Mientras Mia se posiciona encima de Elon, lista para acogerlo, se inclina para capturar sus labios en un casto beso.
Elon, incapaz de esperar más, le rodea la cintura con los brazos y se empuja hacia ella. Mia grita, agarrándose del cuello de Elon mientras se adapta. Elon se mueve lentamente, acariciando suavemente su espalda y juntando sus frentes.
Mia balancea sus caderas suavemente contra él mientras se mueve. Si alguien le hubiera preguntado hace unos meses si tenía tanta confianza en la cama, se habría reído.
Durante toda su vida adulta, el sexo fue algo que hizo para el placer de su pareja, no para el suyo propio. Claro, ella nunca se sintió obligada a hacerlo, pero Mateo nunca le preguntó exactamente qué quería. Para Mia, el sexo siempre fue una forma de demostrar cuánto lo amaba.
Cuando ella y Elon se conectaron por primera vez, fue un momento de pura euforia. Ella fue arrastrada por el huracán que era Elon y no podía creer cuánto había cambiado todo ese día.