura al igual que su brazo derecho estaba completamente vendado, sus ojos estaban cerrados aunque esta aún se encontraba despierta, solo disfrutaba de la sensación de paz qué le había dado acabar con lekath, encima de su hombro estaba la gran mano derecha de su hermano, mano que le acariciaba y mantenía un agarre bien firme, en los otros asientos estaban los demás, lukta se encontraba dormido con ambos brazos cruzados mientras que amelia estaba viendo algo en su teléfono con sus audífonos puestos, en lo más profundo de los otros vagones se encontraban Ayleen y Yakta, Yakta estaba viendo la gema del vacio qué estaba ne una de sus manos.— Es increíble, pero en todo lo que hemos estado en barrinza no hemos encontrado las gemas que nos faltan —Habló Yakta, algo decepcionado.— Puede que no, aun así no tenemos que preocuparnos demasiado, tenemos un equipo.. Y encima tenemos a dos de las gemas Elementales con nosotros, ¿Qué mejor que eso? —Ayleen trataba de reconfortarle.— Puede que tengas razón, los demás ¿Ya saben el tema de las bestias de sangre? —Sonrió, aunque Yakta volvió a la seriedad.—.. No.. Hasta ahora no le he dicho a ninguno de los dos, tengo miedo de que alguno deje de ayudarnos si se entera de la verdad..Al escucharle Yakta asentía con la cabeza y solo miraba hacia la ventana, aun quedaban algunas horas de viaje así que podían tomarse el camino que quedaba con calma, este comenzaba a caminar un poco hasta estar enfrente de la puerta que separaba los dos vagones viendo hacia el vagon de atrás en donde estaban todos sentados, su mirada iba hacia amelia haciendo que su rostro serio pasara a ser uno levemente avergonzado, este levantaba una de sus manos dejandola sobre la mejilla que en un momento fue besada, estaba tan perdido en sus propios pensamientos que al ver denuevo se encontró con los ojos verdes de amelia viéndole fijamente tras el vidrio, este rápidamente miraba hacia otro lado y se alejaba del vidrio, amelia sonreía y miraba hacia otro lado sintiendo sus mejillas levemente rojas, aunque sin demasiado calor, en ese mismo momento amelia sentía algo encima suya, y claro, era la mirada de jeannice quien estaba fija ante el hombre que estaba en su pantalla.— ¿El es tu novio? —Preguntaba jeannice.— Ojalá, es Brian, es un personaje de una novela que me leo —Respondía amelia, sacándose uno de sus audífonos.—.. Mh.. Pero ¿No es gay? —Dijo curiosa jeannice, pues es lo que podía ver en el teléfono.— ¡ESO NO IMPORTA!Jeannice había quedado con sus cabellos alborotados debido al grito, así que ambas solo se sentaban en un asiento doble comenzando a hablar, los minutos pasaban, convirtiéndose poco a poco en horas hasta que finalmente después de dos horas este mismo frenó el trayecto, amelia y jeannice se levantaban de sus asientos mientras hablaban, kaytou se bajaba sin darle demasiada importancia a cualquier cosa, salvo por un pequeño sobre de azúcar el cual estaba llevándose a escondidas, lukta estaba saliendo hasta que fue detenido por el llamado de Yakta.— Hm, ¿Qué pasa?Yakta se quedaba viéndole fijamente sin decir nada, sus dientes querían abrirse y comentarle algo aunque al final este solo suspiraba y decía.— Tu y amelia hicieron un buen trabajo, felicidadesLukta se quedaba algo confundido ya que había sido detenido por eso, aunque después solo sonreía y asentía con la cabeza yéndose de ahí, Yakta bajaba del tren y veía hacia Ayleen quien estaba su lado, esta solo sonreía dándole suaves palmadas antes de irse, amelia y lukta estaban caminando tranquilamente hasta que ambos fueron detenidos por el fuerte golpe de algo de madera contra el suelo, ambos volteaban a ver encontrándose con que era el bastón de alguien ¿Y quien más? Joseph avanzaba y les veía con un rostro bastante serio.