Xun, Pedro y Carolina, ya en su habitación, notan los lujos de la misma, armarios para cada quien hechos de una madera de alta calidad, tres camas lujosas, con cortinas para mayor privacidad acompañadas de sábanas con el logo de un sol, almohadas con un aspecto suave, ventanas que permiten una vista preciosa del reino. Una alfombra roja cubriendo todo el piso de la habitación.
Los tres ya cansados deciden sentarse un momento, dejando caer el libro y la esfera al piso, para pensar todo lo que ocurrió hoy y si de verdad esta pasando. Menos Xun el cual directamente se lanza en la cama qué esta más atrás boca abajo, mientras lanza sus zapatos al medio de la habitación. Carolina lo regaña por su actitud despreocupada.
—como puedes estar tan tranquilo con todo lo que sucedió hoy, podrías mínimo preocuparte por nuestra situación actual, ¡y acomoda tus zapatos! y ponte una camisa.
—cálmate, no sirve de nada preocuparse ahora, ya estamos aquí, solo queda esperar lo que vendrá más adelante.
—odio esa parte tu ya despreocupada, incluso en la escuela eras igual, dejando los proyectos importantes a último momento, pero aquí nos jugamos la vida.
—Siempre los entregaba, eso es lo que cuenta, aquí será lo mismo todo será en su momento, no sirve estresarse en vano, es mejor concentrarse en otras cosas, como ejemplo leer el libro que dejó Apolo.
Xun saca de su bolsillo el libro, el cual ahora es más pequeño, en un momento el libro vuelve asu tamaño normal. Carolina observa y confundida pregunta.
—¿qué? ¿Cómo lo has hecho?
—lo supe de casualidad, era demasiado grande como para guardarlo, así qué pensé en que era más pequeño y puff se volvió realidad, por cierto que pasa con pedro, no ha dicho ni palabra desde que llegamos a la habitación.
Carolina voltea en la dirección de pedro. Notando a su amigo bastante afectado. Repitiendo en voz baja: esto es un sueño, esto es un sueño. Todas las emociones qué aguantó pedro, las estaba desahogando. Carolina lo golpea fuertemente.
—Reacciona de una vez, y acuéstate para tranquilizarte
Pedro reacciona al dolor, tallándose la cabeza.
—Era necesario ese golpe, podrías haberlo hecho de otra forma.
—mira lo siento, pero necesitamos mantenernos cuerdos y apoyarnos en este momento.
—lo sé pero todo esto es irreal. Y pensar que no podré ver a mi familia de nuevo, me esta afectando
—te entiendo estoy igual, lo único que me consuela es saber que esta misión lo salvará de desaparecer, por eso hay que darlo todo en este nuevo mundo por ellos.
Estas palabras hacen qué Pedro se levante del suelo, un poco más motivado. Agradece a Carolina sus palabras. Este voltea a ver a Xun, notando su tranquilidad.
—Xun, tu ¿acaso no extrañas nada de tu vida?, ¿a alguien que este preocupado por ti?.
—cierto tu fuiste el único que eligió esto por voluntad propia. ¿alguien que vayas a extrañar?
Xun con una tranquilidad y sin desconectarse de su lectura.
— ya todos están muertos, después de lo que paso con Jessica, me quede solo. Ustedes dos son los únicos amigos que me quedan.
Esto deja la sala en silencio. Carolina y Pedro con una expresión de tristeza por escuchar el nombre de su difunta amiga, mas la declaración de Xun, los dejaba pensativos. Todo el silencio se rompe con la voz de xun, con un tono de confusión. Pedía a sus compañeros si podían revisar su libro en la sección de pasivas, y si les aparecía algo escrito. Desconcertados por la petición repentina. Conmocionados todavía por la platica anterior. Revisan su libro buscando dicha sección. Pedro voltea a ver a Xun.
—Oye, ¿seguro estas bien? Hablas esto con tanta tranquilidad, yo solo de escuchar su nombre me entró la melancolía.
—Yo estoy igual, de verdad me gustaría que estuviera aquí, así no tendría que lidiar con ustedes dos yo sola.
—por mi parte, yo ya supere esa etapa por culpa de ella.
—¿A que te refieres? Por qué sería su culpa—pregunto Carolina confusa.
—¿exactamente A que te refieres?, Xun.
—no quiero entrar en mucho detalle pero le prometí qué seguiría adelante sin mirar atrás básicamente, y antes qué nos desviemos más del tema principal ¿Encontraron lo que les dije?—notándose la molestia en la voz de Xun, por hablar más del tema.
—así, aquí esta, al parecer tengo 5 pasivas, sin efectos negativos, ¿Y tu carolina?.
— yo tengo 6, igual sin efectos negativos, pero ¿por que preguntas Xun?.
—al parecer no solo no tengo magia, tampoco tengo pasivas… ahhh, estoy bastante jodido, solo tengo una definitiva.
— es mejor que nada—exclamo pedro, tratando de animar a xun
—pero mi habilidad es un traductor universal, me permite hablar, escribir y entender todo idioma, en pocas palabras es inútil para las peleas.
—Si que estas bastante jodido, hahaha, siempre me pregunté, que mal hiciste para tener mala suerte siempre—exclamo Carolina.
—deja de reírte. lo único bueno fue el regalo que dejo Apolo en este libro.
