Una pequeña granja a las afueras del reino del sol, Habitada por una familia modesta. El padre de familia trabajando en las plantaciones, mientras su esposa preparaba la comida del medio día, sus dos hijos jugando con la pelota. El hijo mayor pega una patada al balón tan fuerte qué manda la pelota lejos a la plantación, el hijo menor viendo como la pelota se pierde a lo lejos, voltea con su hermano quejándose.
—¿otra vez? Solo lo haces para molestarme, Vez tu por la pelota.
—enano si quieres seguir jugando vez tu por la pelota, si no juguemos mañana.
El hijo menor a regañadientes, sale a buscar la pelota, el cabello azulado del hijo menor se pierde entre la plantación de maíz. La voz del padre llamando la atención al hijo mayor.
—ven ayudarme a quitar esta planta.
Un grito proveniente del maizal, Alerta a todos en la granja.
—¡SUELTENME!.
La madre sale de la casa, observando que falta su hijo pequeño, advirtiendo le asu esposo la usencia de este. El padre preocupado corre rápido dentro de su casa, tomando una espada sale en busca de su hijo menor. antes de que pudiera entrar al maizal. En el techo de la casa, una bestia de aspecto humanoide se posa sobre ella. El grito de la madre por semejante abominación. Alas largas como murciélago, una lengua de serpiente pasando por sus dientes afilados, su piel escamosa verdosa y sus afiladas garras, tanto de pies como de manos. la criatura miraba fijamente a la esposa. La criatura lleno de aire sus mejillas, expulsando el aire a gran velocidad por su boca, creando una bala de aire, que atraviesa el cuello de la esposa limpiamente. El esposo no procesaba todo lo ocurrido en tampoco tiempo.
—cariño qué pasa, ¿puedes oírme?.
El hijo mayor paralizado por ver a su madre tirada en el piso. Ninguno de los dos podía creer lo que esta sucediendo. La risa proveniente de la criatura, disfrutando las expresiones de sus víctimas. De pronto la criatura suelta alaridos y de los maizales, una cabeza de pelo azulado sale volando, qué dando en medio del hermano mayor y el padre.
—hijo... Esto no puede ser real... estoy teniendo una pesadilla.
un grupo de 10 duendes erguidos salen de los maizales, portando garrotes de madera y cuchillos oxidados. La expresión del hermano mayor cambia a una de miedo. Mientras que la del padre no pueden ni expresar todas sus emociones acumuladas. El hermano mayor cae al suelo asustado. Mientras qué el padre cae de rodillas que dándose en blanco. La criatura vuelve a reír más fuerte, disfrutando lo sucedido. Uno de los duendes al ver al hermano mayor, se acerca lentamente mientras sostiene su cuchillo lleno de sangre fresca. El hermano mayor lo único que puede hacer es arrastrarse hacia atrás mientras la muerte se acerca hacia el, mientras pide ayuda asu padre con lágrimas en los ojos.
—PAPÁ, POR FAVOR HAS ALGO, AUN NO QUIERO MORIR.
El padre apenas levanta su cabeza, es impactado por el mismo ataque qué recibió su esposa, terminando con su vida.
—mamá... Papá... Levántense, no me dejen solo.. por favor levántense-
llorando eufórica mente
El hermano mayor solo presencia la muerte de todos sus seres queridos, impotente de no poder hacer nada debido al miedo, cuando el duende esta apunto de atacarlo, cierra los ojos pensando que es el fin de el,
—por favor... quien sea ayúdeme no quiero morir aun.
pero pasado un tiempo al abrir sus ojos. El duende estaba tirado en el piso, con un cuchillo en la espalda, mientras soltaba gritos de dolor. A lo lejos la voz de Xun resonaba, llamando la atención de todos los presentes.
—mierda si qué son difíciles de ver.
Detrás de Xun llegan Carolina y Pedro. estos últimos quedaron horrorizados al ver la escena que tenían delante de ellos, más cuando notaron la presencia de aquella criatura posada sobre el techo de la casa, que medía fácil mente 2 metros. La criatura extiende sus a las mientras suelta un alarido al cielo.
—ataquen a esos estúpidos humanos, que ya quiero comer.
—la mentó informarte deformidad de la naturaleza qué no tengo buen sabor—respondió Xun gritando burlescamente a la criatura.
El hermano mayor a un con lágrimas en los ojos ve una pequeña oprtunidad de vivir otro día más.
