El sonido de fuertes explosiones por la mañana despiertan a Xun. Levantándose malhumorado de la cama, Saliendo a la ventana de su habitación apenas consiente, mientras maldice por el ruido qué no lo deja dormir. Los fuegos artificiales eran el causante del ruido. Las personas que pasaban por la calle se detenían a mirarlo. De repente la voz del rey sonó por todo el reino.
—a todos los habitantes del reino, es de mi agrado informarles qué la bendición del guardián Apolo nos ha bendecido, tenemos una esperanza por la cual luchar por un nuevo futuro, para que crean en su fuerza se las demostraré.
Unas grandes pantallas aparecieron de la nada, en ellas se mostraba el rastro de 2 monstruos de grado platino muertos. Uno siendo un lobo escarchado que estaba atravesado por estacas de hielo. El otro era un rey ogro, se encontraba partido por la mitad mientras sus piernas estaban quemadas.
—vean aquí la fuerza de los héroes, ellos derrotaron junto con sus equipos a bestias capaces de vencer a grupos enteros de aventureros por si solos, muy pronto ellos se encargarán de las bestias de categoría platino. Así que les pido a todos los aventureros su ayuda para acabar con los más débiles, como a los habitantes su ayuda para restablecer las casas de las personas del campo, se dará un pago a quienes apoyen. Sin más que decir solo tenemos que creer en un mañana mejor si todos cooperamos.
Cuando terminó el rey de hablar, la imagen de los héroes se reflejó en las pantallas. La gente empezó a festejar como loca, los gritos de felicidad se escuchan incluso a las afueras del reino. Xun por su parte sentía un poco de envidia, el también quería aparecer junto a ellos. Pero no podía parar de sentir un alivio al saber que estarán bien por su cuenta. Tomando su ropa y espada sale de su habitación decidido a alcanzarlos. Deteniéndose al darse cuenta de su increíble hambre siendo más grande que su objetivo, decide primero bajar a comer. El lugar está desierto solo se encuentran Fitz en la barra y una camarera barriendo el lugar. El se sienta en la barra mientras estira su cuerpo.
—Buen día, hay algo para comer me muero de hambre.
—pero si el bello durmiente por fin despertó.
—Por favor, si no dormí tanto.
—Ya es casi medio día si eso es poco para ti esta bien.
—no se por que te sorprende.
—bueno, la situación actual no esta en su mejor momento y la gente común se levanta temprano para trabajar y ganar algo de dinero, supongo que tu no estas muy necesitado, es raro ver a alguien así hoy en día
Fizt se retira un momento a la parte de atrás mientras Xun le grita.
—Mas o menos, lo que necesito ahora es una tienda para comprar una armadura, ¿sabe donde puedo encontrar algo así?
Ella regresa trayendo un plato de comida y una bebida. Al darle su comida comienza a darle las explicaciones qué otra vez confunden a Xun.
—me estoy perdiendo no tienes un mapa o algo así, de verdad esta ciudad es un laberinto.
Fitz suspira sacando debajo de la barra un mapa de la ciudad. Al abrirlo Xun comprobó qué sus palabras eran ciertas. Habían Cientos de caminos parecía el laberinto de los libros para niños pequeños con su forma de círculos. Fitz le señala donde esta la tienda trazándole una línea de como seguir su camino. Con esto en dicho Xun termina de comer lo más rápido que puede, agradece la comida y sale directo a la tienda.
Caminando en la calles cuando pasaba por una especie de bar, una persona sale volando del interior por la puerta. El dueño del lugar sale amenazando.
—Si vuelves a venir sin dinero, no saldrás volando entero.
