- ¿Supongo que no te vas a ir de aquí hasta que yo te diga lo que quiera.. No? ¡Bien entonces dejame decirte lo que quieres!
La mano derecha de la joven se apretó con algo, así es, su pantalón en la zona en donde se encontraba aquel brillo de color amarillo, cuando la gema fue apretada un aura de color dorada rodeó el cuerpo de la joven, aun así no parecía una buena noticia, los movimientos de la joven comenzaron a ser lentos hasta finalmente lanzar un rápido puñetazo, quien el Moreno desvío, pero como si la joven fuera un arma rápida cual el aire comenzó a dar varios golpes, curiosamente todos destinados hacia zonas sensibles del cuerpo como el cuello o el pecho, el Moreno de concentró en bloquear los golpes qué pudo, hasta que la joven dijo
- ¡Púdrete, cazador!
El potente golpe llego justo en el cuello del cazador quien soltó una fuerte bocanada de aire hasta caer al suelo arrodillado en una pierna, la respiración tan complicada al punto de ser casi imposible, las gotas de sudor y de saliva cayendo al suelo era lo que se veía, y más encima este al subir la mirada vio como la joven subía una de sus piernas
- ¡¿Enserio pensabas que por actuar de buena gente iba a caer en tu trampa!?
La joven bajó totalmente rápido y furiosa, pero cuando su talón estaba por golpear al moreno este se movió hacia atrás a una velocidad increíble, una leve luz morada se vio, pero con eso fue suficiente para dejar a la chica totalmente atónita quien recibió un potente cabezazo de parte del moreno lanzandola al suelo hasta que esta cayera sentada, la chica levantó la mirada viendo fijamente al moreno quien ahora se encontraba en un aura de color morada y más encima con un rostro lleno de avaricia y felicidad, es como si estuviera emocionado por esto
- ¡¿Entonces, eso es todo!?
Decía el Moreno con una sonrisa y con una de sus cejas levantadas, la chica solo sonreía aplastando del todo su gema haciendo que un visor en su ojo tapado apareciera, un visor de avión de color amarillo se activara aunque lo que se encontraba no era nada más que el rostro de aquel moreno enfrente de ella, los ojos de amelia se abrieron de golpe por la sorpresa, y, aunque quisiera hacer algo más el golpe ya había llegado haciendo que esta se alejara por la fuerza, aun así aquella sensación regreso cuando volvió a estar cerca del chico recibiendo esta vez un codazo, quien aun tratando de bloquear terminó recibiendo rompiendose una de las mangas de su ropa dejando en esta una buena marca de una garra
- ¡Jajaja!, por lo que veo la velocidad no es tu fuerte, debe de ser horrible, ¡Ser una humana peleando contra una pantera!
Aun así con esas palabras el Moreno desapareció ante los ojos de la mujer dejando solo unas cuantas escarchas de color morado, el visor de amelia comenzó a brillar con fuerza pero.. El golpe en todo su rostro impactó
- ¡Eres como un simple pajarito
Denuevo, el visor volvió a fallar, la respiración de amelia era intensa pero cortada cuando otro golpe llegó esta vez en toda su espalda dejando a amelia aun más a la deriva
- que no puede..
El Moreno apareció enfrente de aquella revelando la misma luz de color púrpura en sus ojos, una vez enfrente suya le dio una patada con la cual le levanto el mentón
- escapar de su destino como la comida de un felino!
Ella frunció el ceño, sus dientes se apretaron con tan fuerza que podían romper incluso cualquier piedra, su visor finalmente lo había mirado con detenimiento, su puño salió directo hacia el punto débil del chico, con el brillo más potente en su cuello, aun así.. El golpe de aquel chico fue más rápido, un fuerte gemido de dolor salió de la boca de aquella mujer antes de recibir el último golpe directo a su pecho quien la alejó, golpeandose la espalda contra la pared y finalmente cayendo al suelo, el Moreno sonrió pensó que finalmente había acabado, pero aquella chica solo levantó la mirada ante el Moreno
- ¡Bien acabemos con esto!
- ¿Entonces, dices que eres un felino, verdad? Siempre he sido más de perros..
- ¡¿Qué!?
El Moreno algo indignado salió corriendo con esa gran velocidad qué apenas se podia ver, aunque antes de poder hacer algo más el radar en el ojo de la chica se volvió a iluminar, levantó sus manos lanzando hacia arriba una buena cantidad de arena, ante el movimiento tan rápido del chico la arena salió volando entrando directamente en su sensible nariz, esos pocos segundos fue los que ella aprovechó para ponerse de pie, el centro del pecho junto al cuello eran las zonas más iluminadas, por lo que juntando sus dos dedos dio dos rápidos y potentes golpes en esas zonas, el Moreno cayó de golpe al suelo dándose en la cabeza contra una de las farolas mientras ella le miró sangrando
- Ha.. Eso estuvo demasiado cerca.. Incluso pensé que ibas a terminar ganando, aunque soy el blanco de la película, jaj ¿Entiendes?