— ¡Ustedes mocosos idiotas! ¡¿En donde está mi coche!? —Gritaba el anciano.—.. ¿Coche?.. —Preguntaba amelia.— ¡El mismo en el que ustedes se fueron, tontos! —Gritó aun más fuerte.— ¡¿Hablas de esa asquerosa carcasa que nos hiciste llevar!? —Gritaban amelia y lukta a la vez.— ¡Un poco más y hubiéramos llegado cuando nada habría valido la pena! —Decía lukta enfadado.— ¡Es más rápido ir a pie que en esa maldita cosa! —Amelia Señalaba igual a Joseph.— Ustedes que van a saber de coches, apenas y están comenzando con sus vidas, deberían de estar agradecidos de que no sea rencoroso, cualquiera les cobraría como nuevo el coche —Respondía Joseph de forma egocéntrica.—.. Viejo rata.. —Susurró amelia.— Puede que lo sea, aunque ¿No crees que es extraño que sea un viejo pero aun así conozca tantas cosas acerca de las gemas y incluso tenga una?, quien sabe que tantas cosas esconde este tal joseph..Ambos se quedaban viendo a joseph alejándose de ellos mientras pensaban en lo que podía ser este sujeto, en la mente de amelia se aparecía como un ratón vestido de mafioso, con una pistola en mano y con un pucho en la boca, en la imaginación de lukta estaba siendo un ratón vendiendo varios coches viejos a precios grandes, aun así ambos debían de llegar a descansar un poco más así que ambos entraban dejando de pensar en aquellas cosas, jeannice estaba caminando hasta que su rostro fue golpeado por algo suave pero a la vez duro, esta retrocedía agarrando con una de sus manos su cabeza y al levantar la mirada se encontraba de lleno con la enorme entrenadora, quien le veía con sus preciosos ojos púrpuras, jeannice estaba por pedirle perdón hasta que esta vio unas llaves enfrente suya.— Amelia me dijo que ustedes dos no tenían un lugar en donde dormir, o mejor dicho.. En donde vivirLos ojos de jeannice brillaban como si de dos bombilla de color azul se tratarán, sus ojos comenzaban a buscar algo hasta que veía a amelia en las escaleras, amelia sonreía mostrando sus blancos dientes y solo levantaba el dedo pulgar en señal de que no debía agradecer nada, jeannice sonrió de forma cálida y volteaba a ver a la entrenadora, tomando la llave que esta le estaba ofreciendo— Aun quedan algunas habitaciones libres así que pueden ir y quedarse aquí —Dijo la entrenadora.— Es un gran honor de nuestra parte que nos hayan aceptado.. Después de todo el caos que causamos hace unos días..El fuerte sonido de algo cayendo hizo que se llevara la atención de todos, ambos hermanos volteaban a ver viendo como un enorme pedazo de metal quemado había caído de una de las paredes, jesnnice sonreía con un sonrojo de vergüenza mientras la entrenadora le veía con sus dos musculados brazos cruzados, esta solo suspiraba y terminaba por irse de ahí, jeannice volteaba a ver a su hermano mientras suspiraba.— Qué miedo da —Dijo kaytou.— Y que lo digas..Jeannice bajaba su cuerpo y así algo encorvada comenzaba a alejarse junto a su hermano hasta que ambos terminaban por perderse en los pasillos, en la parte de arriba se encontraba amelia quien se estaba poniendo una ropa más cómoda, dejando su gema en una pequeña celda la cual al sentir la gema acababa por cerrarse de forma automática, amelia se acomodaba la camisa de manga corta junto a sus pantalones y así salía de su habitación yendo hacia la enfermería en donde claramente ya no había nadie, esta veía a los lados buscando por su hermana hasta que fue levantada del suelo.