"¿Qué?" La cabeza de Mia da vueltas de una manera completamente nueva.
Elon niega con la cabeza, pero ella no puede leer su expresión. “Esta no es la forma en que quería que fuera, Mia. Necesito que lo sepas”.
“¿Cómo puedes decir eso, Elon? Eso no... no es gracioso. Mia busca cualquier indicio de sonrisa en su rostro, pero no encuentra nada.
"No estoy bromeando, Mía". La voz de Elon se vuelve más suave, pero tan infinitamente que Mia apenas lo nota.
"¿Me estás despidiendo?" El peso del momento finalmente se apodera de ella y la golpea como un puñetazo en el estómago.
"Sí. Creo que es lo mejor para los dos. Esto”, señala entre ellos, “nunca podría durar. No hay razón para prolongarlo más”.
Mia cierra los ojos y su boca se torce en una mueca de dolor. "Pensé que me amabas."
“El amor es para los niños, Mía. Yo... no quiero volver a sentirme como me sentí esta noche nunca más. El dolor brilla en los ojos de Elon, pero desaparece rápidamente.