Punto de vista de Seraphina
Se nos había acabado el tiempo.
Anoche no dormí nada, y Kit tampoco. Los dos estábamos demasiado ansiosos por el viaje a través de las tierras de la Luna de Sangre. Una parte de mí zumbaba de emoción por ver a Annika y tenerla de nuevo en mis brazos.
Pero la parte más grande y ruidosa de mí me decía que esto no era una reunión. Era un paseo a la horca.
Si esto salía mal, yo estaría muerto, Kit le seguiría poco después y Annika sería criada por un monstruo. Obligada a llevar a cabo el legado de William bajo la lente de que es un honor. Él me la habría arrebatado, por completo.
No nos llevamos mucho. Algunas mudas de ropa. Unos bocadillos. La tortuga tallada en uno de mis bolsillos. Una discreta cadena de plata en el otro. Tenía toda la intención de llenar la boca de William con ella si me acercaba lo suficiente a él.