*Gema*
Estaba a sólo dos metros de mí. Podía escuchar su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Impulsado por qué emoción, no podía decirlo. Pero claro, Connor también pudo y lo interpretó mal.
"Está bien, basta de mirar fijamente", ladró, echando la cabeza hacia atrás. "Son míos, así que no dejes que la parte inferior de tu cerebro piense".
Me obligué a no arrugar la nariz con total disgusto ante el comentario.
"Danos al menos un nombre falso", suspiró dramáticamente el Alfa. “Me gusta dirigirme a mis prisioneros por su nombre de nacimiento. Hace que las cosas sean más… íntimas”.
"Darian trabaja por ahora", dijo el hombre.
“Darian. Un ser inteligente cree que puede engañarme con un nombre de Niburgh”, canturreó Connor, acariciando agresivamente la mejilla de “Darian”, haciéndolo hacer una mueca y gemir de dolor mientras la bofetada agravaba sus heridas.
