*Amara*
Pasé la mayor parte del viernes preguntándome a qué venía la visita de Hale. No esperaba que viniera, y menos tan tarde. Sin embargo, algo parecido al alivio me invadió cuando lo vi frente a mi puerta.
Su visita fue corta e incómoda, pero Hale era tan reservado y cuidadoso que no me sorprendió. Había pensado, al menos por un breve instante, que iba a besarme antes de marcharse, pero no lo hizo. Le encantaba dejarme perdida y con ganas de más, por lo visto.
Luchaba por reconciliar todo lo que sentía por él. Era tan confuso. Me preguntaba si él se sentiría tan confundido como yo. Estaba demasiado metida en esto como para negar que me sentía atraída por él. Pero era mucho más que eso. Quería su cuerpo, quería sentir su tacto.