Los duendes corrían en dirección del grupo, ignorando completamente al último integrante de la familia, mientras soltaban amenazas de muerte, que solo entendía Xun, para los demás solo escuchaban gritos sin sentidos. Xun voltea con sus compañeros, notando sus expresiones de duda.
—no pongan esa cara en este momento, más cuando los necesito.
—Xun estas loco esas cosas van a matarnos, ni siquiera tenemos nuestras armaduras, deberíamos volver con el señor Bill y la señora Agnes—respondió Pedro con miedo.
—lo siento no hay tiempo, esas cosas ya vienen—respondió Xun mientras se dirigía a los duendes.
—¡Espera!, piensa con clari...-exclamo Carolina.
Xun corrió de frente hacia los duendes ignorando a sus amigos.
El primer duende salta queriendo golpear a Xun con su garrote de madera en la cabeza. Xun lo recibe con una patada lateral qué lo manda a volar. Otro duende se abalanza tratando de apuñalarlo en el estómago, Xun desenfunda su espada ubicada en su espalda, tomándola con la mano derecha y con el impulso logra partir a el duende a la mitad. Los duendes restantes al notar qué Xun no es débil deciden rodearlo. La criatura aun posada sobre el techo, estaba irritada por la inutilidad de sus subordinados.
—Tanto les cuesta matar a un humano sin magia, acaso tengo que hacer todo.
—Si están fácil por que no vienes a matarme con tus propias manos.
—así que no fue casualidad tus palabras de hace rato, ¿puedes entenderme?.
—desgraciadamente puede entender a alguien tan horrible.
Pedro y Carolina solo escuchaban como Xun hablaba al aire como un loco, mientras la criatura soltaba alaridos. Ellos dudosos sobre si entrar a la pelea, solo observaban como Xun tenia la situación bajo control por el momento.
—haber si cuando te arranque la lengua sigues diciendo lo mismo. Ustedes bola de inútiles mínimo acaben con el humano restante.
El hermano mayor que estuvo tirado en el piso en toda esta situación, al ver como los duendes retrocedieron en su dirección, el nerviosismo y el miedo le impedía levantarse y correr. Xun corre rápidamente tratando de alcanzar a los duendes. Un torbellino de viento impacta directamente en el estómago de el, sacándole el aire y enviándolo varios metros atrás. Con dificultades para respirar se pone de rodillas, usando su espada como apoyo, este solo podía ver como los duendes estaban por atacar al hermano mayor. De un momento a otro la criatura cae enfrente de Xun. La caída provocó un estruendo. Esta última baja su cabeza oliendo a su presa. De sus dos fosas nasales, de la parte donde debería estar el tabique, se abre a los lados funcionando como una tercera fosa nasal.
—Oliéndote de cerca puedo notar tu miedo, al igual que tus compañeros ¿quieres salir corriendo?. Te dejaré al final para que puedas observar como devoro a todos aquí.
Xun a un sin recuperar el aliento no podía responder. la criatura voltea en dirección a Pedro y Carolina notando como estos no estában. Una sonrisa se dibujo en su cara al pensar como estos habían dejado atrás a su amigo. Antes de que pudiera decir algo la criatura. Una sombra con forma de escudo grande pasa por encima de ellos dos. De un momento a otro el escudo cae, interponiéndose en el camino de los duendes. Pedro y Carolina entraron a salvar al hermano mayor.
—madre naturaleza te ordeno y congela el suelo donde piso.-recitó Carolina.
El suelo se congeló en con una capa de hielo frágil el cual apenas dejo atrapados los pies de los duendes dejándolos inmóviles. El escudo de pedro se encoje y se posa sobre su puño, el escudo comienza a girar como una cierra. Carolina desenfunda su espada. Ambos rápidamente deciden aprovechar su oportunidad y acaban con los duendes, estos tratan de defenderse pero es inútil en contra de las armas de ellos dos. Manchados de sangre debido al escudo ambos vomitan.
—esto... es más difícil que cuando tuvimos que matar ese cerdo el primer día—exclamo pedro.
—la diferencia de ese día es que no terminamos manchados de sangre mal oliente, pero la pelea aun no acaba, todavía queda vivo el jefe de ellos, así que ponte Alerta—respondió Carolina con nervios.