Xun se levanta de la cama rápida mente. Del libro, de una de sus páginas comienza a brillar. Xun sosteniendo el libro, pone su mano en el brillo, y una espada comienza a salir. Carolina y pedro sorprendidos, sin entender nada, admiran la espada qué Xun saco del libro. Con un pomo con forma de león de plata, una empuñadura envuelta con un cuero de color negro, una guarda de plata con pequeñas cabezas de leones a los extremos, y una hoja de acero templado, con grabados raros en la hoja y una vaina bastante simple. Carolina y pedro con una expresión de sorpresa. Se levantan al ver la espada de Xun.
—Oye como hiciste eso, Esto de verdad ya es una fumada, como siquiera es posible que un libro saque una espada—exclamo Carolina. Sin creer lo sucedido
—Xun, ¿Ese es el regalo de Apolo? ¿tendremos alguno nosotros?—pregunto pedro. Impresionado y emocionado por tremenda arma, olvidando su tristeza por un momento.
—no lo se, lean su libro y tendrán las respuestas, mientras tanto yo iré a darme un baño, para dormir de una vez.
Xun tira su espada en su cama mientras se dirige al baño. Xun sale renovado. Al voltear su mirada, nota que sus compañeros tienen en sus manos armas bastante llamativas. Pedro sostenía un escudo pequeño qué a apenas cubría su antebrazo, con una figura triangular con puntas prominentes, echo de adamantita uno de los materiales más fuertes del nuevo mundo, con una esfera verde en el centro y grabados alrededor de todo el escudo. Carolina por otra parte portaba una espada bastante particular llamada espada ropera, una hoja bastante larga de doble filo bastante delgada, echa de malaquita material único en el nuevo mundo, capaz de regenerarse aplicándole magia, además de aumentar el filo de la misma forma, y imbuirse de magia de manera eficiente, con un pomo y una guarda, unidas por metales en forma de arco para dar mayor protección. Xun sorprendido, mientras se dirigía al armario buscando una camisa nueva. Dirige su voz a ambos.
—bueno, muy bonitas sus armas y todo, pero ya me quiero dormir, así que apúrense a bañarse o cualquier cosa que hagan.
—podrías mostrar un poco más de emoción, o es que ¿Tienes envidia de nuestras armas?—exclamo Carolina
—Si, si, lo que sea solo apúrense, qué ya me quiero dormir.
Carolina cansada decide entrar al baño. Mientras tanto, Pedro callado admirando su escudo, emocionado es interrumpido por la voz de Xun.
—oye Pedro, notaste qué ese supuesto rey, era un engreído.
—fue un poco molesto, pero solo lo ignoré, pero más sorprendente es como te contuviste cuando te habló así.
—bueno, tenia a Carolina a lado mío, me hubiera dado un golpe si decía algo de más.
—estuve igual, de verdad no entiendo como sus golpes duelen tanto, no tiene un cuerpo tan ejercitado y aun así es fuerte.
—mira entiendo que nunca fuiste fuerte, pero no necesitas tener musculatura, si no una buena técnica de golpe.
—¿Quién le habrá enseñado a tirar tremendos golpes?.
—Ahora me arrepiento de eso, lo siento, hablemos de otra cosa.
—por cierto, eh tenido esta duda, ¿Cómo sobreviviste al golpe de la señorita Cari?
—así que esa era Cari, es algo difícil de explicar, pero en pocas palabras, tenso los músculos de mi cuerpo a tal punto qué es similar al acero.
—¿qué?, eso es posible acaso, si quiero como es que reaccionaras tan rápido al golpe.
—digamos que fue más por reflejo natural, no diré mucho pero cuando llevas mi estilo de vida, te acostumbras a hacer ciertas cosas por reflejo.
—Bueno si no quieres hablar mas lo entiendo, la verdad después de conocernos por tanto tiempo, nunca me preocúpe por saber más de tu vida personal.
—no te preocupes de todas formas, no te lo hubiera contado.
Xun después de buscar un rato una camisa, encuentra una de color negro, de mangas larga, de una tela rara qué da una suavidad relajante. Este se arroja a la cama, con su camisa nueva puesta, dispuesto a dormir, sin antes hacer una última pregunta a pedro.
—Oye ¿por qué tu y Carolina aceptaron venir?
—ahh, digamos que no tuvimos tiempo de siquiera sentir alguna emoción, todo fue tan rápido qué apenas procesamos lo que nos decía el señor apolo, incluso ahora siento que es un sueño, y en cualquier momento despertaré, aun que el señor apolo se disculpo demasiado con nosotros, y prometió darnos algo a cambio si es qué triunfábamos, pero en si, cuando nos preguntò directamente el miedo se apodero de mi y acepte sin pensar, lo mismo paso con Carolina, supongo.
—será mejor que te acostumbres, por que esto no es un sueño, Ese golpe de Cari, si qué dolió como la mierda, pero bueno ya veremos mañana yo ya me voy adormir, así que hasta mañana.
Antes de que siquiera Pedro pueda responder, Xun quedo dormido en un instante. Carolina sale del baño notando a Xun ya dormido y a Pedro con una expresión de tristeza, ella trata de animarlo. Pedro un poco mejor decide entrar al baño para alistarse a dormir. Una vez todos ya listos, las luces de las velas se apagan. Pedro y Carolina se desean las buenas noches, incluso a Xun aunque este ya este más dormido que una piedra.
Sin saberlo esta noche será la única en la cual encontrarían paz. El infierno esta apunto de desatarse, Sin qué ellos aun sean consiente de las vidas qué indirectamente cargan en sus espaldas.