*Gema*
Era difícil confiar en que alguien te ayudara a escapar de una fortaleza, y más difícil confiar en él cuando estaba a unos metros de llevarnos por un acantilado.
Grité el nombre de Kael, el sonido salió de mi garganta. Pisó el freno. Oí y sentí que el suelo bajo el pesado coche empezaba a desmoronarse. "¡Respaldo!"
"¡Lo sé!" Gritó Kael, poniendo el auto en reversa y pisando el acelerador.
Raisa y yo fuimos arrojados hacia el respaldo de los asientos delanteros y luego el uno contra el otro mientras él giraba el volante, lanzándonos hacia un lado. Mientras me enderezaba, vislumbré un ejército de Epsilon que venía hacia nosotros encabezado por Connor y Cillian.
"¡Conducir!"
"¡Lo sé!"