El punto de vista de Kit
Nunca había visto tanta rabia.
Violento.
Al rojo vivo.
Una rabia insuperable.
Sera me miró fijamente, con la boca curvada en un gruñido que mostraba los dientes. Podía oler la sangre que le goteaba de la mano por lo fuerte que había golpeado el pilar. Sabía que cuando se calmara, le dolería muchísimo. Tenía los ojos inyectados en sangre y me miraba como dagas de hielo. No podía irse, no cegada por la emoción. Eso haría que Annika saliera herida.
"¡Fuera de mi camino!" rugió Sera, golpeándome violentamente el pecho con las manos. La fuerza me sobresaltó y di un traspié hacia atrás, dejándola seguir caminando.
Podría pararla en seco. Tirarla sobre mi hombro y clavarla en la tierra, pero eso no resolvería esto. No la haría ver.
Estaba rodeada de oscuridad, sin ver, imperceptible a sus acciones.