El tipo qué salió volando no respondió, ni siquiera se le veía su cara al estar cubierta con una capucha. El dueño del bar vuelve a entrar y el tipo se levanta del suelo. Xun al verlo sintió en su cuerpo de nuevo el picor pero esta vez en todo su cuerpo. Desde que casi muere en aquella ocasión esa sensación sea estado manifestando incluso cuando entrenaba de noche. Pasando cerca del tipo su nariz se inundó de un aroma fuerte de alcohol, asu vez ese sujeto choca apropósito con el. Continuando con su camino disculpándose con el tipo respondiendo este de la misma manera. Cuando Xun se aleja el tipo voltea a ver su mano esperando que una bolsa de monedas estuviera allí, pero no había nada. Este mira sorprendido como no pudo robar la bolsa de dinero qué aquel chico tenia en su cintura. Esto dibuja una sonrisa volteando a ver a Xun que se perdía entre la gente. Soltando unas palabras casi riendo.
—Hahaha, como me temía el héroe sin magia si qué es interesante, me pregunto hasta donde llegará.
Cuando por fin llegó a su destino el letrero de la fachada era una armadura siendo atravesada por una espada, era bastante llamativo con el lema no aceptes imitaciones. Emocionado de adquirir su equipo entra decidido. El lugar por dentro era grande con innumerables armaduras y armas expuestas en vitrinas. Una voz le llama la atención de forma amable. Siendo el dueño del lugar que vestía su ropa sucia por el trabajo. Además de no tener cabello pero si una gran barba. Xun se acerca hasta donde está de volviendo el saludo. El dueño se presenta como Uros el mejor herrero del reino. Ambos entablan una conversación.
—¿Eres nuevo por aquí cierto?, nunca había visto tu cara por aquí.
—más o menos, una historia larga.
—está bien pero ahora dime, ¿Que te trae a mi tienda?.
Comenzando a explicar su necesidad de una armadura capaz de aguantar uno o dos golpes de forma excelente, a demás de ligero. El herrero se queda pensando un momento por una armadura qué cumpla los requisitos, al no encontrar algo así Uros comienza a explicarle a nuestro héroe sobre la poca demanda de armaduras ligeras, así que por el momento no tiene ninguna. Recomendando una armadura pesada, esas serían capases de soportar muchísimos más ataques de forma más segura. Xun piensa por un momento pero sabe que no le serviría, puesto que solo se volvería un blanco más fácil de golpear. Al ser su velocidad y fuerza su virtud más fuerte no puede sacrificarlos renegando por completo la propuesta. En eso Uros recuerda una armadura vieja que hizo uno de sus alumnos hace tiempo, pidiendo le a Xun qué lo espere un momento. Al regresar este sostenía una caja de madera llena de polvo. Al soplar el polvo cae en la nariz de Xun haciendo qué suelte un estornudo inusualmente tierno provocando la risa de Uros.
—de que te ríes si esto es tu culpa.
—Perdón, pero ese estornudo no con cuerda con tu cara.
Xun se avergüenza un poco de los sucedido. Tratando de desviar el tema, le fue en vano la risa de Uros seguía.
—qué tal si dejamos eso de lado y me muestras lo que tienes en esa caja, espero no sea más polvo.
—así la caja casi lo olvido, esta armadura la hizo uno de mis alumnos, soporta bastante daño físico a pesar de ser una ligera, espero te guste.
Al abrir la caja una armadura resplandeciente de plata se encontraba adentro. Al sacarla por completo estaba diseccionada por partes. Comenzando a explicarle la función de cada parte.
El casco cubría solo la mitad de la cara teniendo a ambos lados figuras similares a tubos de escape, permitiendo filtrar gases venenosos débiles.
Por parte del peto tenia una figura hexagonal que dejaba el estómago descubierto con dos protuberancias hexagonales cubriendo los laterales además de hombreras con forma de lobo. Cada parte contaba con una encantamiento qué se endurecía dependiendo la fuerza del golpe como máximo 5 veces necesitando recargar con el tiempo.
Habiendo también protección para los antebrazos con huecos en la parte de la muñeca simulando garras, encantadas para dar más fuerza. Además de una botas con protección llegando hasta la tibia simulando colmillos, capaz de aumentar un poco la velocidad.