— ¡Uaah! —Gritó amelia.— ¡Amelia, estas bien! Estaba preocupada por ti, me dijeron que te habías ido de extremas.. —Dijo ruy de forma contenta.— Estoy bien, solo tuve que enfrentarme a algunas bestias de sangre, ¿Y tú estas bien?, Mhj.. Seguro que si, eres mi hermana después de todo aunque.. Sigo sin entender ¿Porque ruy, que clase de apodo es ese? —Preguntaba amelia mientras era bajada.— Digamos que tiene sus razones, aunque te lo explicare en algun Momento, que no será hoy —Ruy sonrió.— ¡Ah vamos, no me dejes con la duda! ¿Acaso fue por algún chico que te gustó? —Decía amelia.— No —Respondió ruy comenzando a irse.— ¿Acaso fue por algúna persona que conociste? ¡Ya se, una mejor amiga! —Amelia comenzaba a seguirle sin dejar de preguntar.— Puede ser.Amelia continuaba caminando atrás de su hermana quien continuaba negando sus peticiones, las horas pasaban una vez más hasta que finalmente había llegado el día siguiente, amelia estaba preparándose algo de desayuno o bueno, en realidad no era nada más que un plato de cereal junto con leche, esta se sentaba y agarraba la cuchara comenzando a comer hasta que alguien llegaba a la cocina.— ¿Así que enamorada del capitán, uh?Mateo llegó y dijo eso con una sonrisa, amelia al escucharle se quedaba en silencio por unos segundos hasta que acababa por escupir una buena parte de la comida que estaba en su boca, avergonzada apretaba sus manos mientras que Mateo se sentaba de piernas cruzadas enfrente suya.— ¡Escuchame tonto.. N-.. No me gusta, simplemente le agradecí por haber ayudado a mi hermana! —Respondía amelia, limpiando su boca con una servilleta.— Querida, conozco mejor a las chicas que ustedes mismas, y se cuando una nena se le acelera el corazón por un chico.. Además, no es una mala elección.Este miraba hacia otro lado señalando con sus ojos a Yakta quien estaba ayudando con el inventario hacia uno de los trabajadores, Mateo volteaba a ver a amelia mientras bebía de su café frío usando el sorbete que traía el mismo vaso.— Tch.. Que tonterías dices, oh porcierto ¿Viste el nuevo capitulo? ¡Estuvo emocionante, estuvo increíble! —Decía amelia levantando su teléfono.— ¿Increíble? ¡Nena fue el mejor capitulo de todos, brian y yamea están tan juntos que van a..Amelia y mateo se levantaba al mismo tiempo abrazándose entre moviendo sus manos hasta hacer un pequeño arcoiris encima de ambos.— ¡Hacer el amooor! ~.Después de hacer aquellos ambos se separaban y volvían a sentarse continuando con su desayuno, Mateo estaba viendo algunas cosas en su teléfono hasta que este se agitaba sutilmente.— ¡Por dios nena, acababan de despedir a una de las ilustradora del manga! —Decía Mateo con una mano en la mejilla.— ¡¿Enserio, quien!? ¡Muéstrame! —Amelia se estiraba para ver.— Sofía Julan, parece que tuvo una disputa con el animador principal, ah.. Pobre de ella, voy a extrañar la forma en como dibujaba las v- —Fue interrumpido, que suerte.— Hey, amelia ¿Estas ocupada? —Decía Yakta recién llegado.— ¡Ah para nada! Bueno.. No estoy en las mejores fachas.. Lo siento —Decía amelia con una mano en su nuca, ¿Enserio, aun usaba pijama de pandas?— No te preocupes, ¿Crees que puedes venir a mi habitación en unas horas? Hay algo que me gustaría mostrarte —Decía Yakta, no parecía avergonzado de su pijama.—.. A-..ah.. ¡Si.. Si claro, me encantarí-.. Mhm, claro!Yakta sonreía y asentía con la cabeza yéndose de ahí, amelia se volteaba viendo el rostro de mateo quien solo sonreía de igual forma, ambos se veían sin decir nada hasta acercarse abrazando sus dedos y comenzando a dar pequeños saltos en el suelo.