Ambos adoptan una posición de combate esperando lo peor, mientras que por detrás el hermano mayor les agradece, estos concentrados en su objetivo no respondieron. La criatura analizó a sus nuevos contrincantes. Este Voltea con Xun y con una expresión seria alza su pie, para aplastar su cabeza, este último mira directamente a la criatura y cuando ve el pie bajar, usa su espada como escudo deteniendo el ataque. Este rueda al lateral mientras cambia su espada de posición de lado del filo causando un corte en el pie de la criatura. La espalda de la criatura recibe dos ataques, una estaca de hielo se clava, mientras qué el escudo girando a gran velocidad corta las alas de la criatura manchando de sangre el escudo. esta suelta un grito de dolor, la criatura se gira dándole la espalda a Xun.
—malditos humanos como se atreven atacarme, me los COMERE VI...
Una espada atraviesa el estómago de la criatura. La sangre qué brotaba de la herida mancha la espada. La criatura enojada lanza un arañazo hacia atrás. Xun logra retroceder a tiempo sacando su espada con dificultad. Todo parecía un baño de sangre por la cantidad excesiva qué había en todo el lugar.
—en que momento te moviste tan rápido, por que no senti el momento en que te acercaste.-pregunto la criatura con desesperación.
—eso no importa, lo importante ahora es que tu estas a punto de perder, contra unos simples humanos—respondió Xun con una sonrisa en la cara mientras exhalaba rápido.
—¿en serio eso crees?.
De un momento a otro la sangre qué estaba en la espada de Xun, se convierte en balas de sangre qué perforan su cuerpo dejándolo inmóvil en el piso . Pedro y Carolina preocupados corren a ayudarlo.
—¡PUTA MADRE! Xun resiste—grito Carolina con desesperación.
—¡AGUANTA XUN!.
De la herida de la criatura una lluvia de balas de sangre se dirigen a ambos. El hermano mayor solo cierra los ojos esperando lo peor. Xun tirado en el piso, observa como sus amigos van a terminar igual que el. Antes qué las balas impacten en ellos el escudo se agranda cubriendo a todos, resistiendo los impactos con facilidad. La criatura al ver el problema que tiene en frente corre en dirección a Xun, tomando a este como un rehén, poniendo sus afiladas garras en el cuello de Xun. Cuando el escudo se encoje, lo primero que ven es una situación desfavorable.
—maldita criatura SUELTALO—grito Carolina.
—Xun ¿puedes moverte?—Exclamo pedro.
—un poco... pero ahora es su oportunidad de huir con el chico, tienen a la criatura arrinconada pero no me dejara ir tan fácil, aprovechen esta oportunidad y váyanse, reúnanse con la señorita Agnes y el imbécil de Bill, yo estaré bien.
—estas loco, no te dejaremos aquí—grito Pedro.
—Ninguno de los dos te dejará, aquí con esa cosa.
—están pendejos o por que no entienden, si seguimos peleando todos moriremos, es mejor si tan solo ustedes dos sobreviven.
—humano voy a divertirme comiéndote.
La criatura pasa su lengua por toda la cara de Xun. Este aprovecha y lanza una mordida a la lengua, apretando fuertemente. Mientras qué con una mano saca un cuchillo de sus fundas del pecho. clavándosela en el ojo de la criatura. Esta lo lanza lejos mientras grita de dolor. A la lengua de la criatura le faltaba la mitad. Pedro lanza su escudo sin saber que parte cortara. Carolina recita otro echizo de estacas de hielo tan rápido como puede haciendo qué su control de mana se altere, provocando qué las estacas sean disparados sin rumbo fijo. El escudo parecía que iba apartir en dos a la criatura pero en el último momento se desvía cortadon los pies. De pura suerte solo unas pocas estacas no impactaron, las qué impactaron lo hicieron por todo el pecho. La criatura callo al suelo sin hacer ruido. Pensado que acabaron corren a auxiliar asu amigo, dándole la espalda a la criatura.
—Xun ¿sigues vivo?—pregunto Carolina
—Si. aún respira, debe estar inconsciente, debemos levantarlo y llevarlo con la señorita Agnes, a que lo cure.
—por cierto donde se quedaron ellos, ni Bill se a aparecido por aquí, no deberían estar muy lejos.
—bueno cuando tu habilidad de radar se activó, el señor Bill y la señorita Agnes, se quedaron atrás, Xun y yo te seguimos has aquí.
—pero no corrimos tanto como para dejarlos muy atrás.
—bueno no importa. Debemos tomar a Xun y al chico para llevarlos con ellos.
En ese instante Xun abrió los ojos, lo primero que hace es escupir la lengua de la criatura. Este pregunta.