Uros le explico otras funciones de la armadura pero Xun no escucho ni una sola palabra se encontraba impresionado por lo genial qué se veía la armadura. Su transe se interrumpió cuando escuchó el precio de la misma, 30 monedas de oro. Tocándose el corazón mientras sudaba una gota fría.
—tan caro, ni si quiera me garantiza mi seguridad.
—así es la vida, si no puedes comprarlo puedes ir a otra tienda y comprar sus porquerías para morir de un solo golpe, yo te vendo pura calidad, pero supongo que es demasiado para tu bolsillo, así que la guardaré.
Este trata de negociar el precio pero es inútil Uros se mantiene fijo en el precio. Antes de que siquiera este toque la armadura Xun pone una moneda de oro rápido en la barra con mucho dolor en su corazón. Cada moneda qué sacaba de su bolsa era un lamento interior, a diferencia de Uros quien disfrutaba el olor del dinero. Cuando terminó de poner la última moneda sus ojos lagrimeaban, iba a extrañar su dinero.
Sin tiempo de más lamentos se pone su armadura quedándole a la medida viéndose como un verdadero aventurero. Uros al verlo por un momento pudo ver aun joven similar a Xun solo que con el cabello café corto con su rostro difuminado, sacudiendo su cabeza regresó a la realidad. Con un poco de nostalgia le ofrecía como gesto De bondad a nuestro héroe si necesita accesorios extras se los daría gratis. Sin desaprovechar su oprtunidad le pide, cuchillos arrojadizos. Uros se sorprende de la petición, sin objetar saca una faja qué se acopla asu armadura de manera perfecta echo a la medida. Xun se despide teniendo su última conversación.
—qué bien se siente esta armadura, pero bueno aquí se rompió una jerga y cada quien a la verga.
—¿Qué tratas de decir?
Xun solo puede dar una pequeña sonrisa.
—Es una forma amable de despedirse de las personas, sobre todo la última palabra es para bendecir a la gente.
—Si que eres extraño, espero vuelvas pronto y cuida esa armadura.
Los dos se despiden Xun "lo bendice" uros se queda extrañado de la forma rara de "bendecir" así que solo responde con una sonrisa.
Al salir de la tienda abre su mapa buscando donde puede realizar misiones. Solo pudiendo encontrar algo llamado gremio de aventureros no muy lejos de donde estaba ubicado.
Después de esta caminando 15 minutos bajo el fuerte sol se dio cuenta que regresó a la tienda de Uros. soltando un suspiro profundo grita con fuerza.
—QUE CLASE DE SITIO ES ESTE.
Volviendo a tener que pedir indicaciones a la gente que pasaba. Ya con un camino trazado se pone rumbo al gremio. Mientras se dirigía al lugar el festejo de las personas le impedía concentrar la vista en el mapa. Solo despegó la vista del papel hasta que llegó asu destino. El lugar por fuera estaba bastante descuidado. El letrero con la pintura desgastada al igual que las puertas. Con una banca de madera apunto de desarmarse. Xun al verla sopla para ver si cae de una vez Soltando una pequeña sonrisa, Sin más remedio entra al gremio.
Al tratar de abrir la puerta está se atora teniendo qué usar más fuerza para abrirla. provocando qué caiga de cara contra el piso. Su cabello de alga junto su máscara impide qué vean su rostro avergonzado. Tranquilizándose un poco al ver que no había casi nadie en el gremio, se acerca al mostrador. Una mujer un poco más bajo qué el de pelo azulado con un peinado de cola de caballo le habla con un tono frio y aburrido.
—buen día. ¿En qué puedo ayudarlo?.
—así, aquí se pueden realizar en cargos o algo similar.
La chica solo mira alrededor del lugar.
—no como crees, un lugar llamado gremio de aventureros, con un tablero lleno de misiones, yo creo que hacen de todo menos misiones.
Detrás de la máscara de Xun solo puede morder sus labios al darse cuenta de tan estúpida pregunta que hizo pero sin dejarse afectar responde.
—qué bien, me gustaría inscribirme.