- Tu humor es casi tan malo como tus golpes..
Dijo el Moreno al escuchar el comentario de la chica, ambos se vieron fijamente sin decir nada hasta que una sonrisa apareció en el rostro de ambos, la chica le ofreció su mano, por lo que el Moreno aceptó su ayuda poniéndose de pie al lado de ella
- Aun sigo viva.. Así que supongo que.. ¿Qué era de lo que querías hablar?
El día había caído dejando la luna como única luz, ambos se encontraban en ese callejón ya más calmados y recuperados uno sentado al lado del otro, el Moreno vio a la chica y levanto una de sus gemas
- Mi nombre es Lukta, ¿Y tú?
- Soy Amelia
- Mj.. Bien amelia, vine desde muy lejos para encontrarte, llevo buscando a la única persona que queda con esta gema.. De hecho pensé que era imposible, pero.. Fue gracias a la información de mi padre que logré encontrarte, aunque hace poco me llamaste cazador, ¿Porque?
Amelia ponía sus manos en sus caderas y volteó a verle
- En esta ciudad y en básicamente todo el mundo existen los cazadores qué nos buscan.. Fue desde los inicios de esto, cuando aquel idiota subió al poder tomando una de las gemas, todo.. Simplemente se rompió, los estados, nisiquiera pude disfrutar.. Cuando menos lo pensé.. Uno de esos idiotas acabó con la vida de mi madre para conseguir la gema, esta qué tengo aquí.. Fue lo que me dejó antes de salvarme la vida.. Básicamente me la paso cuidando mi trasero de esos idiotas, aveces vienen de uno en uno, aveces vienen en grupos, siento haberte tratado así, cuando tu pellejo corre peligro no puedes confiar en nadie
Lukta sonrió y asintió
- No te preocupes por eso.. Aun así he venido por ti porque eres la única persona que puede ayudarme en esto.. Solo quiero recuperar esta vida normal, la gente parece un maldito zombie.. Y la única forma de volver a todo es devolver las gemas al..
- Monte Sho
- yiart..
Ambos se quedaron algo impresionados cuando el otro complementó sus palabras
- Aun así no podemos hacerlo, nadie sabe en donde se encuentra ese monte.. Debe de ser una maldita misión suicida, con todos esos cazadores ahí fuera.. Nisiquiera tendremos oportunidad de hacerlo..
Dijo amelia frunciendo levemente el ceño, aun así lukta se levantó del suelo comenzando a buscar algo en la mochila qué este llevaba sacando de ahí un mapa, un mapa especial el cual estaba compuesto de una madera fina junto con unos escritos, este estiró la mano en señal de que amelia viniera con el, amelia se puso al lado de lukta, lukta dejo su mano derecha encima de la madera, amelia posó una de sus manos al lado de lukta, una leve luz de color blanca comenzó a envolver el cuerpo de amelia.. Hasta que finalmente esta abrió sus ojos estando totalmente en blancos, fue como un viaje astral, vio todo enfrente de ella, las ciudades, los pueblos como si fuera un viaje a la velocidad de la luz hasta encontrar enfrente suya aquella montaña.. La montaña con esa puerta qué sólo podía ser abierta tras tener todas las gemas en su poder.. Cuando esta vio la ubicación sus ojos volvieron a la normalidad por lo que esta volteó a ver a lukta
- Es una misión suicida.. Complicada, incluso quien sabe si podríamos hacerla pero.. Es poner todo en juego por volver a recuperar el mundo como estaba, y no puedo hacer esto solo, así que Amelia.. ¿Estarías dispuesta.. A ir al infierno conmigo, con tal de traer a la humanidad de regreso?
Lukta había levantado su mano derecha con una sonrisa confiada en el rostro, fue ese mismo rostro lleno de valor que le había recordado a su madre, amelia se quedo pensando por unos segundos, incluso había mirado hacia atrás.. Luego su mirada fue hacia lukta y con una sonrisa aceptó la mano de lukta apretando esta con fuerza, ambos estrecharon su mano y sonrieron, lukta rió, amelia determinada dió un paso hacia al frente y dijo.
- Si hay que pasar por el infierno con tal de dejar este lugar como la antigua tierra.. ¡Iré contigo!