ADVERTENCIA DE CONTENIDO: Menciones de abuso doméstico y agresión sexual
Punto de vista de Seraphina
Casi había olvidado el aspecto de William. La mayoría de mis recuerdos lo habían convertido en el monstruo que era por dentro. El hombre que sonreía cada vez que sacaba sangre. El mismo que tenía un brillo salvaje en los ojos cada vez que yo lloraba.
Nunca sabía lo que estaba pensando, lo que sólo me provocaba ansiedad y terror cada segundo del día. William prefería eso. Verme agotada porque tenía tanto miedo de que volviera a hacerme daño.
Siempre lo hacía. Sólo era cuestión de cuándo.
Cuando yo estaba especialmente nerviosa, él lo sacaba. Se movía de repente para hacerme estremecer y gritar de asombro. Sólo en privado. No lo haría en público. Aunque dudaba que la gente se inmutara. Su imagen lo era todo.
La imagen era poder.
Y lo que me hizo era un secretito sucio entre él y yo. Creo que los ancianos ni siquiera sabían lo que pasó cuando se acercó a mí en la oscuridad.