La chica saca debajo del mostrador una hoja con una pluma de animal molesta por que la hacen trabajar. La mujer le pide que llene la hoja con sus datos pasándole al final tinta para la pluma. Xun al tratar de escribir su nombre le era difícil trazar las letras con la pluma. En un descuido presionó demás manchando la hoja de tinta por completo. Apenado trata de limpiar pero solo empeoró las cosas.
Enojada saca otra hoja y le arrebata la pluma de las manos. La mujer comienza a preguntarle sus datos de mala gana mientras qué Xun solo responde como un niño recién regañado.
—Para acabar dime tu nombre completo.
Xun piensa por un momento. Nunca tuvo un apellido como tal y usar el qué la persona que lo crio con cariño lo hacía sentir incómodo, además de no quererlo manchar de nuevo. Así que tomó uno prestado en ese momento.
—Así, mi nombre es Xun Xólotl.
—para finalizar pon tu pulgar en la tinta y presiona sobre la hoja. Mañana de preferencia cuando acabe mi turno pasa por tu tarjeta. Además te recuerdo que debes pagar 2 monedas de oro por unirte al gremio Tienes 7 días para pagar.
Xun toma de su bolsa las dos monedas. El brillo dorado llamó la atención del único grupo de aventureros del lugar que estaban sentados en la mesa de la esquina. Por último la mujer le arroja un collar con una placa de cobre.
—toma este collar es el rango más bajo así que solo puedes tomar misiones de ese nivel, entre más misiones completes más rápido subes de categoría.
Xun solo agradece alejándose para no causar problemas así que se aguanto un poco sus respuestas ante el maltrato qué recibió. Al ver el tablero en la pared ya solo quedaban 2 misiones una de limpieza de monstruos siendo la mejor junto con una de recolección de materiales Siendo la más aburrida para el, decidiendo tomar la primera. Un pequeño obstáculo se cruzó en su camino la misión requería a 4 aventureros sin importar el rango. Comienza a respirar hondo tratando de no gritar maldiciones. Hasta que una voz masculina le habla a su espalda.
—Hey, como te va hombre, veo que quieres completar esa misión Casualmente a nosotros nos falta uno. ¿te interesa unir fuerzas?
A Xun le dio malas vibras, más cuando vio esa sonrisa falsa. Sin muchas opciones comienza a cuestionar a aquel hombre poniéndose serio.
—primero dime ¿Cómo repartiremos el dinero?
—me parece justo y razonable ir partes iguales, son solo duendes lo más débiles de los monstruos.
—¿Por qué les falta uno?
—mira entiendo que desconfíes, para que entremos en más confianza mi nombres es Lexshi. el tuyo es Xun ¿Cierto? Es un gusto.
Lexshi le extiende su mano nuestro héroe responde al saludo. Aun desconfiando ambos caminan en donde se encontraban su grupo. uno teniendo el pelo rojo y el otro amarillo. Vestidos de armaduras completas al igual que su líder.
El sujeto con la mirada le dice que hacer a su grupo. Los tres salen del gremio mientras qué Xun aun duda sobre como actuar hasta que la voz de el le habla.
—¿te vas aquedar allí todo el día o vendrás a ganar dinero?.
Despejando sus ideas sacude su cabeza decidiendo seguirlos. Mientras se dirigían al lugar de la misión el único que entablaba una conversación con Xun era Lexshi, hablando de cosas tan triviales.
—oye Xun de donde vienes nunca había visto tu cara por el reino.
—preferiría no tener que hablar de eso. Solo quiero estar concentrado para completar la misión.
—tienes un punto, mas cuando estamos en la zona norte plagada de monstruos, lo bueno es qué por fin llegaron los héroes ellos seguro se encargan de todo.
Xun nota la excesiva confianza qué tiene Lexshi en su forma de caminar y mas yendo al frente. En su mente comienza a preguntarse quien estaría tan tranquilo aparte de el mismo ya que no tiene mucho qué perder ya, eso lo deja con dos preguntas si acaso es muy fuerte o esta tramando algo.