—¿ganamos?
—si. Maldito loco, la próxima vez piensa antes de actuar.—exclamo Carolina irritada
—Xun .me alegro que estés bien, vamos a levantarte del suelo.
—Perdón por querer ayudar a alguien que estaba apunto de morir, fue bastante insensible de mi parte actuar así. Qué por cierto ¿donde esta ese chico?.
Mientras Pedro levanta a Xun. Los tres buscan al hermano mayor por todo el lugar. Al verlo llorando enfrente de sus padres mientras sostenía la cabeza de su hermano menor entre sus brazos. Pedro carga a Xun con su hombro derecho para que pueda moverse, mientras Carolina se pone del lado izquierdo donde Pedro tenia su escudo manchado de sangre de la criatura. Los tres se dirigen a consolar al hermano mayor, mientras pisaban la sangre qué soltó la criatura. Al llegar sin saber que decir.
—oye. se que no es el momento pero, deberías venir con nosotros. Has pasado por mucho este día.—exclamo con una tristeza Carolina
—no puedo ir me y dejar a mi familia asi, tengo que darle un entierro.
—mira. Primero necesitas descansar un poco y dejar que te chequen para saber si tienes alguna herida. Y mañana volveremos a enterrarlos.- Respondió Carolina
—¡NO!. No se pueden qué dar así pudriéndose al sol.
El hermano mayor se voltea y se acerca al grupo, se inclina mientras las lágrimas caen de sus ojos.
—se los agradezco por salvarme, pero no puedo irme hasta que entierre a mi familia.
—Respetaremos tu decisión, pero enviaremos a gente del reino a ayudarte con el desastre, solo espera. Por cierto, ¿cual es tu nombre?–pregunto Carolina.
—Se los agradezco mucho su preocupación. Mi nombre es...
De un momento a otro la sangre del escudo explotó en pequeñas agujas de sangre. El brazo de carolina es impactado por unas cuantas agujas, dejándolo grave mente herido. El hermano mayor se llevó la peor parte. Gran parte de las agujas atravesaron su cuerpo dejándolo sin vida. Xun y Pedro no pudieron ni reaccionar. De la boca de Xun otro grupo de púas sé disparó, sintiendo como cada una atravesaba su boca, inclusive volándole algunos dientes. Pedro no recibió daño alguno, las agujas se reventaron al tocar su cuerpo. Xun se tira al piso debido al dolor. Otro grupo de agujas salen de los pies de carolina y Xun dejándolos sin algunos dedos. Xun se desmayó debido al dolor. Carolina se quejaba fuertemente mientras rodaba de un lado a otro en el piso. Lo peor vino cuando de la espalda de pedro un alarido se escuchó. Pedro voltea y la criatura se había levantado completamente regenerado listo para otro asalto. Pedro pone su escudo de frente cubriendo a todos.
—carolina ¿Qué tan mal estas?. Xun ¿puedes escucharme?
—Yo no puedo moverme... el dolor es insoportable agh.
—...
Pedro pensaba si esto era el fin. La criatura se acercaba con una sonrisa en el rostro. Estirando sus dos brazos. En un brazo un torbellino de viento se está cargando, mientras en el otro una gran bola de sangre se acumula. Una lluvia de balas de aire y sangre son lanzadas en múltiples direcciones cambiando algunas de trayectoria evitando el escudo. Todo el daño es recibido por Pedro el cual pudo resistir gracias a su gran defensa y su habilidad pasiva irrompible. Carolina también recibió los impactos que rebotaron del cuerpo de Pedro las cuales la dejaron inconsciente. Cuando la lluvia de balas termino de lanzarse dejo a Pedro arrodillado pero este se levanta nuevamente mal herido con miedo de lo qué pueda pasar. El trata de cubrir a sus compañeros con su escudo. La criatura se abalanza a gran velocidad, pero es encarcelado en un cubo rosado. La criatura trata de romper su prisión, pero es inútil. El cubo comienza a vibrar. La criatura se tapa los oídos, sangre comienza a brotar por todo su cuerpo hasta qué esta apunto de morir. El cubo se desase y la criatura es impactada por una bola de fuego qué da en su espalda atravesando su pecho. Pedro voltea un poco más atrás, y a lo lejos la figura de una mujer con una gabardina azulada con bordes de oro se ve a lo lejos. Pedro solo alcanza a decir, antes de caer desmayado.
—señorita Agnes qué bueno que llegó.