El camino a su objetivo se tornó peligroso. Las granjas abandonadas hacían qué la hierba creciera bastante a ambos lados del camino, subiendo las probabilidades de ser emboscados. Lexshi detiene al grupo, Xun pregunta qué sucedió el líder le contesta.
—esto puede ser peligroso, ambos lados del camino son perfectos para emboscarnos, así que recomiendo estar alertas al camino.
Los cuatro se adentran a una posible trampa mortal, antes de entrar el hormigueo de Xun reaparece en su espalda más intenso qué nunca. Al girar su vista no ve nada, sin tomarle importancia entra al camino.
El viento hace que sea más difícil identificar lo que se esconde en la hierba, haciendo que solo se respire amargura. Estando a mitad de camino todo ruido desaparece dejando solo sus agitadas respiraciones. Lexshi trata de romper el silencio mencionando qué solo deben pasar dos granjas más y estarán en el lugar de la misión.
Toda la parte izquierda de Xun comienza a hormiguear. Un cuchillo sale disparado desde esa dirección por suerte reaccionó a tiempo pudiendo retroceder. A su vez pudo regresar el ataque con uno de sus cuchillos. Solo se escucha el grito de dolor de entre la maleza, de la nada cuatro duendes saltan desde la hierva sobre los otros tres. El chico de pelo rojo realiza sin conjurar un hechizo de agua. Dejando salir desde su palma agua a presión, partiendo a la mitad a los duendes, esto provoca qué caiga al suelo agotado mientras de su nariz sale sangre. Su compañero de pelo azul se acerca a levantarlo rápido.
Más cuchillos salen desde los lados. Lexshi reaccionó a tiempo logrando lanzar el cántico extendiendo sus manos a ambos lados del camino.
—las brazas se convertirán en mi fuego.
Desde sus palmas un fuego intenso sale, quemando todo a su paso. El grito de las criaturas salía desde las llamas, el olor a carne asada comenzó a inundar sus narices. Como pudieron los cuatro corrieron al final del camino mientras el fuego devoraba todo a su paso. Al salir muchísimos más duendes los esperaban, todos portando armas e armaduras de desafortunados aventureros. El fuego que provocaron consumió la salida. Lexshi le pide a sus dos compañeros que apeguen el fuego con magia de aguan mientras el y Xun los cubrirán.
Xun pasa a delante junto a Lexshi pero todo su cuerpo comienza a sentir el hormigueo, deteniéndose al momento. Comenzando a entender a que se debe esa extraña sensación. Siendo la advertencia de peligro prediciendo incluso donde impactará un golpe. Lo que se le hacía raro era qué estuviera en todo su cuerpo como si tratara de avisarle de algo mucho más peligroso.
Los duendes comienzan a avanzar hacia ellos. Xun sale de su pequeño transe preparándose para lo peor. Lexshi le pregunta si estaba listo, asintiendo con la cabeza. Ambos esperan a su enemigo con sus armas levantadas. Antes de que los atacaran Xun es arrojado por Lexshi mientras este le quita la bolsa de monedas, cayendo este al piso. Los duendes se abalanzan contra Xun cortándolo con dagas por suerte su armadura lo cubre de la mayoría de cortes letales.
Lexshi por su parte regresa con una sonrisa con sus compañeros, este grita como si se hubiese ganado la lotería.
—Chicos tenemos lo que queremos ¿ya acabaron?
Sus compañeros seguían apagando el fuego, antes de que siquiera pudieran voltear. Son aplastados dejando solo un hoyo lleno de sangre. Quedándose pasmado sin entender que sucedió. Quería gritar pero de el no salía ni un sonido. Un sentimiento de dolor se formo en su pecho. Cuando reaccionó al dolor salió disparado en dirección a Xun. Lo cual provocó qué se llevará de corbata a todos los duendes qué lo tenían prisionero.
Xun no entendió que pasó. Sin perder tiempo se levanta tomando su espada con fuerza mientras más duendes lo rodeaban. La sensación de picor aparece de nuevo en su espalda. Girando rápido poniendo su espada delante logra bloquear un golpe qué lo aleja unos pocos metros.
Delante de el una figura de 3 metros se comienza aparecer. El no lo sabiá pero esa cosa era un trasgo, una evolución de los duendes siendo la clase más fuerte en cuanto fuerza bruta se habla. Capaz de barrer el piso con equipos de aventureros de clase oro con facilidad. Su piel anaranjada con sus dos colmillos qué sobre salían de su boca era lo mas notable. Mientras sostenía un garrote gigante qué goteaba sangre.
Xun se preguntaba en que momento llegó o si es qué siempre estuvo aquí. Sabiendo que su única salida era pelear se prepara esperando el peor de los escenarios. El trasgo le grita con un tono áspero a los demás duendes.
—bolas de basura maten al último.
Al escuchar esas palabras comienza a lanzar sus cuchillos tratando de matar a algunos antes de que se le acerquen. Eran tantos qué sus cuchillos se acabaron y seguían avanzando hacia el. Tomando su espada con ambas manos avanza hacia ellos comenzando a cortar cabezas. Los duendes comenzaron a rodearlo de apoco.
La espada comenzó a brillar. El mango con forma de león soltó un rugido dando la señal de estar cargada, un brillo azulado envolvió a Xun. Una sonrisa de bajó de su mascara se dibujó, poniendo sus dedos con forma de pistola. Utilizando su mano derecha para disparar proyectiles de fuego capaces de atravesar las débiles pieles de los duendes. Mientras con la izquierda seguía blandiendo su espada cortándolos.
Los débiles duendes no podían hacer nada a pesar de su superioridad numérica. El humano los mantenía a raya, hasta que el trasgo les gritó.
—montones de basura ni siquiera pueden hacer algo bien, al parecer todo lo tengo que hacer yo mismo.
Xun se encontraba agitado, al ver como los duendes retrocedían no entendía el porque de tan repentina acción. Estaba tan concentrado qué no escuchó las palabras del trasgo. En su espalda sintió el hormigueo, al estar cansado no le dio tiempo de reaccionar. Saliendo disparado al fuego.
El trasgo comenzó a reír pero de entre las llamas salió el humano con quemaduras graves, molesto les gritó.
—de que mierda te ríes pedazo de mierda. Eso de verdad dolió déjame regresarte el favor.
Su armadura retuvo gran parte del daño a demás de endurecer sus músculos para minimizar el daño. Comenzando a acelerar su corazón comenzó a correr a gran velocidad qué incluso el se sorprendió. No sabia si era la armadura, su corazón o el aura de mana qué la espada le dio pero sea lo que sea no desaprovecharía esta fuerza.
El trasgo recibió a Xun con un golpe de su garrote siendo inútil. Este saltó por encima cayendo sobre su brazo clavándole la espada. La bestia contrajo sus fibras musculares dejando atrapada el arma. Aprovechando para darle un puñetazo en todo su cuerpo haciendo qué vuelva a rodar por el piso. No sin antes qué el humano usara una llamarada quemando su brazo obligando le a soltar su garrote.
Xun estando cansado y adolorido se quita el casco escupiendo sangre, sus ojos estaban llorando liquido rojo. como puede se levanta. Había perdido su espada, su aura de mana, también tuvo que dejar de acelerar su corazón o moriría desangrado. Aun así se levanto del piso poniendo sus manos en guardia, no pensaba morir sin dar pelea antes. Mientras trataba de girar sus muñecas activó un botón de los antebrazos saliendo dos cuchillas, Se quedo sin recursos más no sin opciones.
Viendo de apoco como su visión se iba oscureciendo, luchando para mantenerse despierto. Poco a poco su respiración se haciá lenta. Viendo como el trasgo se le acercaba a darle el golpe final con su puño. Sabia que morirá pero cumplió su promesa de vivir hasta que su cuerpo no le diera más. Cerraba sus ojos siendo lo último que vería aquel puño apunto de impactar contra el.